El impacto de los agroquímicos en la salud
“Nada de lo que se aplica en el campo es agua bendita. Eso es cierto, sin embargo, los efectos en la salud por el uso de agroquímicos aparecen cuando no se hacen las cosas bien”. Con esta apreciación el doctor Daniel Gómez, jefe del Servicio de Toxicología del Hospital de Urgencias de Córdoba, inició su disertación en la UNNOBA sobre “El impacto de los agroquímicos en la salud”, invitado por Agrolimpio.
A su juicio, los temores que existen en la población respecto del uso de fitosanitarios y las controversias que se generan en torno a ellos exigen “una tarea responsable y comprometida con la generación de conocimiento con rigurosidad científica”.
El doctor Daniel Gómez hizo hincapié en las buenas prácticas agrícolas, al tiempo que alertó que “muchas de las intoxicaciones que se observan en las guardias hospitalarias están asociadas al uso doméstico de estos productos y su manipulación inadecuada”. El especialista se centró en los aspectos médicos y planteó que “la salud se afecta cuando no se hacen bien las cosas”.
“Los síntomas que vemos en la consulta clínica son muy diversos y dependen de cada agroquímico, ya que cada uno tiene una acción y efecto diferentes. Es un tema que genera mucho temor, pero si las cosas se hacen bien, no hay por qué preocuparse”, sostuvo.
En este punto enfatizó: “Muchas veces los trabajadores rurales minimizan el riesgo y no toman las medidas apropiadas de cuidado personal. Están acostumbrados a trabajar en el campo y creen que no pasa nada, sin embargo deben cuidarse porque están expuestos a sustancias que, mal manipuladas, pueden tener efectos en la salud”.
Igualmente opinó que “tampoco hay que demonizar este tema”, más bien “hay que encontrar un punto medio que permita un accionar responsable”.
Las amenazas
Desde su experiencia en Toxicología, Gómez planteó que el mayor porcentaje de cuadros de intoxicación con agroquímicos se da por intentos de suicidio y por la manipulación de productos de uso doméstico, “muchas veces más tóxicos y concentrados que los que se usan en el campo”.
Asimismo agregó que la intoxicación también puede darse a través de los alimentos y resaltó que el control debe ser del Estado, porque “hay residuos químicos que no se van con el simple lavado de los alimentos”.
A la par de ello, Gómez se refirió a la problemática de la deriva: “Si las cosas se hacen bien, no tiene porqué pasar nada, hay una receta fitosanitaria que debe respetarse para una aplicación segura”.
Además insistió sobre el tratamiento que deben recibir los envases de agroquímicos -que siempre deben descartarse- y alertó que “en muchos lugares la gente los reutiliza para llevar agua, kerosene o leche”.
En el plano de las recomendaciones, el jefe de Toxicología del Hospital de Urgencias de Córdoba, opinó: “Como consumidores de alimentos, debemos exigir que se controlen los mercados para que no se liberen productos con plaguicidas. Hay muchos aspectos sobre los cuales generar conciencia, pero el encargado de hacer cumplir estrictamente la ley es el Estado”.
Uso y rentabilidad
En relación a si el concepto de “agrolimpio” compite con las actuales condiciones de rentabilidad del modelo productivo, Gómez se mostró categórico: “La buena práctica es totalmente sustentable, los que hacen las cosas bien salen ganando, porque usar plaguicidas sale dinero y nadie tiene la intención de andar con una manguera pulverizando gente; lo que hay que promover es el uso seguro de fitosanitarios y para ello hay que seguir estudiando todos los productos”.
La conferencia del doctor Daniel Gómez fue la primera de una serie de charlas promovidas por Agrolimpio, espacio interinstitucional del que forma parte la UNNOBA. El ciclo tiene continuidad en el presente y convoca en el ámbito universitario a especialistas que analizan distintos aspectos referidos al uso de fitosanitarios, con información y datos provenientes de investigaciones científicas y experiencias comprobadas.