Hacer del futuro un escenario más previsible
Como toda actividad económica, las actividades agropecuarias están sometidas a riesgos. Las variaciones de precios constituyen una fuente constante de inestabilidad para los productores y procesadores de commodities agrícolas. En este contexto: ¿hay instrumentos para administrar esos riesgos?, ¿el productor conoce las herramientas disponibles?, ¿qué rol juega la educación en la adopción de contratos de futuros en los esquemas de producción?
El doctor Hernán Urcola (investigador del INTA Balcarce) y la doctora Silvina Cabrini (docente de la UNNOBA e investigadora de INTA Pergamino) dictaron el curso sobre Manejo de Riesgos Agropecuarios desde la Unidad Integrada UNNOBA-INTA. “Los contratos de futuros son herramientas que le permiten al productor administrar riesgos. Conocer estos instrumentos brinda independencia y aporta elementos para evaluar y decidir sobre la producción de manera más inteligente. Como hay un gran desconocimiento, no todos los productores tienen acceso a ellos”.
“La existencia de una alta variabilidad en los precios, dentro y entre campañas, determina que la decisión de momentos de venta de la producción tenga grandes impactos en el ingreso de las empresas agropecuarias. La posibilidad de reducir la variabilidad de dicho ingreso mediante la implementación de diferentes estrategias de comercialización, es de sumo interés”, explicaron.
En este sentido, describieron que existen herramientas que dan flexibilidad al productor en cuanto al momento de fijar el precio de los commodities agrícolas. “Es posible hacer operaciones antes de la cosecha del grano, entregar y vender la producción a cosecha o almacenar y vender varios meses después”, apuntaron los docentes y señalaron que en general “los elevadores permiten fijar el precio en diferentes momentos de la campaña, independientemente del momento de entrega del grano”.
“Adicionalmente, se pueden incorporar futuros y opciones en las estrategias de comercialización. Mediante estos instrumentos los productores pueden, por ejemplo, fijar el precio para varios meses o ponerle un piso al precio comprando ‘opciones put’. También es posible establecer rangos de precios o apuestas más complejas combinando distintas posiciones en futuros y opciones”, detallaron.
A más conciencia, más información
Hernán Urcola planteó que se observa un mayor grado de conciencia de los productores agropecuarios y empresas respecto de los riesgos a los que está expuesta la producción. Sin embargo, alertó sobre “la falta de información y formación respecto de cómo administrarlos con los instrumentos del mercado de futuros disponibles”.
En este punto, marcó que “falta difusión y educación especializada sobre cómo se pueden usar, cuáles son los costos reales, lo que genera una distancia entre el productor y estos mercados y despierta algún grado de desconfianza”.
“Esto se solucionaría con educación sobre cuál es la función de estos contratos y el rol que pueden cumplir en un esquema de producción. La información juega un papel clave en la adopción de estas herramientas que transfieren los riesgos a otros agentes del mercado”, opinaron.
Los docentes explicaron que “en lo operativo los contratos de futuro y opciones fijan un precio, un piso o un techo dependiendo de los instrumentos que se utilicen, y en función de ello el productor puede despreocuparse temporalmente de las variaciones de precio y concentrarse en el proceso productivo”. Precisamente, la universidad pueden contribuir al uso apropiado de estos instrumentos.
Todo por hacer
Los profesionales describieron que existen dos grandes tipos de riesgo: de mercado y climáticos. “Los primeros se derivan a fluctuaciones imprevisibles de los precios y los otros de la ocurrencia de eventos climáticos que afectan la producción”.
Con respecto a los llamados “derivados climáticos” Urcola explicó que “el clima se vuelve cada vez más inestable y esto abre un campo para diseñar herramientas de seguro orientadas a cubrir o compensar el daño económico de estos fenómenos cada vez más extremos”.
“Tratar de asegurar la producción mediante derivados climáticos es algo relativamente reciente, hay mucho para hacer. Se precisa una infraestructura de generación de datos, medición del clima y difusión de esos datos que funcione de manera sostenida y confiable”, concluyó el docente.
¿Qué es un “futuro” financiero?
Es una operación de compra-venta que consiste en determinar las condiciones hoy pero posponer la ejecución real de la operación para otro momento futuro. El comprador de un contrato de futuro tiene la obligación de comprar el activo correspondiente en la fecha de vencimiento. Por su parte, el vendedor de ese mismo contrato de futuro tiene la obligación de entregar el activo al comprador en dicha fecha de vencimiento.
El ABC de los futuros y opciones
– En los contratos de opciones una parte, mediante el pago de una suma de dinero, adquiere el derecho (pero no la obligación) de exigir a la otra parte la compra o la venta de un activo a un precio fijo determinado.
– Los contratos de futuros y de opciones se negocian en los denominados “Mercados a Término”, entidades cuyo objetivo es organizar, registrar, garantizar y liquidar la negociación de contratos.
– Con estos contratos se busca disminuir el riesgo que involucra la volatilidad de los precios y reducen el riesgo de pérdida financiera.