“No creo en el divorcio entre lo abstracto y lo figurativo”
“Siempre he sentido al arte, ante todo, como una aventura. La pintura ha sido para mí una forma de entenderme con el mundo”, expresó el maestro Luis Felipe “Xuxo” Noé en el marco de un colorido homenaje que la Universidad le rindió al artista plástico.
Violines, violonchelos y platillos expresaban a través de sonidos encadenados los misterios de las pasiones humanas, a la vez que un conjunto de artistas plásticos plasmaban en sus obras lo que percibían de estas melodías, en un trabajo conjunto que había comenzado un día antes a través del Laboratorio Interdisciplinario de Arte. Noé observó la creación de estos artistas inspirados por música como preludio a ser declarado Visitante Ilustre por la Universidad y Huésped de Honor por parte de la Municipalidad de Junín.
La vicerrectora Danya Tavela planteó que el homenaje a Noé es un reconocimiento “a los miles y miles de artistas que contribuyen y contribuyeron a la historia”, que lograron con su arte “la trascendencia del hombre” y que le permitieron “ser libre a través del engrandecimiento de su espíritu”.
“Como comunidad universitaria nos sentimos muy orgullosos de que este espacio de arte se haya desarrollado en nuestra casa, que nos acompañen en el camino de la preservación, transmisión y difusión de la cultura”, sostuvo Tavela.
El artista plástico tiene 81años y ha recibido importantes premios en el mundo artístico, entre los que se destacan: el Premio Nacional Di Tella en 1963, el Premio Konex (en tres oportunidades) y el Gran Premio Fondo Nacional de las Artes. Además de pintar en Buenos Aires llevó su arte a Nueva York y París. También fue creador del grupo “Nueva Figuración” junto a Ernesto Deira, Rómulo Macció y Jorge de la Vega.
El artista contó en el acto de homenaje que fue influenciado por su padre para adentrase en el mundo del arte. “Cuando nací mi padre ya había publicado dos antologías de la poesía argentina y, si bien se dedicó a la literatura, fue quien me acercó a lo cultural y a la pintura”, relató.
Noé reconoció que desde niño se sintió atraído por el mundo de la imagen: así como los chicos identifican marcas de autos, él identificaba a los autores de los cuadros. “Tenía once años cuando visitaba los salones nacionales con mi padre y le decía ‘este cuadro es de tal o cual’ pintor”, recordó.
Categorías en el arte
El homenajeado se refirió al supuesto divorcio entre el arte abstracto y figurativo, que se planteaba en los años sesenta: “Para mí la imagen tiene que decir algo y el lenguaje siempre oscila entre lo concreto y lo abstracto, por lo que no creo en el divorcio entre lo abstracto y lo figurativo”.
“En todo caso, creo que todo artista, cuando comienza una obra, es como cuando una persona llega a una estación de tren: sabe el nombre del lugar de destino pero no conoce ni el recorrido ni el lugar donde arribar”, planteó Noé. Y agregó: “Creo que como el tren va recorriendo estaciones, el artista atraviesa etapas”.
“Yo empecé tomando un tren llamado Caos porque nunca entendí que la imagen tenía que ser ordenada, sin embargo no quiere decir que caos sea equivalente a desorden. Orden y desorden son categorías estáticas, en cambio para mí el caos es algo que cambia a través de sí”, sostuvo el artista.
“Creo que la obra es a través de nuestra relación con esa creación, por lo que hay un modo de ser de la obra que es un modo de ser nuestro”, reflexionó.
Por último Noé expresó que no cree en los bocetos porque los “bocetos son parte de la obra”, así como el “artista es parte de la obra”. “El boceto no es otra cosa que la verdadera obra. Es en el boceto donde el artista pone toda la energía para la concepción”.