Tomar la palabra en tiempos de IA
Por María Silvia Biancardi, Cristian Alonso y Valeria Herrera *
El día que Pandora abrió la caja prohibida por los dioses, de su interior brotaron las desdichas que se dispersaron por el mundo. La inteligencia artificial, como esa caja de Pandora, también es una creación brillante que nos llena de curiosidad, pero puede liberar fuerzas que somos incapaces de medir.
En las aulas, la curiosidad frente a la caja de Pandora irrumpe, en silencio, de forma misteriosa y clandestina, con la naturalidad de quien encuentra un atajo para resolver un problema y decide usarlo. Sin embargo, muchas veces los docentes nos anticipamos a encontrar la falla sin hurgar en el fondo de la caja y percibir que allí, agazapada, se encuentra la esperanza.
La realidad muchas veces supera la ficción, y en lugar de dioses enojados por la acción de Pandora, nos encontramos con una abundancia de formadores, referentes y hasta influencers que nos dicen qué debemos hacer con la inteligencia artificial. Frente a esa “inflación” de especialistas, los estudiantes, con la rapidez digna de sus mentes frescas, avanzan en usos que son inasibles desde nuestra mirada adulta.
Desde nuestro lugar, construyendo saberes en las aulas junto a los adolescentes, nos preguntamos diariamente sobre el impacto que el uso de la inteligencia artificial tiene en los aprendizajes (escolares y no escolares) y en la construcción del oficio del alumno actual. Pero no queremos centrarnos solo en la palabra de quienes ostentan el saber desde sus guías y papers. Sin negar la voz de los expertos, decidimos escuchar a nuestros estudiantes sabiendo todo lo que tienen para decirnos sobre sus propias prácticas. Las Jornadas de Investigación Escolar de la Escuela Secundaria “Domingo F. Sarmiento” de la UNNOBA se convirtieron en el ámbito privilegiado para escuchar esas voces.
Donde nacen las preguntas: Jornadas de Investigación Escolar
Las Jornadas de Investigación Escolar se realizan desde 2023, cuando los primeros ingresantes a la escuela llegaban a su último año de cursada. En estas jornadas se parte de la propuesta de escritura de una ponencia sobre un tema a elección en torno a un eje definido institucionalmente por los docentes a cargo de las disciplinas involucradas (Lengua y Filosofía). Durante dos meses los estudiantes leen textos académicos relacionados al tema y escriben sus propias producciones. Para ello, los estudiantes piensan objetivos en torno a alguna problemática y ponen en juego un discurso que relaciona las voces previas del mundo académico sobre el tema y sus propias voces. En el proceso, comienzan a familiarizarse con las estrategias propias de la investigación.
Desde un principio, nos pareció una propuesta desafiante que nos permitía pensar la escritura no solo como una herramienta que transmite ideas, sino también como un instrumento para “crear” y organizar el pensamiento. Del mismo modo, en su implementación en el ámbito escolar, nos daba la posibilidad de ampliar la audiencia: las ponencias no solo serían escuchadas por el docente que evalúa. Las producciones finales son expuestas frente a todo aquel que se acerque al “Auditorio del Bicentenario de la Declaración de la Independencia” de la Universidad, de la que nuestros estudiantes son parte.
Nos propusimos entonces, como equipo docente, que las Jornadas se convirtieran en un instrumento importante para la construcción de estudiantes que en un futuro inmediato ingresarán a la universidad y al mundo del trabajo. Frente a esta tarea, la irrupción de la inteligencia artificial nos planteó un gran desafío: ¿cómo habilitamos espacios de construcción de pensamiento crítico, creativo, sin descuidar los avances que la tecnología nos presenta?, ¿cómo fomentamos la importancia de desafiarnos buscando una voz propia frente a herramientas que parecen allanar el camino?
Ante nuestras propias preguntas, dejamos que los estudiantes nos respondan y propusimos entonces que el tema a partir del cual habrían de investigar y escribir fuera la Inteligencia Artificial y denominamos a las III Jornadas de Investigación Escolar con el título “Desafíos de un mundo inteligente”.
Pensar lo que viene
Los estudiantes que en 2025 transitan el último año de la secundaria llevan consigo una biografía escolar marcada por contrastes. Ingresaron en plena pandemia, cuando las clases se sostenían entre pantallas (muchas veces apagadas), voces que llegaban con retraso y hogares en los que la presencia del docente reconstruía la dinámica.
En el medio, con la recuperación de la presencialidad, aprendieron a reconocerse como estudiantes de secundaria en un espacio físico compartido. Y ahora, cuando se preparan para despedirse de la escuela, lo hacen en el momento exacto en que la inteligencia artificial se instala en sus rutinas y transforma los modos de aprender, escribir y pensar. Tan disruptiva como la pandemia, esta nueva herramienta tecnológica reconfigura la dinámica escolar. Por una y otra razón, lo cierto es que es ésta una generación bisagra. Analizar, entonces, qué sucede con la inteligencia artificial en los diferentes ámbitos de la vida, resulta una propuesta que no se relaciona con contenidos ajenos, sino con maneras de pensarse a sí mismos y analizar sus futuros posibles.
Con estas convicciones a cuesta, la tarea nos dio como resultado cuatro ejes de trabajo que se agruparon a partir de los temas seleccionados por los estudiantes.
Hubo quienes hicieron reflexiones sobre temas teóricos, como la transformación del concepto de libertad a partir de la aparición del algoritmo, o el modo en que humanizamos a la inteligencia artificial a partir de cómo nos relacionamos con estas tecnologías.
Otro grupo de trabajos se centró en el uso particular de la IA en diferentes aspectos de la vida cotidiana, como la medicina, la economía o el derecho. Tal es el caso de la investigación que analiza la responsabilidad legal en la implementación de vehículos autónomos [acceso a la ponencia escrita por Martina De la Fuente Añel Coronel, Giulana Lenisa y Camila Cóceres y al podcast que grabaron en nuestra radio].
Entre las áreas humanas que tuvieron un lugar destacado en el análisis de los estudiantes, aparece el arte y la cultura como una preocupación compartida. En ese marco, se analizaron los alcances y limitaciones de distintas aplicaciones en el arte visual [acceso a la ponencia escrita por Doralis Monsalve y Maribel Rodríguez y al podcast que grabaron en nuestra radio] y en el complejo mundo de la escritura creativa y la traducción [acceso a la ponencia escrita por María Pía Rojo y Pilar Vinciguerra y al podcast que grabaron en nuestra radio].
Finalmente, otro momento de las Jornadas estuvo dedicado a analizar la inteligencia artificial en relación con la educación: la preocupación por la elección de carreras o los distintos usos que se hace de esta tecnología en el ámbito educativo conforman uno de los ejes. La “generación bisagra” analiza, por ejemplo, el impacto del uso de chat GPT entre los estudiantes de secundaria [acceso a la ponencia escrita por Valentina Morales, Mercedes Pereyra y Joaquín Palma y al podcast que grabaron en nuestra radio].
Después de la escritura, un momento importante es el de exponer las ponencias en el Auditorio. En ese marco, escuchar a los estudiantes exponer sus producciones fue algo más que evaluar una tarea escolar. De algún modo también fue escuchar a una generación pensando el mundo que está por venir. Vale la pena volver a sus voces como invitaciones a seguir pensando.
Más allá de la caja de Pandora
La caja de Pandora ya está abierta, y sería iluso desear que lo esparcido por el mundo vuelva a esconderse. Hay nuevos modos de leer, escribir y pensar que emergen y nos desafían. También hay nuevas preguntas que la escuela deberá responder: ¿qué significa aprender cuando hay información que aparece en segundos? o ¿qué lugar ocupa la duda, la espera, el error? Pero también hay, ante todo, circunstancias que no admiten concesiones: el saber que se construye en el encuentro, el lugar que ocupa la contemplación, la pausa activa, la actitud crítica frente al mundo.
Tal vez esa sea hoy la esperanza que quedó al fondo de la caja: que incluso entre tecnologías que vienen a revolucionarlo todo, el aula sigue siendo el espacio donde las preguntas importan más que las respuestas.
* Docentes de Lengua y Filosofía de los cursos de 6° año en la Escuela Secundaria “Domingo F. Sarmiento” de la UNNOBA.
Fotos: Lautaro Chiesa







