Adultos mayores en cuarentena
Por Luciano Toledo
“La plaga no está hecha a la medida de la humanidad, por lo tanto, se dice que la plaga es irreal, es un mal sueño que tiene que pasar”, escribió Albert Camus en el libro, La Peste. Aunque ambientada en el siglo XX, la obra está inspirada en la epidemia de cólera que sufrió la ciudad de Orán (Argelia) en 1849. Pero la peste hoy, es real y universal: COVID-19. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró pandemia, y tenemos que permanecer en cuarentena. Debemos cuidarnos a nosotros mismos. Pero, ¿cómo cuidar a los adultos mayores?
Números y consejos
Las personas de más de 60 años, especialmente las mayores de 80, son la franja vulnerable que forma parte del grupo de riesgo, junto a embarazadas, pacientes con enfermedades respiratorias e inmunodeprimidas, diabéticos y personas con enfermedades cardíacas. Según el informe de la OMS, de contraer la infección, tienen más probabilidades de padecer una enfermedad grave por el debilitamiento del sistema inmunológico.
El último Informe de Estadísticas Vitales, publicado por la Dirección de Estadística e Información (DEIS) del Ministerio de Salud, reportó que en 2018 murieron 31.916 personas por neumonía e influenza (enfermedades virales de menor capacidad de contagio que el COVID-19), de las cuales 13.246 fueron mayores de 85 años, lo que indica el 41,05% de las defunciones y representa la segunda causa de muerte dentro de la franja etaria.
“Es clave dosificar la información que se recibe de forma constante y abrumadora, y evitar la sobreexposición a las noticias”
Las recientes proyecciones del INDEC registran que más de 6 millones de habitantes de nuestro país son personas mayores de 65 años (15,54%), siendo 43% varones y 57% mujeres. Raquel Castro, directora del Programa de Educación y Promoción de la Salud de Adultos Mayores de la UNNOBA, sostiene que el distanciamiento obligatorio provoca sensaciones de angustia e incertidumbre más allá de la edad que se tenga, pero particularmente representan un gran desafío para los mayores.
El temor a lo desconocido, la falta de información frente a una nueva enfermedad, el aislamiento y la desconexión con los demás puede desatar cierto estrés, “y esto genera sentimientos de desamparo y tristeza . Por ello es indispensable la comunicación con los afectos”, sugiere Raquel Castro, quien es licenciada en Psicología y magíster en Gestión de Servicios Gerontológicos.
En esa línea, la funcionaria y docente de Psicología Evolutiva en la carrera de Enfermería destaca la importancia de mantener el diálogo con personas de confianza, que puedan compartir sus emociones y preocupaciones. “Es clave dosificar la información que se recibe de forma constante y abrumadora, y evitar la sobreexposición a las noticias”, agrega.
En el caso de adultos mayores con patologías previas, como demencias o deterioro cognitivo, pueden presentar un agravamiento de los síntomas, ponerse más irritables, ansiosos y retraídos. Por eso, la directora de PEPSAM aconseja brindarles información sencilla y clara. “De ser necesario, siempre es útil recurrir a profesionales de la salud mental” afirma.
El miedo asociado a la enfermedad y la muerte es una sensación que atraviesa a todas las personas. En ese sentido, es importante saber que los mayores cuentan con fortalezas y recursos a nivel de lo psíquico. “Es muy importante que puedan apoyarse en sus experiencias previas de vida, el haber atravesado situaciones complejas y difíciles, que han podido sobrellevar y superar”, sugiere Castro, y agrega que el temor al contagio y a la muerte, en muchos casos, está más ligado al temor de que les suceda algo a sus familiares, que a ellos mismos.
La soledad y la comunicación
Un estudio reciente del Centro de Investigación Pew (que brinda información sobre problemáticas, actitudes y tendencias que caracterizan a los Estados Unidos y el mundo) realizado en más de 130 países, indica que el 16% de los adultos de 60 años o más, viven solos, y el 3% vive en geriátricos. La directora del PEPSAM sostiene que al adulto mayor que vive solo, es primordial ofrecerle ayuda, ya que muchas veces no la pide. Además de exigir y extremar las medidas de prevención, higiene y desinfección en residencias geriátricas.
La ternura humana
“Hay una cosa que se desea siempre y se obtiene a veces: la ternura humana”, es otra de las frases del libro La Peste. Y ante un escenario de emergencia mundial, tanto la solidaridad como el egoísmo muestran su cara más cruda, y primaria. Raquel Castro sostiene que es fundamental para los mayores acercarse a las redes de apoyo, tanto formales como informales a través de los programas específicos para la compra de medicamentos, alimentos o para solicitar contención emocional. “En otros casos es la familia y/o vecinos quienes pueden brindar la asistencia necesaria”, agrega.
“Es importante transmitir a nuestros mayores, que el estar aislados no implica estar solos”
El Gobierno de la ciudad de Buenos Aires lanzó el programa “Mayores cuidados”, orientado a brindar asistencia telefónica, realizar compras en farmacias y comercios de proximidad y el paseo de sus mascotas, durante el aislamiento preventivo y obligatorio. En un primer registro se anotaron más de 1000 adultos mayores y 25.000 voluntarios. “Es importante transmitir a nuestros mayores que el estar aislados no implica estar “solos”, como así también que esta situación es transitoria”, sostiene.
El cuerpo y la mente
Atravesar este tiempo como una oportunidad puede contribuir a pensarlo desde otra óptica. Raquel Castro asegura que es muy recomendable mantenerse activos y realizar tareas y actividades que despierten interés, leer, mirar películas y practicar juegos de mesa. “Es muy importante establecer una rutina flexible de actividad física, acorde a las posibilidades de la persona y del espacio en que se encuentra, así como una buena dieta. Pueden caminar, mover los brazos, hacer ejercicios de yoga, bailar. Pequeños movimientos que puedan poner en práctica”, agrega.
Los informes de la OMS muestran que la población mundial está envejeciendo a pasos acelerados. Entre 2000 y 2050, la proporción de los habitantes del planeta mayores de 60 años se duplicará, pasando del 11% al 22%. Este grupo pasará de 605 millones a 2000 millones. Y la alteración demográfica se verá más acelerada en países de bajos/medianos ingresos.
Acciones desde la Universidad
En el marco del aislamiento social preventivo y obligatorio, la UNNOBA, a través de su Programa (PEPSAM), se propone acompañar a los adultos mayores de toda la comunidad, proporcionándoles una serie de actividades de participación e interacción con el objetivo de que puedan estar comunicados y activos en su hogar. “Desde las distintas áreas con las que cuenta el Programa (Salud, Socio-cultural, Artística y Tecnológica), surgirán las distintas propuestas educativas y recreativas, las cuales serán vehiculizadas a través de distintas redes sociales y medios de comunicación”, sostiene Raquel Castro, quien también es prosecretaria de Extensión.
“La única manera de luchar contra la peste es la honestidad –dice el doctor Rieux, personaje de La Peste— ¿Qué es la honestidad? No sé lo que es en general. Pero en mi caso sé que consiste en hacer mi trabajo”. El nuestro es quedarnos en casa, y cuidar a los adultos mayores.
Diseño: Laura Caturla