Sembrar conocimiento, cosechar futuro

Por Ana Sagastume
Para muchos jóvenes y familias, la universidad representa la esperanza de alcanzar una vida mejor. Sin embargo, su impacto no se limita a los estudiantes: también es un recurso valioso para las empresas que buscan crecer.
Al contar con profesionales bien formados y comprometidos con su comunidad, las organizaciones son capaces de mejorar la calidad de los productos y servicios que brindan, al mismo tiempo que ampliar su alcance.
Desde su primera graduación en 2008, la UNNOBA ha formado a casi 5.000 nuevos profesionales, muchos de los cuales eligieron brindar sus conocimientos en empresas y organizaciones de sus ciudades de origen.
Entre las localidades de procedencia de los estudiantes, Junín y Pergamino son las más importantes, pero también se destacan Lincoln, Chacabuco, Rojas, Bragado, Los Toldos, General Arenales, Vedia, Arrecifes, Salto, 9 de Julio, Colón, General Pinto, Florentino Ameghino, Chivilcoy y San Nicolás. En conjunto, todas estas pequeñas localidades representan más del 40% de los graduados que ha brindado la UNNOBA para la región.

Los responsables de las empresas y organizaciones destacan determinadas cualidades de los profesionales formados en la UNNOBA: solidez en sus conocimientos, flexibilidad, compromiso con su región y formación integral.
Más que técnica: una visión completa
Rizobacter es una empresa global de Pergamino, nacida en la década del 70 de una manera muy sencilla (parte de la leyenda relata que comenzaron en un “garage”). Cuenta con, aproximadamente, 800 trabajadores en el mundo, de los cuales 500 están en Argentina y 300, en particular, en Pergamino. En la actualidad, es líder mundial en inoculantes biológicos para el agro. “Uno de cada cuatro campos son tratados con productos de Rizobacter”, aporta, con orgullo, Inés Pitar, jefa de Atracción de Talento.
Pitar destaca que los graduados de la UNNOBA se caracterizan por combinar sus “conocimientos técnicos” con una “visión holística” de los problemas a resolver. Por un lado, según plantea, “son profesionales que trabajan con mucha autonomía, a partir de una sólida formación que los habilita a tomar decisiones”. Pero, por el otro, gracias a la formación integral que recibieron, son flexibles y capaces de adaptarse a múltiples situaciones: “La formación de base contribuye a su plasticidad y a que puedan brindar lo mejor. Poseen las herramientas que les permiten realizar un abordaje integral de cada situación”.

En Rizobacter trabajan licenciados en genética, ingenieros agrónomos y contadores de la UNNOBA. “Son personas muy proactivas, que siempre van para adelante y se ‘echaron al hombro’ verdaderos desafíos en la empresa. La calidad de su trabajo es excelente”, asegura Pitar.
Formación que se adapta a la cultura empresarial
Naldo es una compañía oriunda de Junín que se dedica a la venta de electrodomésticos, artículos para el hogar y tecnología, contando con casi 100 sucursales en todo el país. En Junín, tiene alrededor de 50 profesionales de la UNNOBA trabajando, quienes proceden de distintas carreras: Contador Público, Licenciatura en Administración, Diseño Gráfico, Ingeniería Industrial, Ingeniería en Informática y Abogacía. Muchos de ellos comenzaron en roles iniciales y hoy ocupan puestos claves dentro de la empresa (incluso, gerencias) en las áreas contables, legales, de programación y comerciales.
De acuerdo a Rodolfo Guazzaroni, gerente general, los profesionales de la UNNOBA fueron cruciales en el desarrollo de la firma: “Naldo es una empresa del mundo retail, con más de 60 años de vida, que, en los últimos años, ha tenido un importante crecimiento a nivel nacional. Ello ha requerido el mejoramiento de procesos internos de negocio, tanto logísticos, como comerciales, de sistemas de gestión y de control interno, todas transformaciones influenciadas por clientes que consumen tanto en nuestros locales físicos como en plataformas virtuales. En este mejoramiento de procesos, fue de mucha utilidad la incorporación de egresados de la UNNOBA”.

“Para nosotros fue muy beneficioso tener una Universidad cerca que nos nutra de colaboradores con conocimientos académicos. No solo valoramos su formación, sino que, por ser de acá, se adaptan muy bien a nuestra cultura empresarial“, plantea Guazzaroni.
Impulsando la eficiencia
Ingeniería MEGA es una compañía asentada en Lincoln desde hace más de tres décadas. Se especializa en el desarrollo de tecnología para el secado de granos, exportando a más de 35 países. Cuenta también con una unidad dedicada a energías renovables para empresas.
Para Carolina Serra, coordinadora de Gestión de las Personas, los profesionales formados en la UNNOBA han tenido un rol crucial a la hora de mejorar la competitividad de la empresa. Para sostener su argumento, se refiere a dos ingenieros industriales que hoy son parte del staff: “Un ejemplo es el caso del actual jefe de Logística, que logró mejorar notablemente la eficiencia del área a partir de un proyecto que fue la base de su tesis de grado (Nicolás Anido). Otro para remarcar es el de nuestro analista de Proyectos y Mejora Continua, responsable de liderar la implementación y el mantenimiento de las certificaciones ISO de la empresa (Guillermo Peralta)”.

Según Serra, los graduados de la UNNOBA se destacan por contar con una “formación sólida y actualizada, así como capacidad analítica”, atributos que los habilita a impulsar mejoras en la compañía. “Han demostrado un alto nivel de desempeño. Su perfil profesional se ajusta de manera precisa a las demandas y dinámicas del sector industrial”, sostiene.
Programar en “Primera A”
Es difícil imaginar el surgimiento y desarrollo de la empresa juninense Clarolab sin la existencia de la Universidad en la ciudad. De hecho, nació hace 18 años, simultáneamente a que la UNNOBA “sacara a la cancha” a sus primeros graduados. En la actualidad, el 90% del staff está constituido por informáticos de la UNNOBA y el 25% ocupan roles clave.
Francisco Vives (CEO) evoca los comienzos: “Clarolab surgió con la idea de programar en ‘Primera A’ desde Junín, y la presencia de la UNNOBA en la región lo hizo posible. Con graduados y desafíos informáticos, comenzamos a exportar software a Estados Unidos y España, tomando cada vez proyectos más complejos y encendiendo la idea de que ‘desde acá también se puede'”.

Vives elogia la calidad de los profesionales que integran la empresa: “Tanto graduados como estudiantes avanzados son reconocidos internacionalmente, lideran proyectos, ganan hackatons (desafíos de innovación), programan y validan sistemas de misión crítica, haciendo software que utilizan empresas como Microsoft, Google, Disney, Amazon, o en el pasado, la NASA. Actualmente, siguen adaptándose a los nuevos desafíos, como, por ejemplo, trabajar con data lakes e inteligencia artificial”.
Formarse para el agro del mañana
Croop Science es una división del holding de Bayer dedicada a la agroindustria. En la región posee dos plantas: “María Eugenia”, en Rojas, donde se ubica la planta de procesamiento de maíz más grande del mundo; y en Estación Fontezuela (partido de Pergamino), donde graduados y trabajadores se abocan a la investigación y desarrollo de productos para el agro.
Juan Manuel Piscera, líder de las estaciones experimentales de Fontezuela y Río Cuarto, considera que contar con estudiantes y profesionales de la UNNOBA fue clave para la compañía: “Aportan valor y nos permiten acercar a la juventud al agro del mañana“.

“La posibilidad de incorporar a estudiantes que realizan sus prácticas profesionales refuerza nuestra estrategia de articulación público-privada, que busca dejar capacidad instalada en el territorio, multiplicando oportunidades y potenciando el desarrollo de una agricultura más digital, inclusiva y sustentable“, señala Piscera.
Innovación con sabor local
Don Yeyo es una empresa ubicada en Chacabuco que elabora, hace más de treinta años, alimentos derivados de la harina (pastas frescas, panificados, tapas de empanadas, budines). Ramiro Galán, gerente de Recursos Humanos, plantea que los graduados de la UNNOBA han aportado “ideas innovadoras y soluciones prácticas en diversas áreas de Don Yeyo”. “Han trabajado en mejoras operativas, tecnológicas y metodológicas. Su participación ha sido clave para nuestro desarrollo y crecimiento”, puntualiza Galán.
Actualmente, Don Yeyo cuenta con profesionales de Alimentos, Ingeniería y Administración. “Valoramos tanto su preparación, como su compromiso y adaptación. Han demostrado gran capacidad para integrarse a equipos de trabajo“, añade Galán.

Universidad y empresas que crecen de la mano
Molinos Tassara es una empresa de Junín que históricamente se dedicó a la producción de harina de trigo. En los últimos años incursionó en nuevos mercados como los alimentos balanceados rumiantes y mascotas. En la actualidad, un 10% de sus colaboradores son graduados de la UNNOBA, especialmente de las carreras Ingeniería en Alimentos, Mecánica e Industrial. “Ocupan roles clave y aportan de manera significativa al crecimiento de nuestras unidades de negocio”, subraya Laura de Rosa, analista de marketing en la empresa.
Por otra parte, Lorena Bramajo, de Recursos Humanos, valora las Prácticas Profesionales Supervisadas (PPS) que surgen por convenios entre la empresa y la Universidad: “Son experiencias fundamentales, no solo para la empresa, sino también para los estudiantes. A través de ellas, los alumnos son capaces de aplicar los conocimientos adquiridos e incorporar nuevas herramientas. Permiten enriquecer la formación profesional y facilitan la inserción laboral futura”.

Candela Casanovas, también de Recursos Humanos, manifiesta: “Valoramos y reconocemos el impacto que tiene la UNNOBA en el desarrollo de Junín y la región. Su aporte es clave para el crecimiento sostenido de las empresas locales”.
Pasión por la ciencia
AgIdea es una empresa de Pergamino que brinda servicios a compañías (de biotecnología y semillas) en el desarrollo y posicionamiento de productos, previo a que sean lanzados al mercado. Desde este año, forma parte de la organización global SynTech Research Group.
De acuerdo a Paula Villagra (responsable de Recursos Humanos), la incorporación de graduados de la UNNOBA “ha sido crucial para consolidar los equipos y fortalecer la organización”. En ese sentido, remarca a las posiciones de liderazgo que hoy ocupan: “Varios profesionales han iniciado su camino en roles junior y, gracias a su compromiso y potencial, han logrado crecer internamente hasta ocupar cargos estratégicos”.

“Valoramos especialmente la sólida formación técnica con la que egresan de la Universidad, lo que les ha servido como base para seguir desarrollándose y asumir desafíos crecientes dentro de AgIdea”, expresa Villagra. Quienes hoy son parte de AgIdea proceden de las carreras Licenciatura en Genética, Ingeniería Agronómica y Contador Público.
La formación que nunca se detiene
El farmacéutico Juan Francisco Menéndez lidera en Junín dos empresas tecnológicas que, según sus propias palabras, dependen para su funcionamiento de profesionales universitarios. Agroinvest, por una parte, es la segunda productora del país de inoculantes para el agro. Biomen Technology, por la otra, realiza productos médicos para diagnósticos in vitro (tests de glucemia, COVID, hemocultivos).
Para Menéndez, la formación universitaria resulta necesaria como una base para comenzar la carrera en la empresa. “Luego, estos profesionales se capacitan, según la necesidad particular. La formación es continua”, explica. Para ejemplificar, el director de las empresas cita los casos de Noelia Rodríguez (licenciada en Genética) y Trinidad Mayol (estudiante de Ingeniería en Alimentos), quienes se especializaron en determinados métodos de control de calidad.

Además de estas dos profesionales de las carreras de genética y alimentos, en las empresas lideradas por Menéndez también trabajan ingenieros industriales y agrónomos. “La formación, por un lado, y la adaptación al puesto y a la tarea, por el otro, convierte a estos profesionales en indispensables dentro de la empresa”, asevera Menéndez.
Un futuro abierto al mundo
Barenbrug es una empresa global con presencia en los seis continentes, que posee su casa matriz en Holanda. En Argentina, cuenta con distintas unidades de negocio vinculadas al agro: semillas, inoculantes, coadyuvantes y protección de cultivos.
De acuerdo a Fernando Bato, gerente general de la compañía en Argentina, “los graduados de la UNNOBA tienen un nivel muy alto comparándolo con otras universidades”. “Poseen una sólida formación, se adaptan muy rápidamente a la actividad laboral de la compañía y tienen un futuro importante por delante“, afirma.

Más calidad en salud
Los profesionales de la UNNOBA no solamente contribuyen al crecimiento de las empresas, sino que también aportan la vida de las comunidades. Un ejemplo de ello son los que se gradúan de la Licenciatura en Enfermería, quienes contribuye a la salud de la región.
Los hospitales de Junín y Pergamino (Abraham Piñeyro y San José, respectivamente) son los centros sanitarios más importantes de la zona, tanto por la diversidad de especialidades que ofrecen, como por su envergadura. Allí colaboran tanto graduados de la carrera Licenciatura en Enfermería, como alumnas y alumnos que realizan prácticas profesionales.
“Los estudiantes demuestran una gran responsabilidad y están ávidos de aprender, siempre acompañados por docentes con una marcada trayectoria académica”, opina Germán Selva, supervisor de enfermería en Pergamino. En tanto, Mario Scévola, director adjunto del HIGA Junín, reflexiona: “El vínculo entre universidad y hospital permite que los estudiantes tengan espacios reales de práctica en una institución de alta complejidad como esta, y que nosotros recibamos estudiantes preparados, con formación académica sólida y sensibilidad social”.

Por otra parte, de acuerdo a Selva, los graduados de enfermería de la Universidad ingresan con una sólida formación académica, valores y gran compromiso social. “Contribuyen a la mejora de la calidad en la atención, promoviendo la seguridad, la eficiencia y la satisfacción del paciente”, resume.
Para Scévola, las enfermeras y enfermeros formados en la Universidad aportan conocimientos actualizados e ingresan con una fuerte vocación de servicio. “Muchos de ellos nacieron, estudiaron y hoy trabajan en esta misma región. Deciden quedarse, trabajar cerca de su gente y fortalecer el sistema de salud local“, describe.
“La relación entre el hospital y la Universidad es un ejemplo concreto de cómo la educación pública y la salud pública se articulan para mejorar la vida de las personas”, pondera el directivo juninense.
Talento para resolver conflictos
Graduados y estudiantes de Abogacía brindan sus conocimientos a la comunidad a través del Ministerio Público Fiscal de Junín. Algunos son alumnos avanzados que realizan prácticas, otros son empleados y, también, existen profesionales que lograron roles jerárquicos como funcionarios. En total, hay casi 30 personas de la UNNOBA trabajando para el Ministerio.
El fiscal Juan Manuel Mastrorilli elogia la “alta calidad académica, disposición y avidez para adquirir nuevos conocimientos” de las y los abogados, al mismo tiempo que recalca “su talento humano como capacidad de respuesta ante los conflictos que administra la institución”.

“Se advierte que, en todas las dependencias donde hay egresados de la UNNOBA, los procesos de trabajo han sido optimizados, como así también la atención al público y el abordaje de los delitos por cuestiones digitales”, remarca el fiscal.
Un motor para el desarrollo
La presencia de la UNNOBA en la región no solo transformó la vida de miles de jóvenes y familias, sino que también fortaleció el entramado productivo, social y cultural de las comunidades. Tanto empresas de distintos rubros —desde tecnológicas, hasta de alimentos y agropecuarias— como organizaciones encuentran en sus graduados la capacidad técnica y el compromiso que necesitan para crecer y mejorar.
A casi dos décadas de su primera cohorte, la Universidad se consolida como un motor de desarrollo regional: forma profesionales que eligen quedarse, innovar y construir oportunidades en su propio territorio. Ese círculo virtuoso —Universidad, empresas y comunidad— explica por qué la UNNOBA ya no puede ser vista solo como una institución académica, sino también como un actor estratégico para el futuro de la región.
Foto de portada y principal: Corresponde al licenciado en Genética de la UNNOBA Renzo Paganini, quien trabaja en la empresa Rizobacter (Gentileza: Rizobacter).
Adaptación de fotos: Lautaro Chiesa.