ECANA, integrada al Noroeste bonaerense

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Adriana Andrés destacó el “perfil integrador” de la Escuela de Ciencias Agrarias, Naturales y Ambientales (ECANA) que, simultáneamente, respeta las individualidades de las carreras de los campos de Agronomía, Genética y Alimentos.
Ese perfil integrador implica “pensar de modo holístico cómo se llega a la resolución de determinadas problemáticas, desde la docencia, la investigación, el desarrollo, la transferencia de tecnologías y la vinculación con la realidad de la región”. “Las carreras pueden integrarse con facilidad. De hecho, esto sucede para llevar adelante diversos proyectos de investigación”, agregó.

Un ejemplo de esto es el “Proyecto Sorgo”, que contó con el financiamiento del Municipio de Pergamino, una investigación en la que participaron especialistas de distintas disciplinas: “Los ingenieros agrónomos tomaron el cultivo desde el manejo; los licenciados en Genética consideraron los aspectos de diversidad; y los ingenieros en Alimentos trabajaron con un híbrido que genera una harina especial para los celíacos”.

“Se trabajó sobre un cultivo que, en una zona altamente tecnificada y dedicada al monocultivo de soja, aporta una herramienta para mejorar el sistema productivo, recompone la estructura del suelo y, además, se puede implementar a pequeña escala”, explicó la directora de la Escuela. “Fue un proyecto integrador que seguramente tendrá continuidad”, agregó.

La doctora Adriana Andrés aseguró que en la Escuela se promueve el “perfil de docente-investigador”, tanto para los estudiantes como para los graduados con vocación científica. El “gran desafío”, de cara al futuro, es consolidar equipos de investigación: “Diría que es la parte de mayor responsabilidad de la gestión: necesitamos recursos humanos propios de la región”.

La Escuela y el sector productivo

La directora recordó que inicialmente la Escuela estableció “alianzas estratégicas” que permitieron “abrir las puertas de la Universidad a productores, asociaciones, emprendedores e innovadores”. “En el presente, el imperativo es ordenar las respuestas mediante programas de acción”, manifestó.

“Tomamos contacto con el sector productivo de múltiples formas- continúa Andrés-. Fundamentalmente lo hacemos proponiendo que nuestros estudiantes puedan realizar sus trabajos finales de grado en el campo de un productor, en un laboratorio de semillas o en una cooperativa. Ese es un modelo que hemos implementado y que arroja muy buenos resultados porque. Al mismo tiempo, los estudiantes se prueban en el ejercicio profesional guiados por directores y co-directores externos o propios de la Universidad”.

Además de las alianzas estratégicas con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas, la Comisión de Investigaciones Científicas y otras universidades, la UNNOBA está participando de convocatorias del Ministerio de Agricultura y del Ministerio de Educación. “Una de estas iniciativas es `Doctorar´, que apunta a ingenieros interesados en doctorarse; otra es el proyecto `Delta G´ para aumentar la cantidad de ingenieros que necesita el país; otra es de mejora de infraestructura y procedimientos de higiene y seguridad”, informó.

“En particular, el Proyecto AGROVALOR nos permitirá desarrollar unidades productivas demostrativas en el ámbito regional, una relacionada con el sector porcino en el campo experimental de Junín y la otra relacionada con el mejoramiento genético y la actividad semillera en Pergamino”, anunció.