Adiós a Marcelo Motto
Adolfo Bioy Casares fue el jurado que eligió la novela El juego de K, de Marcelo Motto Rouco, como la ganadora de la Primera Bienal de Arte Joven de Buenos Aires, realizada en 1989.
En esa época, jurado y premiado trabaron una relación. Sería exagerado afirmar que fueran amigos, pero una vez por mes Motto tocaba el timbre del departamento de Barrio Norte del autor de La invención de Morel y pasaban horas conversando –principalmente– de literatura.
Sin embargo, el camino posterior de Motto no fue el de las letras. O al menos no lo fue en el sentido tradicional: el de la escritura de textos y su posterior publicación. Su timidez (o lo que se conoce como bajo perfil) hacía que rechazara la idea de la reproducción de una obra con su nombre estampado en la portada. De hecho, cuando el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires publicó El juego de K, fantaseó recurrentemente con canibalizar la edición. “Quisiera comprar todos los ejemplares”, solía rumiar.
En aquellos años y posteriormente, sí fue autor de algunos cuentos, guiones, canciones y cómics. Cuando se acercó a la radio descubrió que en ese ámbito –como en ningún otro– podía desarrollar su creatividad. Su melomanía hizo que, de algún modo, las letras fueran reemplazadas por la música.
Motto ingresó a la FM Rock & Pop luego de la etapa de mayor experimentación de la radio, cuando empezaba a consolidarse como un medio líder y masivo. Pero su perfil bajo (otra vez) hacía que su voz sólo apareciera esporádicamente a través de su alter ego: Manuel Sarmiento. Allí fue productor y musicalizador, con una fuerte impronta en la artística de la emisora.
“Con él aprendí a escribir y pensar radio, Rock & Pop es él”, escribió una ex compañera de trabajo por estos días. Otro reconocido locutor también lo recordó: “Sus artísticas son de las más increíbles que haya escuchado”. Además, Motto formó parte de la productora Cuatro Cabezas y armó y dirigió la Radio X4.
Años más tarde, cuestiones personales lo llevaron a Junín. Al poco tiempo de haberse instalado en la ciudad, fue convocado para poner en marcha UNNOBA Radio. “Marcelo Motto le dio el carácter que tiene, hay una idea detrás de nuestra radio que no encontraba bien su rumbo inicialmente y definitivamente él fue el que la puso en valor y le dio su identidad, que es lo más difícil para un medio de comunicación”, afirmó el rector de la Universidad, Guillermo Tamarit.
Fiel a su esencia, en Junín Motto apoyó con entusiasmo a las bandas de rock locales.
Inesperadamente, falleció el 20 de enero de 2016. Desde entonces, se multiplican las muestras de afecto hacia él. “Era una persona inteligente, creativa. Con una sana mordacidad. Por momentos, era un chico que descontracturaba toda situación”, según la definición de un ex compañero de UNNOBA Radio.
La secretaria de Cultura de la UNNOBA, Laura Durán, definió a Motto como un “rocker melancólico”, y afirmó que fue un “rara avis” porque “era un tipo que había transitado toda la movida de los ochenta y noventa en Buenos Aires y, de repente, encontró su lugar en el mundo en Junín”.
Con todo, queda su legado que, de acuerdo al pensamiento de Tamarit, seguirá presente en la emisora de la Universidad: “Marcelo no sólo ha dejado una idea que es muy difícil de lograr, sino un conjunto de gente que ha formado y con la que ha desarrollado esa idea. Gente joven que tiene que tomar la posta para seguir con esto”.