Bulat: “La inflación es como la fiebre”
El periodista y economista Tomás Bulat presentó su último libro, titulado La economía de tu vida, en una charla desarrollada en la UNNOBA. En ese marco hizo hincapié en la necesidad de “entender” la inflación, dado que en Argentina este fenómeno se repite con “marcada asiduidad”. “Si uno quiere sobrevivir en este país, tiene que saber lo que es la inflación”, afirmó.
De acuerdo a un informe del Banco Mundial, Argentina fue el país con más inflación en el mundo en el período 1945-2010. En ese contexto, la sociedad argentina “se adapta a la suba de precios”, según Bulat. “Este fenómeno tiene beneficios y costos”, planteó.
“La inflación es como la fiebre: si no tomás ninguna medida, sube”. De esta manera, Bulat definió al comportamiento del proceso de incremento de precios. Y en tal sentido sostuvo que “para tener inflación baja hay que tomar decisiones que no son fáciles en el corto plazo”.
Con todo, el periodista -que también escribió el libro Economía descubierta- explicó que “cuando uno no tiene inflación y empieza a tenerla, al principio es hasta algo bueno, porque crea una ilusión monetaria”. Y profundizó: “Si uno tiene un sueldo de 8 mil pesos por mes y, de pronto, lo suben a 10 mil, eso se toma bien. Pero el día que uno cobra esos 10 mil automáticamente gasta más, ya que el placer está en consumir. Lo que sucede es que en los meses siguientes el sueldo sigue siendo de 10 mil y las cosas cuestan cada vez más. Pero uno ya adaptó su gasto a un determinado nivel que después no puede sostener”.
El especialista explicó que “cuando se impulsa el consumo, el ahorro se reduce y, por consiguiente, también decrece la inversión”. “Puede suceder que la gente compre muchos aparatos de aire acondicionado y que al llegar el verano no haya luz, o que compre un teléfono 3G y después no tenga señal, o que adquiera un auto lindo y las rutas estén todas rotas. Entonces, si se fomenta el consumo pero al mismo tiempo baja la inversión, se produce un desfasaje; lo que hay que hacer es mantener balanceadas las dos cosas”.
El dólar
Bulat sostuvo que “la contrapartida de la inflación es lo que sucede con el dólar”, y graficó: “Si uno encuentra cien dólares en el bolsillo de un saco que hacía cuatro años que no lo usaba, se siente muy contento. En la misma situación, pero con un billete de cien pesos, uno se siente un tonto, porque lo que podría haber comprado con esa plata hace cuatro años es muchísimo más que lo que puede comprar hoy”.
Con la suba constante de precios, el dinero pierde valor. Para preservarlo la práctica usual en Argentina es apostar a la moneda estadounidense: “Una cosa es la contrapartida de la otra. Si no hubiera inflación, nadie tendría la necesidad de ir al dólar”, resumió Bulat.
El consumidor puede frenar la inflación
Lo sugirió el profesor Martín Tetaz. “Si no se compraran los productos que aumentan, se frenaría cualquier proceso inflacionario”, planteó.
En la misma Jornada, el economista y docente de la UNNOBA Martín Tetaz habló de la inflación desde un enfoque social. “No hay ninguna posibilidad de que se produzca un fenómeno de inflación acelerada si la gente no está esperando que haya inflación”, aseguró.
En la charla titulada “Análisis de la realidad económica argentina”, Tetaz recordó la última devaluación: “Cuando se produjo, la gente pensó que la economía no aguantaría y la asoció con un eventual colapso porque ya habían visto en la historia de Argentina que esto pasaba. Así se fue modificando el nivel de expectativas respecto de inflación”.
Tetaz contó que esto quedó reflejado en un estudio de la Universidad Di Tella, en el que los encuestados esperaban un alto nivel de inflación para los siguientes 12 meses. “Algo que es crucial, ya que la gente misma forma los precios pensando en los costos que tendrá al momento de la reposición,”, aclaró.
Para Tetaz los consumidores también son responsables del fenómeno: “Si no se compraran los productos que aumentan, se frenaría cualquier proceso inflacionario, pero si el consumidor reconoce que la inflación está instalada y acepta pagar por el producto un precio más alto, está convalidando esa suba. En los únicos segmentos del mercado que se puede aumentar de precio, y el consumidor debe comprar igual, es remedios y alimentos elementales como arroz, polenta o fideos. Cuando uno espera la inflación, le parece natural que suban los precios y con la compra la termina convalidando. Por eso las expectativas de inflación son tan importantes”.