Los desafíos del reformismo en el presente y futuro

Por Josefina Mendoza*

Cuando nos preguntamos acerca de los desafíos y deudas del sistema universitario a 100 años de la Reforma Universitaria es imposible no repasar los principios y legados de aquella gesta histórica: autonomía, cogobierno, extensión universitaria, libertad de cátedra, excelencia académica a través de los concursos públicos, entre otros. Tampoco es posible recordar o conmemorar la Reforma sin mencionar el rol protagónico que cumplieron los estudiantes a la hora de romper con las viejas estructuras que dominaban la vida universitaria de aquel entonces.

Sin embargo, lo que propongo en estas breves líneas no es simplemente recordar sino, al contrario, intentar traer el reformismo al presente y el futuro más cercano. Los reformistas del 18 soñaron una Universidad donde el estudiante sea el centro de la escena y, sin dudas, creo que ese es nuestro mayor desafío en los tiempos que corren.

Construir una Universidad que realmente ponga el foco en el estudiante es construir una Universidad con posibilidades para todos. Una Universidad para los que trabajan ya sea con más cátedras o comisiones como con la implementación de nuevas dinámicas y tecnologías. Es la educación virtual, o a distancia, la que hace la diferencia ya que, en muchos casos, genera que los jóvenes puedan estudiar y desarrollarse profesionalmente en sus pueblos en lugar de alejarlos, la que genera mayor actividad económica, social y productiva.

Es imprescindible también trabajar en la articulación con todos los niveles del sistema educativo, fundamentalmente con el nivel secundario, de manera que permita reducir la brecha existente que muchas veces influye en los índices de deserción en el nivel superior. Dicha articulación puede trabajarse a través de tutorías académicas, acompañamiento e introducción a la vida universitaria, para lo cual cumple un rol trascendental toda la comunidad universitaria, pero en particular el movimiento estudiantil a través de centros de estudiantes y federaciones.
Por último creo que es fundamental trabajar en las áreas de vacancia o las llamadas carreras estratégicas para el desarrollo del país. No da lo mismo que un joven jujeño estudie derecho o licenciatura en Turismo, ya que ésta última es una de las áreas en las que más profesionales se necesitan hoy para el desarrollo económico y social de la provincia. Estoy convencida que muchos jóvenes necesitan del estímulo y la presencia del Estado para pensar en un futuro. Más allá de las posibilidades que ven al alcance de su mano, no debería definir su futuro el lugar donde nacieron.

Ahora bien, ¿es nuestro desafío sólo con aquellos que ya son parte del sistema universitario? Por supuesto que no. En Argentina de cada cien chicos que comienzan la escuela secundaria, sólo uno termina una carrera universitaria; el cincuenta por ciento abandona la escuela secundaria; el diecisiete por ciento de las jóvenes de entre 14 y 19 años tiene o tuvo un embarazo no planificado, de las cuales seis de cada diez no continúa sus estudios. Si sumamos estas cifras a los resultados de las evaluaciones Aprender, en las que notamos falencias en lecto-comprensión o cálculos matemáticos básicos, producto de un sistema que quedó obsoleto, por supuesto veremos que los desafíos son muchos y para nada sencillos.

Construir un sistema desde la integralidad, con oportunidades para todos, con excelencia académica y que articule lo académico con el mundo laboral, requerirá del esfuerzo de toda la sociedad. No bastará con la voluntad de las instituciones educativas o la decisión política del gobierno de turno: es una asignatura pendiente de todos y cada uno de los argentinos poner a la educación en el centro de la escena.
A cien años de aquella gesta histórica que marcó a fuego la Universidad argentina y latinoamericana, los y las estudiantes tenemos aún mucho por escribir, sólo debemos estar a la altura de las circunstancias. Debemos estar dispuestos a construir la Universidad de todos y para todos, la Universidad que necesita nuestro país.

*Estudiante avanzada de la Lic. en Relaciones Internacionales, UNICEN. 2011-2012: Consejera por la Carrera de Relaciones Internacionales. 2012-2013: Consejera Académica Facultad de Ciencias Humanas. 2014-2016: Vicepresidenta Federación Universitaria Argentina. 2016-2018: Presidenta Federación Universitaria Argentina. 2017-2021: Diputada Nacional por la Provincia de Buenos Aires, UCR-Cambiemos.