Quinteros: “El periódico es un actor político más”

QuinterosGuillermo Quinteros, docente del doctorado en Historia que se dicta en la UNNOBA, define a los periódicos como “actores políticos” que tienden a influenciar tanto a los lectores como a los tres poderes del Estado. Esta afirmación no es una simple opinión, sino que es el resultado de años de investigación.
El proyecto sobre el que Quinteros trabajó se denomina “Periodismo y Revolución de Mayo”. “Nació con esa temática y luego se fue ampliando y diversificando”, planteó. En ese marco, Quinteros hizo un estudio exhaustivo de los medios de comunicación (principalmente los periódicos) desde la época de la Colonia hasta la actualidad, en el que analizó el vínculo entre estos medios y el ejercicio de la política.
“Concebimos el periódico como un actor político más, dentro de los actores políticos que existen en la sociedad”, señala para luego ampliar: “Nosotros tenemos una gran diversidad, podemos hablar de tendencias políticas, no solamente de partidos propiamente dichos, porque los partidos políticos tradicionales, clásicos de los siglos XIX y XX, no tienen el mismo perfil que tenían por entonces. Hoy hay otra dinámica, la cosa es más cambiante, y estudiar un partido político se torna bastante más difícil. Lo mismo ocurre con el periodismo, con el periódico y con los periodistas que trabajan dentro de un periódico. También ellos cambian de perspectiva, el periódico como empresa periodística puede establecer algunas alianzas, puede estar sujeto a presiones, o a corrientes partidarias específicas. Pero está la otra parte que es muy interesante, y por la cual nosotros lo consideramos un actor político, y es que también tiende a influenciar, por lo menos a dos sectores claros: a los lectores con quienes tiene un contrato de lectura, así como al Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial de turno, con quien suele establecer alguna forma de vínculo”.

Evolución de los medios
Así como los partidos políticos eran instituciones de más fácil definición hace cien años atrás, también lo era un periódico: la realidad se ha complejizado en un escenario en el que aparecen los multimedios y confluyen diferentes soportes: gráfico, audiovisual, digital. “Por eso se habla de la problemática de su estudio”, desliza Quinteros.
Haciendo un breve repaso de ese proceso, el historiador sostiene que los periódicos del siglo XIX no eran comerciales ni estaban concebidos como empresas periodísticas. “Estaban destinados a un público bastante reducido, ya que la mayor parte de la población era analfabeta”, explica. Por tal motivo, era el propio gobierno el que los financiaba, “y ahí había una vinculación directa entre el editor y redactor, con el poder de turno”.
Quinteros subraya que “los periódicos que nacen, y coinciden, en toda Latinoamérica, son los periódicos de la Independencia, los de la Revolución”. Es decir que se podría afirmar que, en principio, todos se originaron “como órganos políticos antes que como órganos periodísticos”.
En tal sentido, recuerda los debates entre Domingo Faustino Sarmiento y Juan Bautista Alberdi sobre las “formas de diseñar un país”. Y es en ese momento en el que “empieza a aparecer, mezclado, el otro periodismo, que ya no es simplemente el político que hace periodismo, sino el periodista profesional”.
Con la aparición de la empresa periodística, también comienza un proceso de especialización del oficio, y surge el periodismo policial, político, económico, deportivo, de interés general, o de espectáculos. “Es decir que a comienzos del siglo XX empieza a diversificarse –resume Quinteros– pero ya con una población enormemente alfabetizada. Sin embargo, de manera paralela, subsisten, por ejemplo, los periódicos partidarios, los sindicales, y aún en el caso de Latinoamérica y Estados Unidos, los periódicos de las colectividades”.
En simultáneo a esa diversificación, “aparece la profesión del periodista y los periódicos que dicen ser profesionales, es decir, los que aseguran ‘nosotros no estamos ni a favor ni en contra del Gobierno’. Esta es otra complejidad, porque el objetivo de ese periódico es la noticia o la información, pero al mismo tiempo está lucrando, y ahí es donde empiezan a aparecer las tensiones”. Esas complejidades se fueron profundizando con “la llegada de los multimedios, Internet, y la rapidez de la noticia”.