Trigo: el desafío de aumentar el rendimiento sin disminuir la calidad

p6El trigo es un cultivo crucial para la producción de alimentos, ya que se encuentra presente como insumo en la gran mayoría de ellos. Por eso, aumentar su rendimiento para abastecer las demandas de un mercado creciente es uno de los mayores desafíos que enfrentan los sistemas productivos. En diálogo con El Universitario, Fernanda González, profesora adjunta de Producción Vegetal de Ingeniería Agronómica, reconoció que la producción aumentó significativamente y opinó que, en el futuro, el eje debe estar puesto en la calidad.

“Las perspectivas para este cultivo en Argentina son mucho mejores, luego de la caída significativa que habían sufrido los niveles de siembra”, describió. De hecho, en esta campaña se sembraron 5 millones de hectáreas, porque “el cultivo se volvió más atractivo”. Sin embargo, advirtió que a nivel mundial “hay cosecha récord”, lo que puede dificultar la comercialización. “Es allí donde la calidad puede generar ventajas comparativas”, expresó.

En este escenario, a juicio de la profesional que se desempeña en la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Pergamino y en el Centro de Investigaciones y Transferencia del Noroeste de Buenos Aires (CITNOBA), hay que mejorar la calidad de la producción. “El año pasado el rendimiento fue bueno, pero la calidad no fue tal debido a la falta de fertilización nitrogenada”, explicó.

Al respecto añadió: “Los cultivares de trigo se dividen en tres grupos según su calidad y la mayoría del germoplasma [conjunto de genes vegetales] que circula es de calidad intermedia. Es decir, que el problema no es de la semilla, sino de manejo”. “Se fertiliza poco debido a la falta de incentivos y de pago por calidad”, añadió la investigadora.

Por más investigación

En otro orden, la ingeniera agrónoma Fernanda González señaló que las compañías que realizan mejoramiento de trigo tienen dificultades para la incorporación de tecnología, debido a que no tienen un retorno económico importante por la venta de semilla. “Esto no pasa en los híbridos que tienen mucha tecnología puesta en la semilla. Esperemos que los nuevos proyectos de ley de semillas que recién entran al Congreso para su debate puedan solucionar este tema”, planteó.

La especialista consideró, no obstante, que “existen sólidas líneas de investigación en trigo, con un rol protagónico del Estado, a través de los estudios que se realizan a nivel de las universidades, institutos del CONICET y del INTA, además de algunas asociaciones público-privadas. En esta línea comentó que las principales áreas del trabajo científico están orientadas a mejorar el rendimiento potencial y el comportamiento frente a diversos factores de estrés vegetal que le impiden alcanzar al trigo su máximo rendimiento.

En relación al comportamiento del mercado para este cultivo, la docente precisó que en Argentina menos de la mitad del caudal de producción se emplea para abastecer el mercado interno y el resto es saldo exportable. “Nuestro país produce más trigo que el que necesita y eso aporta una ventaja comparativa”, opinó.
“Argentina es uno de los pocos países de la región, y del mundo, que puede producir más de lo que necesita para abastecer su consumo interno en todos los cultivos de granos. Esa es una posición privilegiada que hay que explotar”, señaló González.

En este plano, consideró que el principal desafío es potenciar la capacidad productiva. “El trigo es un cereal muy importante porque se usa en varias cadenas de la industria alimentaria y está presente en gran parte de las dietas para consumo humano. A nivel mundial hay estimaciones que indican que hacia el 2050 se deberá duplicar la producción mundial, debido al incremento de la población y al mejoramiento en la calidad de las dietas”, dijo. Al respecto consideró que esta es una “gran oportunidad para Argentina”.

“El imperativo a nivel mundial es aumentar el potencial de rendimiento de trigo sin disminuir la calidad”, remarcó la especialista y continuó: “En muchos países la tasa de ganancia va cayendo y se estima que no se va a alcanzar a producir la cantidad necesaria para abastecer una demanda creciente. En este escenario es que surgen asociaciones a nivel internacional dedicadas a la investigación, de las que Argentina forma parte. Lo que se busca es mejorar el rendimiento potencial porque no se espera que aumenten las hectáreas producidas, sino que se incrementen los rendimientos obtenidos, y una forma de hacerlo de manera sustentable es mejorando los potenciales de rendimiento”.