Binder: “El juicio por jurados es el mejor modo de enseñar cultura cívica”
El doctor Alberto Binder, vicepresidente del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP), consideró que la aprobación del sistema de juicios por jurados en la provincia de Buenos Aires “es posiblemente una de las noticias más importantes que se ha producido en el mundo judicial en muchísimo tiempo”.
Binder, que visitó la Universidad para inaugurar el Curso sobre Litigación Oral, se definió entre quienes piensan que “si el país hubiera hecho caso a los que diseñaron el primer Código Penal en 1870, hoy tendríamos otra cultura jurídica y otra forma de vivir la legalidad”.
“Soy un defensor del juicio por jurados porque es uno de los mecanismos de participación ciudadana más real, en el que el ciudadano es convocado para uno de los actos de gobierno más importantes, y por lo tanto es una cuña de participación ciudadana como ninguna otra”, resaltó.
En este punto, el especialista recordó que “una parte de las garantías se construyeron históricamente en torno al jurado, para tener un juicio de mayor calidad, más sofisticado y complejo”.
Con respecto al impacto que tendrán los juicios por jurados a nivel de la ciudadanía, Binder planteó que no sólo es el mejor modo de generar participación ciudadana, sino “de enseñar cultura cívica”, porque “cada una de las doce personas que ofician como jueces vuelven a sus comunidades con una comprensión del problema de la ley totalmente distinta”.
Cuidar la institución
Sobre quienes se oponen al sistema por entender que los miembros del jurado están condicionados por preconceptos en torno a los hechos que juzgan, Binder opinó que “normalmente más prejuicios tiene quien está siempre juzgando”. “Al juez profesional, que todos los días juzga casos y que de alguna manera explora el lado oscuro de la sociedad, se le genera una especie de enfermedad no querida que es el ‘habitualismo’. No es fácil resistir psicológicamente y, de hecho, hay asociaciones de jueces que plantean que nadie puede ser juez penal por mucho tiempo”, agregó.
En este plano, Binder admitió que “como en toda institución de juzgamiento compleja habrá errores” y remarcó que frente a ellos “deberá existir una preocupación por cuidar la decisión del jurado”. “Ese deberá ser el objetivo de la Justicia Penal”, añadió.
“El jurado deberá tener decisiones de calidad y para ello deberemos tener un litigio de calidad. Esto vale para los jurados como para cualquier otro tipo de juicio; no hay sentencias de alta calidad precedidas por litigios de mala calidad”, remarcó.
El profesional disertó en el primer encuentro del Curso sobre Litigación Oral, que fue organizado por la Universidad en conjunto con el Colegio de Abogados y el Colegio de Magistrados del Departamento Judicial de Pergamino. Se mostró optimista al aseverar que “el sistema está acompañado por una audiencia de selección que aporta estándares de capacitación y habilidades superiores en quienes intervienen”.
Un desafío para el sistema
Alberto Binder consideró que quienes más tienen que aprender para llevar adelante la institución del jurado son los propios actores del sistema judicial. “El juez necesita un nuevo profesionalismo para dirigir una audiencia más compleja, y los abogados litigantes deberán dar un salto de calidad porque se van a encontrar con un tribunal que necesitará que se le muestre la prueba de modo claro y transparente”.
“Todo eso significa la adaptación de dinámicas en el funcionamiento del sistema, y esto coopera con el proceso de democratización de la Justicia”, concluyó el especialista.
Perfil de Binder
Es profesor de posgrado de Derecho Procesal Penal en la Universidad de Buenos Aires. Abogado y doctor en Derecho. Es fundador y vicepresidente del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP) así como miembro de la Asociación Argentina de Derecho Procesal y del Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal. Ha sido asesor técnico en los procesos de reforma judicial en Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay, Ecuador, Venezuela, Honduras, El Salvador, Guatemala, República Dominicana y otros países de América Latina.