El tiempo de los municipios

El economista Martín Tetaz asegura que en los próximos 25 años los municipios van a tener un rol preponderante, en materia de políticas públicas y promoción industrial. Así lo explicó en la charla abierta que brindó en el marco de la primera jornada de la Especialización en Planificación y Política Pública Territorial que se dicta en la UNNOBA.

En su disertación, Tetaz señaló que, tal como postuló el economista estadounidense Paul Krugman (Premio Nobel de Economía 2008) existen fuerzas centrípetas y centrífugas que impulsan la creación o no de grandes centros urbanos. Las denominadas “centrípetas” son economías de aglomeración, con un tamaño del mercado más focalizado. “En estos casos, hay grandes posibilidades de contar con mano de obra calificada y abundante, además de abaratarse los costos de transporte”, explica Tetaz.

Las centrífugas, en tanto, se refieren a las llamadas “deseconomías de aglomeración” que ocurren como consecuencia de la saturación de industrias en los grandes centros urbanos, lo que obliga a éstas a buscar centros menos poblados.

El economista Tetaz aseveró que en los últimos 30 años se llevaron adelante incentivos para disminuir la concentración a partir de “una reducción sistemática de los costos de transporte”, además de “ciertas decisiones políticas de romper con las fuerzas centrípetas que estimulaban más la congestión”. En tal sentido ejemplificó: “La creación de una universidad como la UNNOBA en un centro relativamente alejado de la gran ciudad permite que esta región cuente con mano de obra altamente calificada, abundante, eficiente, lo cual es un incentivo muy importante para una empresa que tiene que ver dónde se radica”.

Cuarta revolución industrial

Para Tetaz, la llamada cuarta revolución industrial “puede cambiar dramáticamente” lo que pase en términos de desarrollo urbano en los próximos años: “Antes, cuando alguien producía un bien, si entraba en un mercado como el chino y debía entregar 10 millones de unidades, debía ponerse a fabricarlas. Ahora, en cambio, se empiezan a fabricar bienes que tienen costo marginal cero, eso quiere decir que se hace una sola vez y después es solamente una copia”. Y ejemplificó: “Por ejemplo, una aplicación para un teléfono celular requiere mucha inversión, pero luego, para entrar a un mercado, no hay que fabricarla de nuevo sino que solamente alcanza con otorgar una licencia para que alguien la descargue de Internet, por lo tanto es todo ganancia. Con lo cual, ya no importa tanto dónde me localice porque el centro de consumo está en el mundo, en la red, en la denominada nube”.

Asimismo, “se viene un fenómeno de uberización de la economía, es decir, así como Uber permite hacer más eficiente el transporte, lo mismo sucederá con otras áreas de la economía. El crowdfunding [micromecenazgo, o financiación colectiva], es un ejemplo de ello”. El micromecenazgo es un mecanismo colaborativo para la financiación de proyectos que prescinde de la tradicional intermediación financiera, y consiste en poner en contacto promotores de proyectos que demandan fondos, con inversores u ofertantes de fondos que buscan en la inversión un rendimiento. En dicha actividad sobresalen como características la unión masiva de inversores que financian, con cantidades reducidas, pequeños proyectos de alto potencial, y el carácter arriesgado de la inversión.

“El problema es que todavía estamos en pañales –opina Tetaz–, el mundo está siendo diseñado por personas que nacieron analógicas y se están tratando de transformar a digital. Será la generación que viene la que pueda pegar el salto que está faltando”.

El economista y docente de la UNNOBA sostuvo que “la industria tal y como la conocíamos está en sus últimos días”, puesto que hoy ya es posible fabricar con una impresora 3D cualquier cosa, desde un textil o anteojos, hasta un corazón o una casa. Y si bien actualmente es una tecnología muy costosa, con el tiempo se va a ir abaratando.

Desafíos para los municipios

En ese contexto de cambio, “van a aparecer desafíos importantes para los municipios”, porque pueden funcionar como incubadoras de esos procesos productivos y aceleradores de negocios. “Ahora no hay excusas, no hay que esperar más rezando para que se venga a instalar una gran fábrica cerca de mi ciudad y tentarla con una baja de cargas e impuestos, porque tengo la posibilidad de crear valor si me pongo cerca de la Universidad y si, en conjunto, empezamos a detectar talentos con capacidad creativa”, postuló Tetaz.

En esa línea, la promoción y apoyo a esos grandes emprendedores, generaría nuevos empleos: “Alguien va a tener que darles herramientas para defender sus derechos de propiedad, asesoramiento financiero, entre otras cuestiones”.

El reto, entonces, es para los gestores de políticas públicas en las comunas. “No existen más esas fuerzas centrípetas que empujaban hacia los grandes aglomerados, como hubo en los últimos 200 años de historia. Al contrario, ahora son todas fuerzas centrífugas: conviene vivir donde sea más barato porque se puede producir desde cualquier lugar”, sostuvo Tetaz y añadió: “Los municipios pueden potenciar esto de manera espectacular y, con la universidad, transitar juntos este camino para ser líderes proactivos”.