Plan Estratégico: la Universidad define su futuro

Florencia Castro

Las funciones propias de la Universidad están establecidas: enseñanza, investigación y extensión. Pero cada institución de nivel superior debe responder preguntas de fondo. ¿Cómo hacerlo?, ¿qué se aspira a ser?, ¿qué se busca de la enseñanza?, ¿qué perfil profesional y humano tendrán los graduados?, ¿cómo se da la integración con la comunidad y qué relación se concibe con el medio ambiente? El Universitario dialogó con Florencia Castro, secretaria Académica de la UNNOBA, para conocer el modo en que el Plan Estratégico 2013-2019 da respuesta a estos planteos.

El punto de partida fue la autoevaluación, que permitió constatar el proyecto institucional de la universidad con su realidad: “En ese proyecto participó parte de la comunidad local y toda la comunidad universitaria, con encuestas, comisiones de trabajo o con la modalidad que cada área estableció. A partir de ese análisis surgieron fortalezas y debilidades. El Plan Estratégico partió de ese diagnóstico”.

– ¿Qué propuesta de organización hicieron para garantizar la participación y el debate en un proyecto tan amplio como el del Plan Estratégico?
– Armamos subcomisiones de trabajo integradas por todos los claustros y una comisión central encargada de recopilar la información que se fue generando. Las comisiones trabajaron sobre cada uno de los ejes estratégicos (ver Cinco Ejes) y con el aporte de la comunidad. Se invitó a organismos de ciencia y técnica, colegios profesionales, organizaciones comunitarias, actores del sistema educativo. Cada institución participó en función de sus intereses y especificidades. Por ejemplo, la gente vinculada a la educación participó en la comisión de “Formación Integral”, y el INTA en la comisión de Investigación. Una vez que trabajamos en todas las líneas estratégicas se hizo una puesta en común, antes de que el texto del Plan Estratégico fuera aprobado por el Consejo Superior.

– La universidad es una organización compleja en la que cada una de sus partes cuenta con iniciativas propias, ¿de qué manera es posible pensar y efectuar acciones estratégicas en una institución de este tipo?
– Aunque es una institución compleja tiene una particularidad que no tiene ninguna otra: es cogobernada. Los órganos colegiados, de los que participa toda la comunidad universitaria, son los que deciden las políticas generales. Al margen de la impronta que puedan dar quienes conducen los órganos unipersonales, son las instancias colegiadas las que llevan a cabo la política de la institución. Van a ser los estudiantes, los docentes, los no docentes, los directores de las escuelas, los que tomen las decisiones generales. Es una particularidad que se da sólo en la universidad: podés armar una visión estratégica porque todos participan mediante la representación. Cuando se modifica un plan de estudio no lo decide el rector, lo decide la comunidad académica, que es la que establece por consenso las normas generales de la institución mediante sus representantes.

– ¿Cómo se puede pensar estratégicamente la demanda laboral y profesional de los estudiantes frente a algo tan dinámico como el mercado?
– Es un tema que se abordó desde distintos lugares. Por un lado se trabajó y discutió la pertinencia de la oferta académica. Esto implica trascender la pregunta por la calidad de los docentes o los laboratorios; es poder preguntarse si la carrera que se está dictando ayuda al crecimiento regional y nacional. ¿Qué necesita la comunidad para desarrollarse? es la pregunta a realizar. Y esto no implica sólo prestar atención a las demandas explícitas de la comunidad: hay que ir más allá. Así fue que, con participación de toda la comunidad, una comisión trabajó directamente sobre la pregunta ‘¿cuál es la oferta académica pertinente?’. No es algo tan simple, porque también hay que tener en cuenta que los recursos con los que se cuenta siempre son limitados, por más generosos que sean. Entonces hay que encauzarlos dentro de una oferta pertinente. Y los recursos no son sólo económicos, muchas veces la dificultad está en contar con los recursos humanos adecuados.

– Después de diez años de vida, ¿qué tipo de opinión tiene la comunidad académica y la región acerca de la Universidad?
– Eso se trabajó sobre todo en la Autoevaluación. Se consultó a representantes de distintos sectores de la región y el resultado fue muy bueno. La gente manifiesta en líneas generales que el impacto de la Universidad ha sido muy importante y marcan que ha generado un punto de inflexión. Cuando consultamos a la comunidad académica sobre el presente y el futuro de la universidad resultó que la percepción es muy buena en relación al presente y depositan gran expectativa en el camino que tiene por delante.


La dimensión académica
El gran desafío para toda institución educativa es responder a las demandas y problemáticas que plantea la dimensión académica. La dinámica social, laboral y de investigación científica hacen que la atención deba ser permanente.

Florencia Castro desarrolla algunos ejes considerados durante los debates y el armado del Plan Estratégico: “Hay una decisión de trabajar con otros niveles educativos y articular con sus docentes para permitir el tránsito hacia la universidad. Se debe fortalecer todo el sistema para que lleguen más estudiantes al nivel superior”.

“En ese sentido, una de las líneas de la articulación es brindar capacitación a los docentes del nivel medio mediante cursos con puntaje. Además se plantean articulaciones con los institutos de formación docente o de formación técnica, con los que hemos avanzado bastante con los ciclos de complementación curricular. Ya hicimos un ciclo de matemática, estamos haciendo uno de letras, y vamos a hacer uno para los técnicos radiólogos”, detalla.

Otra línea de acción que resalta la secretaria Académica es la que tiene que ver con el ingreso, permanencia y egreso del estudiante: “En relación al ingreso aparece como fundamental la articulación con el nivel medio, e incluso avanzar más allá del ingreso mediante la oferta de tutorías y el seguimiento de los estudiantes, sobre todo en el primer año de su cursada”.

En relación al egreso indica una realidad que fue tratada en las últimas reuniones: “En algunas carreras sucede que hay estudiantes a los que les quedan pocas materias para graduarse, o sólo les falta un trabajo final, pero ingresan al mercado laboral y les resulta difícil terminar sus estudios. La idea es trabajar en esto con programas focalizados en la finalización de las carreras que iniciaron”.

La formación de los docentes en actividad en la Universidad es un aspecto nodal. Sobre este tópico señala: “En relación a la capacitación docente de nuestros profesores, tanto en las técnicas pedagógicas como en lo disciplinar, se definieron líneas de capacitación. Y estos espacios para la formación de nuestro cuerpo docente pueden ser aprovechados también por cualquier profesional de la comunidad”.


Cinco ejes estratégicos:
– Inserción regional, nacional, latinoamericana e internacional;
– Fortalecimiento institucional;
– Formación integral;
– Generación y transferencia del conocimiento;
– Promoción de la cultura y el conocimiento.

“Una guía para la acción”
Castro: “Se trata de un plan que no es estático y que plantea líneas de acción generales para la toma de decisión de todos los órganos de gobierno, tanto de los unipersonales como de los colegiados.
La base metodológica que utilizamos es la de la Unión de Universidades Latinoamericanas, de la cual formamos parte. Al tener una guía para la acción podemos trabajar en conjunto para lograr el fin”.

Consulta a graduados
Castro: “La universidad hace un seguimiento de sus graduados. Qué inserción tienen en el mercado laboral, qué tareas están haciendo, si están conformes, qué opinión tienen sobre el plan de estudio, si les ha aportado las herramientas necesarias, etc. Esa información se trabaja en las comisiones de seguimiento de los planes de estudio. Son opiniones importantes a considerar”.