Una nueva manera de enfrentar los conflictos

conflictosAna María Lamachia es abogada y mediadora del Ministerio de Justicia de la Nación. Ella se muestra confiada y cree que realmente se puede “educar para la paz y aprender a dialogar”. Por eso dicta charlas y cursos, como el que brinda desde el Instituto de Posgrado sobre “Mediación de los conflictos”.

La mediación no sólo permite evitar la judicialización de todos los conflictos, “es un cambio de paradigma”, define Lamachia, que propone “descubrir cuáles son los intereses que tiene la otra persona y por qué no descubrir los intereses propios también”. Llegar a un acuerdo o mínimamente transformar la relación que se tiene con el otro, son objetivos alcanzables.

La dificultad de encontrar soluciones a los conflictos está dada por una base que determina la situación: “Por una cuestión cultural estamos acostumbrados a resolver los conflictos por medio de la fuerza”, sentencia la docente de posgrado. Sin embargo, para ella se puede arrancar por difundir, y “que la gente sepa las distintas formas que hay de resolver los problemas y conflictos”.

“La mediación, la conciliación, el arbitraje, permiten que las personas, aunque estén enojadas, puedan negociar o someter el proceso a un mediador”, indica Lamachia. Se define la mediación como una negociación asistida por un tercero neutral, que trata que las partes lleguen a un acuerdo satisfactorio para todos. “Sin embargo hay gente que quiere ir al litigio: están tan enojados que necesitan llegar a las últimas consecuencias”, relata.

El origen de estos métodos de resolución de conflictos es alimentado desde la filosofía, la sociología, la psicología: “Se necesita de la interdisciplina porque estamos trabajando sobre conflictos complejos, que no tienen solución simple a través de una norma. Por eso los abogados tuvimos que empezar a trabajar de una manera diferente, más flexible. Ante determinados conflictos no hay solución por parte de una normativa, entonces hay que utilizar estrategias diferentes de intervención para poder encontrar la solución”.

En este sentido, Lamachia cuenta que el curso de posgrado lo brinda junto a otra abogada mediadora, Rosario Sánchez, y con una psicoanalista, Alicia Iacuzzi.

Sobre la difícil relación con lo normativo, Lamachia ejemplifica: “Hay cuestiones de violencia que no son mediables, porque son conductas repetidas, cotidianas, que se tornan naturales. Entonces no se puede sentar a dos personas enfermas, tanto víctima como victimario, incluso puede costar darse cuenta cuál es cuál. Por lo tanto para abordar estos problemas no alcanza la mirada jurídica”.

La primera ley de mediación prejudicial obligatoria en Argentina es de 1995. Implicó la obligatoriedad de concurrir a una audiencia previa al juicio, “aunque la esencia del procedimiento de mediación es que sea voluntario, que no tenga coacción”.

– El hecho de que la violencia, tanto física como simbólica, se manifieste rápidamente, ¿está asociado con la idea de la legitimidad del castigo? Ya que la vía más rápida de castigar es hacerlo uno mismo.

– Los planteos del paradigma de la “justicia retributiva” se relacionan con el eje de tu pregunta. Pero nosotras desde el posgrado intentamos compartir otro paradigma, que es la “justicia restaurativa”. Es una corriente muy novedosa que nos ofrece otra manera de hacer responsable al que comete el hecho delictivo. Se trata de pensar que no sólo hay una víctima individual del delito, sino también una víctima colectiva que es la comunidad, y que está esperando una solución respecto de los delitos. Mediante la “justicia restaurativa” la persona se hace responsable del hecho que cometió y hace algo para restaurar el daño a la comunidad. Un ejemplo son las tareas comunitarias. Desde la fiscalía general se están firmando convenios con los municipios de este departamento judicial para hacer efectivo este planteo, porque necesitamos de instituciones que nos den el espacio para que las personas que cometieron un delito se puedan insertar y realicen una tarea comunitaria.

– ¿Es posible nutrir a instituciones como escuelas o clubes con estrategias de mediación?

– Sí, de hecho lo estamos haciendo, por ejemplo con la escuela de árbitros. También lo hacemos con las escuelas de Junín. Hemos trabajado con la institución policial y con el servicio penitenciario. Estamos en la escuela de líderes sociales y en Comercio e Industria con las empresas. Además hemos trabajado con la gente de tránsito del municipio. Todos espacios e instituciones que pueden plantear la resolución de los problemas de forma pacífica. Personalmente trabajé con un grupo de jóvenes por el tema de la seguridad en los boliches. Es un espectro muy amplio y lo podemos trasladar porque estamos convencidos de que es eficaz.

Lamachia quiere dejar en claro que “no todas las cuestiones se pueden resolver pacíficamente porque hay personas con las cuales es difícil llegar al entendimiento”. Pero agrega: “Estoy convencida de que mediante una buena comunicación y un buen diálogo se pueden solucionar los problemas. Y entre todos debemos apuntar a algo mucho más profundo, que es un cambio cultural”.

Curso de posgrado

El curso “Mediación de conflictos complejos” se dictará en el segundo cuatrimestre en Pergamino. En Junín se dictó en 2013 y 2014. Para más información, consultar a: cursosposgrado@unnoba.edu.ar o a 02477-409500, interno 21201.