Ciencia para el desarrollo de la región

20161205-_DSC9805Por el doctor Guillermo Tamarit

Hace pocos días realizamos el taller de “Análisis y evaluación de los resultados científicos y tecnológicos de la UNNOBA”. En esa oportunidad expresé que la investigación debe ser la locomotora que “arrastre” al resto de las acciones de la institución, por ser la actividad que garantiza la calidad de las prestaciones universitarias.

En el balance, valoramos en forma positiva las cuestiones iniciales referidas a las actividades de ciencia, tecnología e innovación, desde la puesta en marcha de la universidad hasta la actualidad. Sin embargo necesitamos llegar a otro nivel de respuesta en el Sistema Nacional Científico y Tecnológico, de cara a los nuevos desafíos.

Estas afirmaciones las realizamos en el contexto de una institución como la UNNOBA, que partió con un acotado acervo científico-tecnológico y, en una década, ha desarrollado un notable perfil en la materia, reafirmando su compromiso con el desarrollo socioeconómico de la región, sus instituciones y, especialmente, sus empresas y su sector productivo.

Las actividades de investigación se apoyan, en primer lugar, en la formación de recursos humanos altamente calificados. Podemos decir que hoy contamos con 127 docentes investigadores categorizados en el sistema nacional, 87 becarios, 34 en estudios de grado y 53 de postgrado y 74 proyectos de investigación, entre convocatorias internas de la UNNOBA y externas del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, el CONICET, la CIC, el INTA, entre otros organismos.

Esto implicó también la inversión y el desarrollo de la infraestructura y equipamiento. Actualmente están funcionando siete laboratorios entre Junín y Pergamino que abarcan toda nuestra gama de investigaciones, más los proyectados para construir y ampliar en el año 2017. También, la organización de Centros e Institutos que son indispensables para el desarrollo de la actividad, algunos asociados con la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires, con el CONICET, y con el INTA.

Además, llevamos adelante gestiones en innovación y vinculación tecnológica, asociaciones estratégicas como la Unidad Integrada UNNOBA-INTA, con más de 100 docentes, investigadores y extensionistas involucrados; el Programa de Jóvenes Emprendedores y creación de unidades de negocios, que articula acciones con organismos nacionales, provinciales y especialmente locales, las Casas de la Producción Municipales de Junín y Pergamino y las secretarías de producción de los municipios de toda la región.

En la actualidad, tenemos en marcha proyectos de innovación y transferencia de tecnologías sobre medioambiente y cambio climático, a través del proyecto Desarrollo de un Sistema Soporte de Decisión para la Cuenca Alta del Río Salado; en la Agroindustria, a través de los proyectos Macro y Micro encapsulación de bioproductos y agentes agroquímicos de aplicación a semillas, una asociación UNNOBA Rizobacter Argentina SA; nuevos métodos de cultivo y crio preservación de embriones generados por fertilización in vitro para la producción de hembras de razas bovinas lecheras, una asociación UNNOBA-Eolia SA- Munard SA.; la Creación de un centro de desarrollo tecnológico para brindar servicios en biotecnologías de la reproducción bovina y otros ganados en provincias de Buenos Aires y Corrientes.

Se encuentran en etapa exploratoria: la producción de una bacteria en alta escala que se utiliza para el control del barigüí (CIBA|BIOMES), software para ejecutar y controlar tareas en un criadero de pollos automatizado, detección de pesca furtiva con drones, proyecto “Labrador”, orientado a personas con discapacidad visual para que puedan movilizarse y llegar a diferentes destinos con mayor seguridad, y un proyecto para el fortalecimiento de la cadena porcina.

Nuestras líneas de investigación para los próximos años van desde biodiversidad; mejoramiento genético y biotecnología; optimización en el uso de las herramientas informáticas y TICs; desarrollo de indicadores de sustentabilidad económica y social; producción de energías alternativas; reconversión sistema productivo desde el Diseño; nuevas tecnologías aplicada a la Educación; desarrollo socioeconómico de la región; el rol de la Enfermería; la Comunicación en el equipo de Salud; hasta el desarrollo de diagnósticos e indicadores socio-sanitarios de la región NOBA.

Todos estos esfuerzos han convertido a la UNNOBA en una de las universidades que, proporcionalmente, más invierte en ciencia y técnica de todo el sistema. Y pretendemos invertir más, pero no solo para saldar formaciones personales o desarrollos puntuales, sino para mostrar que hay otro modelo institucional en el que, cuando predomina la ciencia y la tecnología y se asocian a actividades de calidad, se genera un gran impacto en el sistema socioproductivo de la región.

Hemos avanzado, pero siempre es más lo que queda por hacer. Estos logros sostienen el rumbo de una Universidad que se vincula con el resto del sistema, no sólo el científico-tecnológico público, sino con el sector privado, las empresas y los productores. Esta relación nos obliga a redoblar nuestro esfuerzo, a ser cada vez más creativos y estar a la altura de las expectativas que la sociedad deposita en su Universidad.