‘Ahlan sahlan’ al mundo árabe

Zulma

Zulma Brahim vive en Ascensión. A poco más de media hora de viaje desde Junín, la localidad se caracteriza por tener una importante comunidad de origen árabe. La familia de Zulma llegó desde Siria y desde pequeña estuvo inmersa en sus tradiciones. En el presente es profesora de la lengua, cultura y danzas árabes en diversas instituciones.

El Universitario dialogó con Zulma Brahim acerca del taller de Lengua Árabe que dicta en Extensión Cultural.

Los docentes de idiomas suelen insistir en que una lengua no es una sumatoria de letras y palabras sino una compleja cosmovisión cultural. Y Zulma añade: “Mi taller intenta transmitir el abanico cultural que es el mundo árabe. Se trata de entender que uno se enriquece al conocer otro idioma porque en definitiva se trata de otra cultura”.

La profesora cuenta que en Junín y la región “hay muchos árabes, sobre todo venidos de Siria y el Líbano”, de modo que los talleres de idioma que se dictan en Extensión Cultural “son una oportunidad que aprovecha mucha gente” con raíces árabes.
De todos modos, agrega que también asisten “personas que ya conocen muy bien otras lenguas, como el inglés o el francés, profesionales, gente que viaja por el mundo. Hay un interés creciente no sólo por el idioma sino también por una cultura que es milenaria y que se caracterizó por los grandes aportes que hizo a la humanidad”.

Debido a ese interés integral, Brahim divide su clase en dos partes: una en la que aborda lo específico de la lengua (la lecto-escritura y el diálogo interpersonal) y otra en la que se puede estudiar la cultura árabe en general.
“Empezamos estudiando cómo se escribe el alfabeto y sus veintiocho letras, se fijan equivalencias con el castellano y lo casos en los que no hay equivalencias. Después de escribir en forma aislada se comienza a armar palabras y unir letras”, comenta.
La lengua árabe no utiliza el alfabeto latino, sino que es un alfabeto semítico, con signos o letras totalmente diferentes a los utilizados en el español: “Hay que enseñarles todas las letras a los que asisten al taller. Pero también se enseña de dónde nace ese idioma, su origen en el arameo y la geometría de su grafía, con todas esas curvas. Hay que enseñar por qué se escribe de derecha a izquierda y el sentido de cada una de las formas”.

Zulma practica la religión islámica y es desde ese lugar que plantea su visión lingüística y cultural para el taller: “El idioma árabe tiene dialectos que dependen de la zona, pero el árabe básico culto es el idioma del Corán, que lo leen y hablan todos”.

Lengua, religión y arte culinario

El interés por la dimensión cultural permite el acercamiento a muchos aspectos de la vida. “Podemos ver algunas historias proféticas de la parte islámica, algo que forma parte del mundo árabe. Suelen preguntarme sobre el Corán, porque saben que soy islámica, como por ejemplo acerca del Ramadán y el porqué del ayuno. Pero siempre depende de los grupos y sus intereses particulares”, señala la docente en relación a lo religioso.

Pero también incluye otros aspectos: “Ahora estamos leyendo en castellano un libro sobre el humor árabe, una característica que permite conocer mucho acerca de una cultura”. O lo referido a la cocina: “Me encargo también de traer recetas, dulces o saladas, para que mis estudiantes las conozcan. La comida árabe tiene como base las frutas secas o las semillas. Les cuento las bondades de ese tipo de alimentos. Vemos los nombres de los ingredientes en árabe, también muchas veces lo llevan a la práctica en sus casas”.

Toda la comunidad puede disfrutar también de esas recetas árabes, y las de otras culturas también, en el Encuentro de Idiomas que organiza la Secretaría de Extensión todos los años.

El tema de la comida permite a los estudiantes practicar las expresiones de gentileza más habituales y entender el mundo cultural que intentan habitar. “Por ejemplo bienvenido en lengua árabe se dice ‘ahlan sahlan’, pero eso significa mucho más que bienvenido. Al traducirlo se está diciendo ‘mi familia’ (ahlan) y ‘el mejor lugar de la casa, el más cómodo’ (sahlan). Así te recibe alguien en la cultura árabe, con su familia y con el mejor lugar de la casa disponible para vos”, detalla.

¿Qué motiva a Zulma Brahim a viajar todas las semanas desde Ascensión para dar este taller? ¿Y qué espera de las personas que asisten? Mostrándose segura y contenta por su labor, responde: “Me gusta transmitir mi cultura, mi idioma y mi danza. Creo que es un aporte para las relaciones humanas y el entendimiento entre las culturas. Espero que mi trabajo sirva para el enriquecimiento del árabe y del no árabe. Yo no vengo sólo a enseñar las letras, me gusta trabajar con las personas. En un mundo con tantos problemas es necesario hacer aportes desde la cultura para mejorar. Hablar con el otro y quererse un poco más como seres humanos a través de otro idioma, de una comida o de la música”.