“El Estado no es el único depositario del poder”

El Estado no es un “actor homogéneo, todopoderoso, con capacidades imbatibles”, tal como habitualmente se lo piensa. De acuerdo a Germán Soprano, docente en el Doctorado en Historia, al analizarlo se debe pensar en “sus especificidades e intervenciones conflictivas”.

Soprano es doctor en Antropología, investigador y docente. En la UNNOBA dictó el seminario “Las escalas del Estado”, en el primer año del Doctorado en Historia. “Este seminario tiene como foco el estudio de proyectos, instituciones y actores estatales en Argentina, desde el siglo XIX hasta la actualidad”.

“La expresión escalas del estado proviene de una perspectiva de análisis que en Argentina se desarrolla en distintas disciplinas sociales -explica Soprano-, así es posible comprender el Estado en su heterogeneidad. Para eso recurrimos a aportes no sólo historiográficos sino también de la sociología, antropología o la ciencia política”.

Esta perspectiva de análisis se inicia a mediados de la pasada década del 90 y supone desarmar “la categoría de Estado para pensar el estado en plural”, afirma el docente. Esa pluralidad implicaría dejar de lado esa visión monolítica del Estado todopoderoso para pasar a entender que “cada proyecto, cada actor y cada institución obran de acuerdo a lógicas y prácticas sociales específicas, y que no pueden ser subsumidas bajo un único rótulo”.

También habilita pensar la conflictividad desde otro punto de vista y enriquecer el modo de solución de los problemas: “La creación de una agencia estatal, la definición de una política pública nueva, o la pretensión de incidir sobre ciertos grupos de la sociedad, son cuestiones que siempre generan conflictos y negociaciones, ya sea con otros actores estatales o con actores societales. Por ejemplo, en la política de seguridad hay conflictos en la práctica específica de intervención entre las burocracias de distinto nivel, como provincial y federal. Al mismo tiempo están los conflictos con los grupos de la sociedad civil, ya que la implementación de una política pública siempre supone ámbitos de negociación y de conflicto entre los funcionarios estatales y las denominadas poblaciones destinatarias”.

El eclipse de un viejo matrimonio

Durante el siglo XX se instaló una fuerte concepción del poder político asociado al control del aparato estatal y sus agencias. Pero los distintos fracasos, guerras y colapsos de países han hecho naufragar el matrimonio entre poder y Estado. Por eso, de cara al nuevo siglo, es necesario entender la complejidad de otro modo: “Las relaciones de poder no sólo están concentradas en el Estado; así como debemos determinar las diversas formas de existencia del Estado en instituciones, proyectos y funcionarios, el poder es una categoría que es necesario especificar, y allí se advierte que el Estado no es el único lugar en el cual puede habitar eso que genéricamente llamamos poder”.

-¿El Estado es un mal necesario o es una construcción virtuosa de las sociedades?

-La tradición moderna de la teoría política ha centrado en el Estado su reflexión más importante. Esto no es un juicio de valor. Ya se lo piense como expresión del contrato en la tradición liberal clásica de Hobbes o Locke, o si se lo piensa como condensación del poder frente a la cual hay que intervenir tomándolo para después destruirlo, como plantea el marxismo, el Estado sigue siendo el centro de la disputa por el poder. Pero en el presente vemos que el poder también se juega en el ámbito de las empresas transnacionales, en las relaciones que se establecen al nivel de la disputa entre capital y trabajo, en la participación de los movimientos sociales como forma de empoderamiento de ciertos sectores de la sociedad; con esto no menospreciamos al Estado, pero sí podemos evitar pensarlo de un modo fetichista, tanto como la condensación de todos los problemas o de todas las soluciones de la sociedad.

-En la ambigüedad o moviento pendular que tiene el humor social sobre el Estado, e incluso los representantes, ¿no se va perdiendo la sustancia de lo estatal?

-Hay una vieja definición de Estado de Max Weber, que lo define como una institución en la cual se ejerce el monopolio legítimo de la violencia sobre un territorio. Esa definición tiene un término que no es suficientemente enfatizado, el de “legítimo”. La legitimidad del Estado, como condensación del poder político, como expresión de la representación política ciudadana, como espacio en el cual se regula en función del bien público, o como cualquier otra definición, supone reconocer al Estado como ámbito legítimo. En Argentina hemos vivido situaciones como la del año 2001 en la cual el Estado parecía descalabrarse, y eso pasó porque se cayó la legitimidad. En Argentina se reconstituyó, pero en la experiencia internacional hay casos en los cuales la legitimidad del Estado deja de ser producida por la diversidad de actores que hacen la sociedad, y el Estado se desmorona. Esos países pueden asumir procesos de “balcanización”, de guerra civil, etcétera. El Estado es una referencia legítima para los actores y eso lo vuelve en sí mismo un objeto de interés para las ciencias sociales, pero no lo convierte una institución sagrada, eterna o imperecedera.


Crecen los inscriptos en la UNNOBA

Por el doctor Guillermo R. Tamarit
@RectorUNNOBA

En el año 2017 se incrementó la inscripción a la UNNOBA, hubo un crecimiento en las carreras que el país considera “estratégicas” y se afianzó la presencia regional de la universidad, más allá de las ciudades de Junín y Pergamino en las que tiene sus sedes.

Estos datos que caracterizan a los nuevos ingresantes muestran tendencias positivas que, si bien debemos consolidar, son parte de los objetivos del sistema universitario nacional y constituyen metas sobre las que nuestra Universidad ha estado trabajando desde hace varios años.

En primer lugar, ha habido un crecimiento de los inscriptos: en el año 2015 fueron 2039, en el 2016, 2185 y en 2017 se inscribieron 2444. Esto refleja que la universidad se ha convertido en la opción mayoritaria para los jóvenes de nuestra región, en la medida en que la propia institución va mostrando su crecimiento, su fortalecimiento académico y su presencia con múltiples actividades, con una especial consideración en el marco de las universidades argentinas. Además, nuestras sedes y nuestra infraestructura, ofrecen a los estudiantes no sólo calidad académica, sino una preocupación constante por su presente y su futuro. En esa línea, aspiramos a seguir mejorando.

En segundo lugar, destacamos el crecimiento de los inscriptos en las carreras estratégicas, aquellas que son claves para alcanzar un mayor desarrollo económico y social. En gran medida, esto es el resultado del esfuerzo que hemos emprendido. A modo de ejemplo, que la carrera de mayor crecimiento haya sido la Licenciatura en Genética, es una gran noticia para la UNNOBA, pero especialmente para la región y para el país. Este ha sido un tema profundamente debatido en nuestro país. Desde la universidad siempre hemos alentado y promocionado este tipo de carreras entre nuestros jóvenes, ya que implican para los estudiantes una alternativa muy positiva para su futuro desempeño laboral. En tanto, para la región constituyen una gran posibilidad para mejorar su desarrollo industrial y su producción.

En tercer lugar, subrayamos la consolidación regional de la UNNOBA. Mientras la matrícula de jóvenes procedentes de las ciudades donde tiene sus sedes (Junín y Pergamino) representa el 50% , el otro 50% proviene, mayoritariamente, de diversas localidades de la región del noroeste bonaerense. De esta manera, se fortalece la presencia de la universidad y de su oferta como la más importante de la región.

Las actividades que apuntan a orientar a los jóvenes a formarse en la universidad y, especialmente, en carreras no tradicionales que nuestro país necesita, son permanentes en nuestra institución. A su vez, esto se complementa con programas destinados a la retención en los primeros años en los que se producen la mayoría de los abandonos, prácticas profesionales en empresas, programas para mejorar los tiempos de graduación, evitando así que la carrera se alargue indefinidamente y que se logre la meta de finalizar los estudios de grado con los correspondientes trabajos finales y tesis. De esta manera, el acompañamiento de nuestros estudiantes es permanente, desde la elección de la carrera, en el tránsito por la universidad y hasta el momento de brindar el apoyo necesario para mejorar su salida laboral.


Otra manera de contar la historia

historia oral panelDurante dos días la UNNOBA se colmó de adolescentes reunidos bajo la aventura y reto de exponer por primera vez un trabajo de investigación realizado por ellos mismos desde la escuela secundaria. Por cierto, el Primer Congreso de Historia Oral para estudiantes desafió el prejuicio que sugiere que a los jóvenes nada vinculado al conocimiento los entusiasma: más de 500 estudiantes de todo el país llegaron a la sede Pergamino para relatar los recuerdos significativos de las comunidades a las que pertenecen y así rescatar las memorias de personas que fueron protagonistas y testigos de determinados sucesos históricos.

El Primer Congreso de Historia Oral para estudiantes de la escuela secundaria, titulado “Cuando los jóvenes se apropian del pasado”, fue organizado por la Inspección de Educación Secundaria del Distrito Pergamino, el Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N°122 de la misma ciudad y la asociación “Otras Memorias”. La Secretaría de Extensión de la UNNOBA colaboró en la actividad y el Consejo Superior lo declaró de interés. La coordinadora, Laura Benadiba, autora de diversos libros sobre el tema remarcó: “Por primera vez fueron los estudiantes los que presentaron trabajos con fuentes orales analizadas por ellos”.

De esta manera, a través de esta metodología, los jóvenes exploraron sobre diversos temas del pasado por los que se sintieron conmovidos: dictadura y desaparecidos, la Guerra de Malvinas, los años setenta, la inmigración, los recuerdos de la inundación en sus comunidades, los clubes de barrio, bibliotecas populares, periodismo, cine, música, entre otros.

En verdad, el relato y el testimonio de la oralidad fueron utilizados desde tiempos ancestrales, mucho antes que la evidencia escrita. De hecho, Herodoto, el Padre de la Historia, así describió Las Guerras Médicas. El filósofo y abogado francés Voltaire (François-Marie Aroue) la empleó para redactar el libro El siglo de Luis XVI, mientras que el historiador Jules Michelet, se basó en los relatos de su padre calvinista para comprender el espíritu de la Revolución Francesa.

Con posterioridad, la tradición positivista del siglo XIX aplicó el proceso inverso y estableció la hegemonía absoluta del documento escrito. Pero en las últimas décadas reapareció como metodología científica y asociada a la historia social contemporánea o reciente.

Cuando se habla de “historia oral”, entonces, se alude a la producción y uso de fuentes orales en la reconstrucción histórica. Laura Benadiba, presidenta de la Asociación Otras Memorias y directora del Programa de Historia Oral de las Escuelas, aclaró que el carácter renovador de esta metodología no es la oralidad en sí: “La historia de los pueblos se ha transmitido a lo largo de los siglos a través de la tradición oral. Lo innovador es la labor sistemática de recuperación y de utilización de la fuente oral”. En consecuencia, la utilización de los testimonios orales permite “confirmar, contrastar o bien refutar las hipótesis enunciadas a partir de las fuentes escritas”.

La especialista consideró que la historia oral “resulta una de las metodologías más importantes para trabajar con los chicos” y el motivo es que “los prepara para la investigación”. “Entre otras cosas, este bache que hay entre secundaria y universidad, respecto de la investigación se puede subsanar con este conocimiento”, consideró. “Muchas disciplinas trabajan con la oralidad pero este campo de conocimiento tiene un marco conceptual propio y actúa bajo determinadas pautas”, aclaró.

La estrategia para acceder al conocimiento histórico se sostiene desde una metodología específica cuya base es la realización de entrevistas. En la historia oral, ésta constituye un diálogo mediante el cual se produce conocimiento. El recuerdo del entrevistado es el objetivo de la propuesta, pero es la intervención del historiador y lo que éste pone en términos de preguntas (en función del conocimiento que tiene sobre el tema) lo que impulsa la producción de la información histórica.

Por eso cobra relevancia la consulta de fuentes escritas: “Primero tenemos que investigar en otras fuentes y luego de elegir el objeto de estudio formular los interrogantes para saber con certeza qué preguntar. Esta entrevista seguida de los pasos específicos se transforma en una fuente construida por nosotros”, explicó Benadiba. También añadió: “Muchas veces los conocimientos obtenidos por fuentes escritas son refutados o cuestionados”.

La autora de Historia Oral, relatos y memorias explicó que la fuente oral no es la simple narración literal de los hechos históricos recordados, sino que abarca las ideas de la persona y sus deseos. En consecuencia los trabajos de historia oral pueden, por un lado, reconstruir e interpretar hechos del pasado a través de la recuperación de distintas perspectivas y, a la vez, “explicar cambios en la conciencia y encontrar sentido no sólo a lo que la gente dice sino también a lo que no dice”.

Según adelantó Benadiba, el próximo Congreso de Historia Oral se realizará en Zárate el 19 y 20 de octubre.


Trigo: el desafío de aumentar el rendimiento sin disminuir la calidad

p6El trigo es un cultivo crucial para la producción de alimentos, ya que se encuentra presente como insumo en la gran mayoría de ellos. Por eso, aumentar su rendimiento para abastecer las demandas de un mercado creciente es uno de los mayores desafíos que enfrentan los sistemas productivos. En diálogo con El Universitario, Fernanda González, profesora adjunta de Producción Vegetal de Ingeniería Agronómica, reconoció que la producción aumentó significativamente y opinó que, en el futuro, el eje debe estar puesto en la calidad.

“Las perspectivas para este cultivo en Argentina son mucho mejores, luego de la caída significativa que habían sufrido los niveles de siembra”, describió. De hecho, en esta campaña se sembraron 5 millones de hectáreas, porque “el cultivo se volvió más atractivo”. Sin embargo, advirtió que a nivel mundial “hay cosecha récord”, lo que puede dificultar la comercialización. “Es allí donde la calidad puede generar ventajas comparativas”, expresó.

En este escenario, a juicio de la profesional que se desempeña en la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Pergamino y en el Centro de Investigaciones y Transferencia del Noroeste de Buenos Aires (CITNOBA), hay que mejorar la calidad de la producción. “El año pasado el rendimiento fue bueno, pero la calidad no fue tal debido a la falta de fertilización nitrogenada”, explicó.

Al respecto añadió: “Los cultivares de trigo se dividen en tres grupos según su calidad y la mayoría del germoplasma [conjunto de genes vegetales] que circula es de calidad intermedia. Es decir, que el problema no es de la semilla, sino de manejo”. “Se fertiliza poco debido a la falta de incentivos y de pago por calidad”, añadió la investigadora.

Por más investigación

En otro orden, la ingeniera agrónoma Fernanda González señaló que las compañías que realizan mejoramiento de trigo tienen dificultades para la incorporación de tecnología, debido a que no tienen un retorno económico importante por la venta de semilla. “Esto no pasa en los híbridos que tienen mucha tecnología puesta en la semilla. Esperemos que los nuevos proyectos de ley de semillas que recién entran al Congreso para su debate puedan solucionar este tema”, planteó.

La especialista consideró, no obstante, que “existen sólidas líneas de investigación en trigo, con un rol protagónico del Estado, a través de los estudios que se realizan a nivel de las universidades, institutos del CONICET y del INTA, además de algunas asociaciones público-privadas. En esta línea comentó que las principales áreas del trabajo científico están orientadas a mejorar el rendimiento potencial y el comportamiento frente a diversos factores de estrés vegetal que le impiden alcanzar al trigo su máximo rendimiento.

En relación al comportamiento del mercado para este cultivo, la docente precisó que en Argentina menos de la mitad del caudal de producción se emplea para abastecer el mercado interno y el resto es saldo exportable. “Nuestro país produce más trigo que el que necesita y eso aporta una ventaja comparativa”, opinó.
“Argentina es uno de los pocos países de la región, y del mundo, que puede producir más de lo que necesita para abastecer su consumo interno en todos los cultivos de granos. Esa es una posición privilegiada que hay que explotar”, señaló González.

En este plano, consideró que el principal desafío es potenciar la capacidad productiva. “El trigo es un cereal muy importante porque se usa en varias cadenas de la industria alimentaria y está presente en gran parte de las dietas para consumo humano. A nivel mundial hay estimaciones que indican que hacia el 2050 se deberá duplicar la producción mundial, debido al incremento de la población y al mejoramiento en la calidad de las dietas”, dijo. Al respecto consideró que esta es una “gran oportunidad para Argentina”.

“El imperativo a nivel mundial es aumentar el potencial de rendimiento de trigo sin disminuir la calidad”, remarcó la especialista y continuó: “En muchos países la tasa de ganancia va cayendo y se estima que no se va a alcanzar a producir la cantidad necesaria para abastecer una demanda creciente. En este escenario es que surgen asociaciones a nivel internacional dedicadas a la investigación, de las que Argentina forma parte. Lo que se busca es mejorar el rendimiento potencial porque no se espera que aumenten las hectáreas producidas, sino que se incrementen los rendimientos obtenidos, y una forma de hacerlo de manera sustentable es mejorando los potenciales de rendimiento”.


El desafío de planificar la energía

Soybean FieldEl planeamiento en materia energética tiene desafíos técnicos y políticos. Y en la actualidad ambos planos deben entender cuestiones como la sustentabilidad y la responsabilidad social. ¿Qué piensan los especialistas?

Estos temas fueron abordados en el “Curso internacional de actualización en Planeamiento Energético”. Junto a la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) y la Universidad Estadual de Campiñas, Brasil (UNICAMP), se desarrolló este curso de posgrado que fue coordinado por las carreras de ingeniería y la Dirección de Relaciones Internacionales de la UNNOBA. A cargo del dictado estuvo el docente Arnaldo César Da Silva, UNICAMP, a quien El Universitario entrevistó.

“Cuando se habla de energía hay que tener en cuenta la cuestión del cambio climático, algo muy importante para la toma de decisiones. Hay que bajar muchísimo las emisiones de gas de efecto invernadero, lo cual implica una restricción para las fuentes como petróleo crudo, gas natural o carbón y también una oportunidad para la bioenergía sostenible, y para las energías eólica y solar”, comenzó de modo enfático la charla del profesor.

DSC00361-¿Esos son los ejes del curso que dicta aquí?

-Se trata de pensar la energía en general y cómo es la toma de decisiones, es decir el planeamiento. Se trata de contar nuestra experiencia y visión de casi treinta años en investigación y posgrado, de cómo trabajamos con los temas a nivel nacional y provincial en Brasil. Para nosotros es muy importante la bioenergía, la producción de bioetanol a partir de la caña. La expansión de la cosecha, los cambios tecnológicos, la sustentabilidad para la exportación, las certificaciones para no tener problemas ambientales ni sociales. Hay un grupo de nuestra universidad que trabaja también en el tema de la expansión del sector eléctrico y la toma de decisiones al respecto.

-¿Cómo se produce la electricidad en Brasil?

-Es hidroelectricidad, es decir mediante ríos, aunque su proporción está bajando debido al alto impacto ambiental que tiene la construcción de los embalses. Hay muchísima presión en Brasil y fuera del país para reducir las centrales hidroeléctricas. Y la energía eólica se presenta como una oportunidad para el país, y entiendo que también para Argentina, debido a la reducción de los costos. Ya hay personas trabajando e investigando eso, ya que son temas importantes para nuestro grupo.

-¿Cuáles son los desafíos de la planificación energética en relación al sector político? Porque en la toma de decisiones pueden tenerse en cuenta los resultados inmediatos y no tanto los de largo plazo.

-La planificación tiene que ser de corto, mediano y largo plazo. La política y la planificación, en una situación ideal, tienen que ir juntas, porque las políticas deben dar la señal de lo que vamos a hacer, y la planificación es la que dice “esto es posible, esto no, debe hacerse de esta manera, hay que hacer cambios”, por ejemplo. Entonces deben ser complementarios. Lo que pasa en Brasil, y creo que pasa también en Argentina, es que hay una decisión política, se hace la planificación, y cuando se comienza a hacer el proyecto cambia la política, o porque cambia el gobierno o porque cambia la situación macroeconómica. Son problemas de países como los nuestros, con las decisiones no mantenidas, pero eso también es un desafío para quien trabaja con energía.

-¿Por qué los Estados promueven sistemas centralizados de producción de energía en vez de favorecer la producción distribuida a pequeña escala?

-Es un debate en todo el mundo, habilitado sobre todo por las energías solar y eólica, por los bajos costos de inversión que tienen, y también por aparición de la tecnología informática. Entonces ahora es posible tener estabilidad en la red eléctrica con la generación de pequeña escala. Claro que desde el punto de vista político hay más interés en la centralización, es más poder para el Estado y para los grandes agentes económicos. Pero creo que la descentralización de la producción energética es la tendencia.

SONY DSC-En relación a los biocombustibles también hay debates y resistencias. Uno de los problemas que aparecen, sobre todo en nuestra región, es el avance de la frontera agrícola sobre los ecosistemas. ¿El biocombustible corre el riesgo de convertirse en un problema y contribuir, en vez de frenar, el cambio climático?

-El biocombustible puede ser una contribución a la sustentabilidad, pero también puede ser un gran problema. Por eso hay que tener un gran control de la situación. Desde hace unos diez años empezó la preocupación de los grupos ambientalistas que empezaron a ver con más atención el incremento de este tipo de producción, sobre todo por la deforestación producida en el sudeste de Asia con la producción de palma, y el incremento de la caña en Brasil con problemas sociales, ambientales e incluso en las condiciones de trabajo. Entonces se fue gestando una aversión a la producción de biocombustibles, por eso en Europa se decidió establecer una política que, para que el biocombustible pueda ser considerado dentro de la matriz energética, debe tener en cuenta todo un conjunto de puntos. No se puede hacer producción de maíz, caña o soja donde hay o había bosques o biomas sensibles. Lo que pasa en nuestros países es que la gran cantidad de tierra disponible permite, mediante una buena gestión, ampliar la producción minimizando los impactos en la biodiversidad y en el agua. A mí me gusta muchísimo la producción de bioenergía, pero hay que tener la sinceridad de aceptar que no es la única opción y, aunque es buena, no la es para todos los países.

-¿Qué pasa con la objeción económica que algunos plantean? ¿En qué medida el biocombustible no eleva los precios de los alimentos?

-Es lo que dijo el director de la FAO [Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura] a partir de una crisis internacional en el suministro de alimentos, que aportó a la aversión de la producción de biocombustibles. Pero lo que pasa es que, en general, el precio para alimentos es mucho más alto que para biocombustibles, entonces la mejor oportunidad de venta es para alimentos. En la práctica lo que hay que tener es un precio para el biocombustible para que el productor pueda tener interés en producirlo. Resulta difícil bajar los costos de producción para que pueda ser competitivo con el diesel o nafta derivados del petróleo. En Brasil no sucede eso con el etanol, derivado de la caña, porque con más de treinta años de experiencia se ha logrado una reducción muy fuerte en los costos de producción. Pero con el biodiesel, derivado de la soja, al productor le pasa lo mismo que en Argentina, y los precios compiten con la soja destinada a la alimentación.

-¿Cada productor puede generar su propio combustible y autoabastecerse?

-Desde el punto de vista técnico es posible, pero desde el económico es muy difícil. No es viable en producciones pequeñas por los costos.

-¿Qué condiciones tienen que dar para que un modelo productivo sea sostenible?

-Hay muchas visiones sobre la sostenibilidad. Sin embargo hay algunas cuestiones consensuadas. Por ejemplo para producir bioenergía tiene que haber una contribución a la reducción de los gases de efecto invernadero, de lo contrario no se justifica. Desde mi punto de vista, y hay mucha gente de acuerdo con esto, también hay que mejorar las condiciones de la gente que trabaja en este tipo de producción. No tiene sentido producir etanol o biodiesel si la gente no va a tener buenas condiciones de vida y de trabajo. Y hay cuestiones adicionales, personas que plantean que la cuestión del agua es la central, pero yo creo que hay sitios donde sí es central y otros en los que no, porque hay tanta disponibilidad que no es la prioridad. Es difícil, pero creo que el consenso está en estos dos ejes: el gas de efecto invernadero y la cuestión social.


Biodiesel y Bioetanol
Existen dos vertientes para la producción de biocarburantes:
-Bioetanol: tiende a sustituir las naftas y se produce a partir de caña de azúcar o de maíz.
-Biodiesel: intenta sustituir el diesel de petróleo y se genera, sobre todo, a partir del poroto de soja (en otros países a partir de la palma).


DSC00349Perfil
Arnaldo César Da Silva es docente en la Universidad Estadual de Campiñas, Brasil (UNICAMP), ex Director (2009-2013) del Programa de Investigación de la Sostenibilidad en el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Brasil bioetanol (CTBE). Estudió una maestría en Ingeniería Mecánica y está doctorado en planificación energética. Desarrolló investigaciones postdoctorales en el Kings College del Reino Unido y en KTH, Suecia. A lo largo de los años desarrolló actividades profesionales en diferentes países y es docente en Ecuador, Perú, Suecia, México y Colombia. Se desempeñó como editor de revistas sobre energía y fue co-convocante de un proyecto normativo que permitió la aprobación de la norma ISO 13065 “Criterios de sostenibilidad para la bioenergía”.


Frontera agrícola
Es el límite que divide la tierra dedicada a la agricultura
y la tierra que aún se mantiene como área natural intacta.
Más información sobre biocombustibles en: El Universitario Nº 17


El conocimiento al servicio de la sociedad

p3La Extensión Universitaria es una de las misiones centrales de la Universidad. “Se puede definir como la actividad con la cual la Universidad aporta a la sociedad los resultados y logros de su investigación y docencia”, explican desde la Secretaría de Extensión que dirige Juan Pablo Itoiz. “A su vez, para la Universidad, conocer la realidad social y su cultura, enriquece toda su actividad académica conjunta”, plantean.
Precisamente, con la meta de realizar un aporte sustantivo a su sociedad, la UNNOBA está desarrollando distintos proyectos de extensión universitaria. El Universitario entrevistó a tres de sus docentes que, en distintas áreas, intentan contribuir a través del conocimiento a la comunidad. Pablo Petraglia (Derecho), Florencia Antonini (Diseño) y Diego de la Riva (Tecnología) dirigen distintos proyectos en los que también participan estudiantes.
Antonini, profesora titular del área Diseño Proyectual en la carrera de Diseño Gráfico, explicó que los proyectos permiten profundizar el diálogo con la sociedad. “En nuestro caso hace dos años que venimos desarrollando Tejiendo Orígenes, una iniciativa que nació de una necesidad que presentaba una comunidad de artesanos de Santiago del Estero que comercializa sus productos en los pasillos de la universidad”, recordó Antonini, quien se desempeña además como prosecretaria Académica del área Diseño de la Escuela de Tecnología de la UNNOBA.
El proyecto consiste en capacitar a un grupo de tejedoras artesanales urbanas de la ciudad de Santiago del Estero e interiorizarlas en el aporte de valor que ofrece el diseño como pensamiento estratégico y sistema proyectual. Se les brindó conocimientos en el campo de las técnicas productivas y se las orientó en la comercialización de productos.
Del proyecto participa un grupo de tejedoras urbanas que pertenecen a “Santiago Diversidad”, de la ciudad de Santiago del Estero, que desarrollan sus productos mediante técnicas de telar, bastidor y crochet. Lo que se busca es generar productos con mayor valor agregado, fomentar la organización y cooperación y lograr la revalorización de las tradiciones y de la cultura autóctona.
“Este proyecto permitió capacitar a los artesanos para la mejora de la creación de sus productos. En una segunda instancia, desde las cátedras de Diseño Gráfico se les brindaron herramientas para mejorar la visibilidad de sus productos”, contó la docente.
El proyecto, destinado a artesanos de cueros y telar, se lleva adelante hace dos años. “Se fue trabajando en cómo mejorar el producto, poder estimar los costos para comercializar a un precio justo y también se los asesoró para que conozcan e implementen canales alternativos de comercialización, como por ejemplo las redes sociales”, subrayó.
La diseñadora destacó: “Muchas veces, el artesano no puede afrontar el pago de un servicio profesional de diseño y, de esta forma, contribuimos a fortalecer ese pequeño emprendimiento. Lo importante es que los alumnos trabajaron con un comitente real y necesidades reales”. “Se trata de un trabajo de ida y vuelta entre el grupo de artesanos y el aula que es muy interesante”, opinó Antonini.
Otro de los proyectos que se está desarrollando es “Detección de pesca furtiva a través de drones”. Diego de la Riva, docente de Programación Orientada a Objetos de las carrera de Informática, está llevando adelante esta iniciativa que se basa en el uso de tecnología de última generación: “A través del drone se permiten visualizar cosas que desde la costa y dentro del agua no se pueden ver”.
“Muchas veces nos encontramos con propiedades privadas, montes arbolados o terrenos muy bajos que hacen muy difícil la vista. Entonces a través de la utilización de la tecnología, en este caso los drones, accedemos a una visión más amplia”, sostuvo De la Riva. “En este momento estamos filmando sobre las lagunas para poder hacer un análisis y presentar a las autoridades del municipio los resultados”, contó.
“Este proyecto se vincula directamente con las necesidades de la sociedad y, en este caso, con la comunidad de la región porque al detectar este tipo de pesca ilegal estamos colaborando directamente con el desarrollo de la pesca o del turismo”, aclaró De la Riva.
Adicionalmente, la utilización de esta tecnología y los monitoreos también podrían colaborar en la concientización de los pescadores. “El drone apunta a visualizar los tamaños de los peces, la cantidad, la utilización de redes o si se pesca en época de veda”, explicó el docente.
Pablo Petraglia, profesor adjunto de Derecho Constitucional de la carrera de Abogacía, está desarrollando junto a Matías Fernández Pinto, profesor de la misma cátedra, el proyecto “Concientización de los derechos de las personas con discapacidad en pos de una sociedad inclusiva”.
La iniciativa apunta a hacer conocer a los destinatarios y a la comunidad en general los derechos y obligaciones que surgen de los convenios que ha firmado la Argentina. “Sucede que muchos operadores de salud o de los sistemas en general de la comunidad no informan adecuadamente de los derechos que tienen las personas con discapacidad. Las obras sociales e inclusive las propias asociaciones que trabajan en el tema tienen buena información pero, al no estar sistematizada, no llega a toda la comunidad”, indicó el docente.
Petraglia, quien también se desempeña como prosecretario de la UNNOBA, explicó que este proyecto está directamente relacionado con la misión que tiene la universidad y con la cátedra de Derecho Constitucional: “Lo que propone este proyecto de extensión es difundir, propagar y concientizar sobre los derechos de las personas con discapacidad. Se trata de dar a conocer las herramientas jurídicas e institucionales con las que cuentan y todos los medios que hay de acceso a la justicia, favoreciendo lo que Argentina se comprometió internacionalmente y las convenciones que adoptó. Eso no tiene que quedar solamente en un papel, sino que hay que bajarlo y ser concreto para el caso especifico”.


Ciencia para el desarrollo de la región

20161205-_DSC9805Por el doctor Guillermo Tamarit

Hace pocos días realizamos el taller de “Análisis y evaluación de los resultados científicos y tecnológicos de la UNNOBA”. En esa oportunidad expresé que la investigación debe ser la locomotora que “arrastre” al resto de las acciones de la institución, por ser la actividad que garantiza la calidad de las prestaciones universitarias.

En el balance, valoramos en forma positiva las cuestiones iniciales referidas a las actividades de ciencia, tecnología e innovación, desde la puesta en marcha de la universidad hasta la actualidad. Sin embargo necesitamos llegar a otro nivel de respuesta en el Sistema Nacional Científico y Tecnológico, de cara a los nuevos desafíos.

Estas afirmaciones las realizamos en el contexto de una institución como la UNNOBA, que partió con un acotado acervo científico-tecnológico y, en una década, ha desarrollado un notable perfil en la materia, reafirmando su compromiso con el desarrollo socioeconómico de la región, sus instituciones y, especialmente, sus empresas y su sector productivo.

Las actividades de investigación se apoyan, en primer lugar, en la formación de recursos humanos altamente calificados. Podemos decir que hoy contamos con 127 docentes investigadores categorizados en el sistema nacional, 87 becarios, 34 en estudios de grado y 53 de postgrado y 74 proyectos de investigación, entre convocatorias internas de la UNNOBA y externas del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, el CONICET, la CIC, el INTA, entre otros organismos.

Esto implicó también la inversión y el desarrollo de la infraestructura y equipamiento. Actualmente están funcionando siete laboratorios entre Junín y Pergamino que abarcan toda nuestra gama de investigaciones, más los proyectados para construir y ampliar en el año 2017. También, la organización de Centros e Institutos que son indispensables para el desarrollo de la actividad, algunos asociados con la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires, con el CONICET, y con el INTA.

Además, llevamos adelante gestiones en innovación y vinculación tecnológica, asociaciones estratégicas como la Unidad Integrada UNNOBA-INTA, con más de 100 docentes, investigadores y extensionistas involucrados; el Programa de Jóvenes Emprendedores y creación de unidades de negocios, que articula acciones con organismos nacionales, provinciales y especialmente locales, las Casas de la Producción Municipales de Junín y Pergamino y las secretarías de producción de los municipios de toda la región.

En la actualidad, tenemos en marcha proyectos de innovación y transferencia de tecnologías sobre medioambiente y cambio climático, a través del proyecto Desarrollo de un Sistema Soporte de Decisión para la Cuenca Alta del Río Salado; en la Agroindustria, a través de los proyectos Macro y Micro encapsulación de bioproductos y agentes agroquímicos de aplicación a semillas, una asociación UNNOBA Rizobacter Argentina SA; nuevos métodos de cultivo y crio preservación de embriones generados por fertilización in vitro para la producción de hembras de razas bovinas lecheras, una asociación UNNOBA-Eolia SA- Munard SA.; la Creación de un centro de desarrollo tecnológico para brindar servicios en biotecnologías de la reproducción bovina y otros ganados en provincias de Buenos Aires y Corrientes.

Se encuentran en etapa exploratoria: la producción de una bacteria en alta escala que se utiliza para el control del barigüí (CIBA|BIOMES), software para ejecutar y controlar tareas en un criadero de pollos automatizado, detección de pesca furtiva con drones, proyecto “Labrador”, orientado a personas con discapacidad visual para que puedan movilizarse y llegar a diferentes destinos con mayor seguridad, y un proyecto para el fortalecimiento de la cadena porcina.

Nuestras líneas de investigación para los próximos años van desde biodiversidad; mejoramiento genético y biotecnología; optimización en el uso de las herramientas informáticas y TICs; desarrollo de indicadores de sustentabilidad económica y social; producción de energías alternativas; reconversión sistema productivo desde el Diseño; nuevas tecnologías aplicada a la Educación; desarrollo socioeconómico de la región; el rol de la Enfermería; la Comunicación en el equipo de Salud; hasta el desarrollo de diagnósticos e indicadores socio-sanitarios de la región NOBA.

Todos estos esfuerzos han convertido a la UNNOBA en una de las universidades que, proporcionalmente, más invierte en ciencia y técnica de todo el sistema. Y pretendemos invertir más, pero no solo para saldar formaciones personales o desarrollos puntuales, sino para mostrar que hay otro modelo institucional en el que, cuando predomina la ciencia y la tecnología y se asocian a actividades de calidad, se genera un gran impacto en el sistema socioproductivo de la región.

Hemos avanzado, pero siempre es más lo que queda por hacer. Estos logros sostienen el rumbo de una Universidad que se vincula con el resto del sistema, no sólo el científico-tecnológico público, sino con el sector privado, las empresas y los productores. Esta relación nos obliga a redoblar nuestro esfuerzo, a ser cada vez más creativos y estar a la altura de las expectativas que la sociedad deposita en su Universidad.


“La articulación público-privada será clave”

8“La UNNOBA ha crecido y consolidado sus actividades de investigación, pero este es un proceso dinámico. En poco tiempo deberemos rediscutir nuestras líneas prioritarias y seguir fortaleciendo la transferencia para ser originales en la gestión de la innovación. De esta manera contribuiremos desde el conocimiento a la resolución de problemas de la sociedad y a generar en la región un nuevo perfil productivo competitivo centrado en el agregado de valor”. Con esta apreciación la magíster Silvina Sansarricq, secretaria de Investigación, Desarrollo y Transferencia de la UNNOBA, describió el presente de la Universidad en materia de investigación científico-tecnológica.

-¿Cuál ha sido la evolución de la Universidad en el campo de la investigación?

-La Universidad ha organizado sus actividades de investigación en cuatro líneas estratégicas: formación de recursos humanos; grupos y programas de investigación; infraestructura y equipamiento; y gestión de la innovación y vinculación tecnológica. Durante los primeros años nos concentramos en la generación de una masa crítica para organizar las actividades y acreditarlas en el sistema. Nuestras convocatorias permiten a los investigadores acreditar en el Programa de Incentivos a los Docentes Investigadores de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación. Esta acción es nodal, dado que el presupuesto de ciencia y técnica en el ámbito de las universidades nacionales sigue considerando como indicador la cantidad de investigadores que perciben el incentivo a la investigación para la distribución. En este sentido, en pocos años logramos contar con docentes categorizados y con dedicaciones que nos permiten ser competitivos.

-Armar esa masa crítica de investigadores, ¿fue una tarea compleja?

-Por supuesto, pero contamos con el acervo en investigación de los profesionales de los institutos que funcionaban en la región, entre ellos el INTA y el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas “Doctor Julio Maiztegui”, y con profesores de otras universidades dispuestos a radicar sus líneas en la región. En poco tiempo pudimos categorizar un número más que considerable de docentes-investigadores en el sistema, comenzar a integrar el Banco de Evaluadores del Programa y crear el Centro de Investigaciones y Transferencia, conjuntamente con Conicet.

-¿Cómo se promueve la cultura de la investigación entre los jóvenes?

-Al contar con un porcentaje significativo de docentes que además son investigadores, se ha contribuido considerablemente. En 2011 el Consejo Interuniversitario Nacional comenzó a impulsar el Programa de Becas de Estímulo a las Vocaciones Científicas y nuestros estudiantes participan activamente. Si bien aún no existen estadísticas, nuestros indicadores evidencian que aproximadamente un 35 por ciento de estudiantes que iniciaron su vida científico-académica a través de las becas se mantienen en el sistema.

-¿Qué define la pertinencia en la actividad de investigación?

-Las líneas prioritarias de investigación se establecieron con la participación de actores universitarios y referentes de los sectores científico y socioproductivo. Las actividades que se financian respetan principalmente esos ejes, aunque se respeta la multiplicidad disciplinar y las iniciativas de todos los investigadores.

-¿Cuánto de lo que se investiga se aplica luego a la resolución de problemas reales?

-La posibilidad de resolver problemas o generar innovación define la pertinencia de la actividad universitaria. En este sentido se han diseñado instrumentos propios para transferir conocimientos innovadores. También impulsamos espacios de articulación público-privada para el desarrollo de proyectos conjuntos. Son procesos que se consolidan con un fuerte compromiso de todos los actores involucrados.

-¿Cuál es el desafío en materia de investigación para los próximos años?

-Vamos a tener que rediscutir nuestras líneas prioritarias, en paralelo con los grandes debates que se están dando en el sistema científico-tecnológico nacional. La mirada estará puesta en la transferencia. En el futuro la cuestión pasará por la generación del conocimiento para la innovación. El acento está puesto en el conocimiento como elemento distintivo para generar valor y riqueza en todos los sentidos, no sólo en el económico. Ese eje deberá fortalecerse y la articulación público-privada será clave.


Escuela de Dirigentes, trabajo con compromiso social

ED arrecifesEl origen de la Escuela de Dirigentes Sociales se remonta al año 2002. Nace por la iniciativa de la Sociedad de Comercio e Industria de Junín (SCIJ) a partir de la problemática política y social que vivía el país. A partir de la creación de la UNNOBA, la Secretaría de Extensión toma la gestión académica del proyecto en acuerdo con sus creadores.

“La Cámara vio la necesidad de empezar a trabajar en la creación de capital social y en la cohesión social por la conflictividad que se vivía, tanto en la ciudad como a nivel nacional. Con la llegada de la Universidad, nos transfirieron esa responsabilidad y desde hace casi diez años la venimos desarrollando en conjunto”, relata Juan Pablo Itoiz, secretario de Extensión de la UNNOBA.

-¿Por qué dirigentes sociales? ¿Lo toman como concepto más abarcador que el de dirigente político?

-El origen de la Escuela coincide con la salida de una de las peores crisis institucionales del país, un momento en el que la actividad política estaba mal vista. En ese momento se tomó la decisión de ampliar la mirada y no quedar en una idea de formación política tradicional. Lo que hemos visto con el desarrollo de la Escuela en estos años es que la actividad política de un dirigente no proviene exclusivamente de la militancia en un partido. Entonces se da una convivencia, tanto de aquel que proviene de la militancia social, de las organizaciones sociales, de la acción cooperativa, como del que tiene un recorrido a partir una idea político partidaria. En este sentido el rol de la Universidad es la transmisión de ciertas capacidades que permitan ayudar al desempeño de los dirigentes, por eso es un espacio abierto a todo aquel que tenga la intención o vocación de colaborar, participar, ser solidario, actuar cooperativamente. De hecho uno de los resultados destacados de la Escuela es la conformación de equipos y grupos que surgen a partir de la convivencia y el diálogo. Por eso pueden venir personas que partan solamente de la vocación, hasta dirigentes de muchos años de alguna entidad, o incluso militantes políticos o gremiales. Por ejemplo, el actual presidente de la Cámara es un egresado de la Escuela de Dirigentes.

-¿Qué tipo de contenidos se le brinda a alguien para capacitarse como dirigente social?

-La Escuela está estructurada en dos partes. La primera, más tradicional, aborda temas como la política y el poder, la democracia, la organización de los partidos políticos y sistemas electorales, derecho público y administrativo, el desarrollo económico local, la planificación económica, ética social, globalización, seguridad ciudadana, el funcionamiento de los municipios en la provincia, la organización económica y jurídica de las entidades intermedias, por ejemplo. Una vez culminada esa parte comienza la segunda, organizada en seminarios, en la que nosotros proponemos generalmente uno sobre liderazgo y otro sobre oratoria, pero también ofrecemos un abanico de alternativas para que los alumnos puedan seleccionar temas de interés. Ese formato que propone la Secretaría de Extensión no es rígido, es decir que se va adaptando e incorpora nuevas temáticas y nuevos docentes.

-¿Han podido sostener un trabajo continuo desde la creación o tuvieron que cerrar en algún período?

-En Junín se ha sostenido de manera continua desde su inicio. Cada año nos encontramos con una nueva inscripción y apertura, tenemos entre treinta y cuarenta y cinco alumnos por año. Se renuevan las expectativas y el desafío de implementar cada nuevo ciclo. En otras localidades vamos regulando la apertura según la expectativa y las necesidades que nos plantean.

-¿Cómo es que esta iniciativa nacida en Junín se implementa en otros municipios de la región?

-Una vez consolidada en Junín, y de común acuerdo con la SCIJ, entendimos que era bueno empezar a difundir el proyecto en toda la región. Empezamos con los municipios cercanos vinculándonos con entidades intermedias o con los municipios. Tenemos ciclos en Pergamino, en General Viamonte, lo hacemos desde hace cuatro años en 9 de Julio, estamos con un segundo ciclo en Arrecifes, y hemos trabajado en otras localidades, como en Salto, Lincoln, Carlos Casares, Chacabuco, en donde hay años en que se abre y otros que no. Una característica de este trabajo es que se puede llevar actividad universitaria a la región que de nuestra incumbencia, más allá de las sedes físicas de Junín y Pergamino. Entendemos que todo el noroeste de la provincia tiene necesidad de actividad universitaria.

-¿Qué requisitos hay para inscribirse, una cuota, participar en algún espacio?

-La inscripción es libre y se hace a través de la SCIJ. Lo de la cuota depende de cómo se estructure ese año. Hemos tenido la suerte, en varias oportunidades, de que empresas de la ciudad han acompañado y sostenido el programa, otras veces se ha cobrado un arancel, pero eso es variable y la Cámara dispone de un presupuesto para becar a quienes no puedan afrontar el pago. Es un curso que dura todo el año, por eso es meritorio sostener la matrícula. En Junín se comienza a cursar a principios de abril, los días martes a partir de las 20 y se culmina en noviembre. En diciembre se organiza una cena en la que se entregan los certificados a los egresados.


Centro Argentino-Brasileño de Biotecnología

Alaniz_01El Centro Argentino-Brasileño de Biotecnología (CABBIO) es un organismo dedicado a la investigación, que nació como resultado de la cooperación de los Ministerios de Ciencia de ambos países. Se trata de una entidad bilateral que, entre sus objetivos principales, apunta a promover la interacción entre los centros científicos y el sector productivo.

Para ello realiza dos tipos de actividades: la implementación de proyectos binacionales de investigación y desarrollo, y la formación de recursos humanos a nivel de posgrado, mediante los cursos de la Escuela Argentina Brasileña de Biotecnología (EABBIO).

Uno de esos cursos se desarrolló en la UNNOBA en el mes de septiembre, convirtiéndose en un hecho trascendente para la institución. De hecho, los seis cursos programados para este año se llevaron a cabo en la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional del Litoral, la Planta Piloto de Procesos Industriales Microbiológicos (PROIMI) y la UNNOBA.

Qué es CABBIO

La doctora Laura Alaniz, investigadora del Centro de Investigaciones y Transferencia del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (CITNOBA), explica que a través de la iniciativa CABBIO, Argentina y Brasil “se comprometieron a financiar investigaciones o cursos de manera conjunta”.

No obstante, el vínculo no incluye solamente a estos dos países, ya que también hay trabajos que involucran a otros estados de Sudamérica que participan en carácter de invitados. “Cada uno de esos países tiene un centro focal mediante el cual puede concretar estas interrelaciones”, puntualiza Alaniz, una de las organizadoras del curso que se desarrolló en la UNNOBA.

Además del apoyo a estos cursos, CABBIO también ofrece la financiación de proyectos de investigación. “Entonces –continúa Alaniz– a veces, de un curso de estas características sale una idea de investigación y nos podemos presentar para que lo financie CABBIO, si es que la entidad lo aprueba”. El organismo bilateral también proporciona becas a los estudiantes que califican para asistir a dichos cursos.

Intercambio de información

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La doctora Marcela Bolontrade, investigadora del Conicet que se desempeña en el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME), considera que CABBIO es, además, una iniciativa que facilita el intercambio de información entre los investigadores.

“Es una plataforma que agrupa gente que está trabajando dentro de un mismo tema, así nos podemos conocer e intercambiar experiencias”, cuenta Bolontrade, quien coorganizó el curso que se dio en la UNNOBA. “Constituye un punto de aglutinación desde el cual es probable que surjan nuevas iniciativas. Así han nacido numerosos proyectos”, agrega.

Alejandro Correa Domínguez, investigador uruguayo que trabaja desde hace trece años en Brasil, actualmente en el Instituto Carlos Chagas (ICC/Friocruz Paraná), fue uno de los académicos invitados a disertar en el curso brindado en la UNNOBA. “En 2013 participamos en un curso CABBIO –comenta Correa Domínguez– y ahí empezamos a interactuar, planeamos experimentos, intercambiamos información. Ahora una alumna de Marcela [Bolontrade] va a ir a mi laboratorio, en Brasil, durante tres meses. Así se empiezan a concretar las cosas que arrancaron en estos encuentros”.

De esta manera, además de un lugar de investigación y aprendizaje, los cursos se convierten en puntos de encuentro en donde se aportan diferentes miradas sobre los temas propuestos. “Como es una puesta en común de todo lo que se sabe de un determinado tema, se convoca a invitados especialistas en diferentes aspectos de ese tema, y de ahí salen colaboraciones. A su vez, se forman jóvenes que están haciendo un doctorado, y lo que surge de ahí, se lleva a un laboratorio”, resume la doctora Carolina Cristina, directora del Programa de Laboratorios de la UNNOBA. “A veces te dan solo una luz, una mirada distinta que uno no había pensado, y eso ya es un avance”, agrega Correa Domínguez.

De acuerdo al análisis de los investigadores, estos encuentros son “muy dinámicos”. Se invita a especialistas que se conocieron en otros ámbitos, como jornadas o congresos internacionales, y CABBIO “termina dando un marco para seguir el tema de investigación”.

Finalmente, Bolontrade remarca la importancia de iniciativas como esta en la formación de jóvenes que están haciendo cursos de posgrado: “Algunos vienen con conocimientos bien especializados, saben del tema y hacen preguntas muy específicas que les sirven para lo que ya están haciendo. Hay otros que recién están empezando y tienen un pantallazo bien general que le da cada uno de los especialistas, teniendo en cuenta los distintos enfoques que se hacen sobre un mismo tema, que puede ser una enfermedad, una herramienta biológica o una técnica. En nuestro caso, el curso que dimos en la UNNOBA tenía que ver con las células madre mesenquimales y las aplicaciones biotecnológicas”.