Un actor imprescindible en el equipo de Salud

p5El origen de la enfermería se remonta a tiempos lejanos, ya que la figura del cuidador estuvo presente en la mayoría de las culturas y sociedades.
“Originariamente, la enfermería estuvo practicada por personas de mala reputación: si nos remontamos a la historia eran prostitutas, ex presidiarias”, explica la licenciada María Mónica Lázzaro, coordinadora de la carrera de Enfermería de la UNNOBA.
En ese marco, Lázzaro señala que ese antecedente “de alguna manera, dejó su legado en la actualidad”, y es por ello que aún hoy otros agentes del sistema de salud, como los médicos, que gozan de una mirada social más considerada y de prestigio.
No obstante, Lázzaro remarca que “muy de a poco” eso se está revirtiendo: “La idea de formarse, de capacitarse permanentemente ha hecho que se valorice más a la enfermería. Hay muchas entidades y organizaciones internacionales que revalorizan el rol de la enfermera, porque es muy importante el trabajo de llevar el conocimiento y el cuidado a todas las comunidades, más allá de las culturas y las particularidades de cada lugar”.

El rol que cumple

p4-1María Mónica Lázzaro explica que el enfermero hoy cumple un papel clave dentro del “equipo extendido de salud”, como se lo nombra en la actualidad, puesto que “además del médico, el psicólogo o el asistente social está formado por otros profesionales y dentro de ellos, entre los más importantes, está el enfermero”.
Según Lázzaro, la tarea del profesional es más amplia de lo que era años atrás: “Estamos acostumbrados a ver al enfermero cumpliendo funciones asistenciales. Pero en realidad, hoy por hoy la enfermería tiene un rol más social que asistencial. Se ocupa del cuidado de la salud de las personas, no solamente en los hospitales y en las clínicas, sino también en la comunidad. Es decir, interesarnos por el usuario, que puede estar en la comunidad, el barrio, el club, una iglesia, o que pueden ser los niños de una escuela. El objetivo es tener una mirada más social y lograr en las personas sanas el autocuidado, que se alcanza a través de la prevención. Una de las principales estrategias o herramientas que tenemos es la educación para la salud”.
Por el lugar que ocupa dentro del sistema sanitario, el enfermero está presente en el desarrollo de una persona desde antes de que nazca hasta después de su fallecimiento: “El profesional de la enfermería brinda cuidados durante todo el ciclo vital, desde la concepción hasta la muerte, e inclusive en el seguimiento de la familia en la etapa de duelo. Está en los momentos más vulnerables y sensibles de la vida de un ser humano”.
Además, debe estar permanentemente “en el frente de batalla”, porque “es un cuidador por naturaleza, es la persona a la cual el paciente le tiene confianza porque lo ve como un par”, asegura la directora de la carrera en la UNNOBA.

Situación actual

Tan importante como la función que cumple la enfermería es el déficit en cuanto a la cantidad de profesionales de esta actividad, una problemática que excede a la Argentina y se extiende por todo el mundo.
La Organización Panamericana de Salud estableció como meta alcanzar una relación de tres enfermeros por médico. Sin embargo, este objetivo está lejos de convertirse en realidad. En nuestro país, existen 0,5 enfermeros profesionales por cada médico (según el Observatorio Federal de Recursos Humanos en Salud del año 2015). La cifra podría extenderse a 1,08 por cada médico, si se incluyera a otras personas con capacitaciones afines que cumplen con ese rol en determinados centros de salud (aunque, estrictamente, no son enfermeros por no haber hecho la carrera).
Además, un indicador de la relación entre la cantidad de enfermeros y médicos es el número de egresados anuales: de acuerdo al Congreso Argentino de Salud (2011) es que cada año egresan 4.000 nuevos médicos y solo 1.000 enfermeros.
Otro aspecto a tener en cuenta es la distribución desigual de enfermeros en diferentes regiones del país. El doctor Tomás Szumilo, integrante del Consejo Consultivo del Instituto Académico de Desarrollo Humano de la UNNOBA, comenta: “Hay una gran diferencia en la distribución de los enfermeros en el país, ya que se concentran en ciudades grandes, como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Mendoza y Salta tienen el mayor número de enfermeros profesionales. En tanto, hay regiones en donde el personal sin título habilitante puede llegar al 85%, como por ejemplo, en la Patagonia”.
Lázzaro coincide con el diagnóstico del déficit de profesionales: “A nivel provincial se hablaba de que faltaban unos 5.000 profesionales. Algo de eso se llegó a cubrir a través del Plan Eva Perón, que fue un curso de formación lanzado por el gobierno bonaerense en el año 2009. Aunque el plan no logró el equilibrio que se necesitaba, mejoró en parte en parte la relación entre la cantidad de enfermeros, dado que en la provincia había un enfermero cada dos médicos y, si bien no se pudo invertir esa relación, hoy es de un enfermero por médico”.

Profesionalización

p4Actualmente, la formación superior de Enfermería comprende en Argentina dos ciclos: el primero, de tres años, acerca a estudiantes al nivel académico de pregrado y otorga el título de Enfermero Universitario. El segundo, de dos años más, completa la formación de grado con la Licenciatura en Enfermería.
A partir del año 2007 se comenzó a notar en la Argentina un aumento en el número de ingresantes a las carreras universitarias de enfermería, que seis años más tarde alcanzó una suba de un 70%.
No obstante, “se evidencia un decrecimiento en los egresados en los últimos dos años considerados”, remarca Szumilo. Por otra parte, sólo un 30% de los ingresantes completan la carrera.
“El número de enfermeros es un indicador básico que define la salud de un país. Hay cada vez más pruebas de que los niveles inadecuados de profesionales de enfermería guardan relación con un aumento de los índices de mortalidad”, explica Szumilo.
Una de las dificultades que se advierte en el sistema de salud es que estos puestos muchas veces están cubiertos por personas que no alcanzaron su título. Y es el propio sistema el que lo permite, un escenario que se ve favorecido a partir de la escasez de recursos humanos.
El doctor Leandro Torsiglieri, director del Instituto Académico de Desarrollo Humano, explica por qué se da esta situación: “La forma en que se organizan los subsistemas público y privado, dentro de la Salud Pública tiene algunas diferencias. Dentro del subsector público se exige la matrícula para ejercer la tarea específica y mientras en el subsector privado, que es el que más ha ido creciendo en cantidad de camas, la necesidad los ha llevado a que tomen como profesionales de enfermería a quienes no han completado su formación. Nosotros, incluso, vemos alumnos de la carrera que están siendo demandados para ejercer esas tareas, sin haber completado su formación”.
Es por ello que Lázzaro destaca la importancia de la profesionalización de la actividad: “El enfermero universitario o el licenciado pasa por una formación institucional planificada previamente, adquiere conocimientos y hace uso del método científico. Durante muchísimos años la enfermería fue empírica. Hoy, estos conocimientos científicos le permiten hacer un abordaje y tomar decisiones, ya que conoce al ser humano en su integridad, holísticamente, no solamente desde el punto de vista de la enfermedad, sino también de la salud. Es decir que tiene un rol mucho más activo que antes. Por eso considero que en la actualidad no solamente está implicado en la enfermedad sino en el ser humano como un todo, desde el punto de vista psicosocial y espiritual”.


Proyectos

El Instituto Académico de Desarrollo Humano (IADH) de la UNNOBA puso en marcha algunos proyectos para optimizar los resultados académicos en la carrera de Enfermería.
Uno de las bases es el “reconocimiento del problema sustancial: deserción estudiantil y escaso número de egresados”. Para ello “se está trabajando en la individualización de casos problemáticos, para acompañar y contener al estudiante con problemáticas sociales, laborales o económicas”.
Asimismo, el IADH busca la “readecuación del currículum de la carrera, en base a directivas del Ministerio de Educación de la Nación”, así como la “articulación de convenios con entidades públicas y privadas para permitir la inserción laboral de los egresados universitarios”.
Finalmente, se promueve la “generación de cursos y capacitaciones para estudiantes avanzados o enfermeros universitarios en áreas críticas, como neonatología, infecciones, atención primaria, entre otras”.

La dama del candil

En el Día Internacional de la Enfermería se conmemora el nacimiento de Florence Nightingale (1820) considerada como la “fundadora” de la enfermería moderna.
Fue ella quien aplicó métodos estadísticos, otorgándole importancia a la higiene y la alimentación hospitalaria en la recuperación del enfermo. Además, organizó a las enfermeras colectivamente para darles una formación sistemática, tanto teórica como práctica.
También fue la primera mujer admitida en la Royal Statistical Society británica, además de miembro honorario de la American Statistical Association.
Con una profunda vocación, cada noche recorría los pasillos del hospital, caminando con un candil en su mano, velando por la salud de los internados, por lo que es conocida como la “dama del candil”.

Perfil

La coordinadora de la carrera de Enfermería de la UNNOBA, María Mónica Lázzaro, señala que el perfil del egresado para esta especialidad está orientado a un profesional “formado para cumplir funciones de prevención, de promoción, de rehabilitación, de asistencia”.
Y profundiza: “El objetivo que tenemos de ahora en más es que nuestros profesionales no solamente estén enfocados en la asistencia, sino también en la comunidad. Nos parecen muy interesantes otros tipos de trabajos comunitarios y también otras ramas de la enfermería que son menos conocidas, como la gestión, la administración, la docencia, la investigación”.