Enfermería del adulto mayor
Antes se los conocía como la tercera edad, ahora se habla de adultos mayores. No se trata solamente de terminología sino de un cambio de paradigma que entiende al adulto mayor como una persona con plena capacidad de crear, aprender y disfrutar. “Claramente el cambio de la terminología se debe al incremento de la esperanza de vida en este grupo etario”, afirmó Cristina Baccaro, docente de la Licenciatura en Enfermería.
El antes llamado “anciano” ha ido adquiriendo derechos en los tiempos actuales. Este adulto mayor, que se encuentra en la última etapa de la vida, dejó de ser un individuo pasivo. La docente subrayó que el estudiante debe identificar al adulto mayor como un ser único, con una historia, cultura, saberes, experiencias, necesidades biológicas, psicológicas y espirituales propias.
En esa línea, Baccaro planteó que es fundamental para todas las instituciones pensar al adulto mayor como “un todo”: “Desde Enfermería debemos estar atentos a los cambios que sucedan en ellos, de acuerdo al momento por el cual estén transcurriendo”. “En esa edad se producen importantes cambios físicos, sociales y psicológicos, por lo que es necesario un plan de atención integral para tratar al paciente”, contó la docente de las materias Enfermería del Adulto y del Anciano I, II y III de la Licenciatura en Enfermería.
Baccaro subrayó que el estudiante debe comprender las necesidades de cada persona particular, sus limitaciones, recursos y posibilidades de funcionamiento autónomo: “Debe también planificar actividades de educación, si es posible con los miembros de la familia, destinadas a la prevención de enfermedades, promoción de la salud y de ambientes saludables”.
La docente considera fundamental capacitar al estudiante de Enfermería para la detección de riesgos y la prevención de aquellos eventos de alta incidencia que tienen impacto directo en su salud y expectativa de vida, tales como caídas, úlceras por presión, insomnio. “La investigación es determinante también para mejorar la calidad de atención hacia el adulto mayor”, sostuvo. En relación a la formación del futuro profesional, la docente también expresó: “Si hay algo que enseñamos en la carrera y en el cuidado del adulto mayor es a asumir la responsabilidad de sus acciones, centrándolos en la praxis profesional, que implica hacer el bien y no hacer daño”.
“Enseñamos a nuestros estudiantes que ha habido un cambio social y cultural que permite tratar al adulto mayor como una persona con capacidad de hacer, por lo que es importante que entiendan que son seres con oportunidades de recreación y formación”, recalcó Baccaro.