Universidad para toda la vida

Por Ligia Nicolai

El Programa de Educación y Promoción de la Salud de Adultos Mayores (PEPSAM) celebra 20 años de existencia, convirtiéndose en un espacio emblemático para la inclusión y el aprendizaje de personas mayores en la región. Con más de 40.000 participantes y una amplia oferta de cursos y talleres, el PEPSAM se ha consolidado como un modelo de educación permanente y compromiso social universitario.

Nació casi con la universidad, ya que comenzó a funcionar cuando la UNNOBA estaba en su proceso de normalización, a cargo de su rector organizador, Luis Lima. Y tuvo sentido que así fuera porque se partió de la premisa sobre la que tanto insistía el exrector: “La educación es un camino que se transita durante toda la vida”.

Este programa se sustenta en los principios del aprendizaje permanente a lo largo de la vida, y entiende que la educación como un proceso continuo que habilita a las personas, independientemente de su edad, a aprender y a afrontar de manera activa y reflexiva los cambios del mundo contemporáneo. Desde sus inicios, la propuesta considera a la persona mayor como protagonista en el proceso educativo, que vive, aprende, enseña, se expresa y es parte de la comunidad universitaria.

Raquel Castro, su primera directora (2005-2020), consideró que la creación de PEPSAM fue un proyecto desafiante para esa época. “Lo significativo es que los mayores han logrado salir de la invisibilidad, se ha producido un cambio de mirada en relación a sus intereses y posibilidades”, sostuvo.

Impacto y logros

A lo largo de estos 20 años, han participado en PEPSAM más de 40.000 personas, comenzando con tan sólo 5 talleres y alcanzando, en la actualidad, más de 50 cursos en las diferentes áreas (socio-cultural, tecnológica, salud y artística) y distintas sedes.

Malvina Guaraglia, alumna del Programa en la sede Rojas, destacó la variedad de cursos que ofrece el programa. “A esta posibilidad hay que sumarle que es un espacio ameno y distendido. Tanto la calidad de los talleres como las relaciones humanas que se generan hacen del PEPSAM una experiencia recomendable”, describió.

Testimonios como el de Malvina son un ejemplo de que el programa ha extendido su impacto a diversas localidades de la región además de Rojas, Junín y Pergamino, entre ellas: Los Toldos, Vedia, Florentino Ameghino, General Pinto y General Villegas. Elba “Mimi” Puppo, alumna de Los Toldos (partido de General Viamonte), reflexionó: “Para mí, el PEPSAM se trata de expresar vivencias. Es participar donde te sentís parte de un proyecto elaborado para vos; proyectar para mantener activo el pensamiento; socializar con tus pares descubriendo coincidencias; superar prejuicios derivados de los propios cambios y discapacidades propias de la etapa de la vida; y actuar en consecuencia adoptando los recursos que utiliza el otro para superar obstáculos o dificultades. Vestirnos para esa ocasión especial que significa ir al encuentro del abrazo, del beso, el mimo del otro…tu espejo y en la Universidad, donde podemos memorizar nombres, sitios, poemas y canciones, desafiando… sin pudores ni miedos“.

Pedro Courtial, uno de los más antiguos alumnos que el PEPSAM tiene en Pergamino, brindó una reflexión sobre el significado del PEPSAM en la comunidad: “Hemos encontrado un espacio de aprendizaje y reflexión plural que ha enriquecido nuestras perspectivas vitales. Que nos ha permitido cultivar relaciones placenteras en torno a un objetivo compartido, que es mantener despierta nuestra capacidad de asombro y tener activas nuestras conexiones neuronales a partir del ejercicio del pensamiento crítico, de la lectura y del intercambio de ideas. El PEPSAM nos propone actividades físicas y deportivas, artísticas, tecnológicas, intelectuales y turísticas para personas mayores, lo cual propende a lograr niveles de salud física y mentales óptimos que mejoran nuestra calidad de vida”. Este alumno pergaminense reflexionó, al mismo tiempo, sobre la vejez: “Yo creo que el verdadero envejecimiento es quedarse sin proyectos vitales y perder la curiosidad”.

La familia del PEPSAM

Cada cuatrimestre las aulas son habitadas por personas mayores que encuentran en la educación una oportunidad para continuar en el entramado social, desafiando los prejuicios asociados a la vejez. De acuerdo a la coordinadora de Extensión Universitaria, Aldana Ostolaza, “el programa se constituye como un dispositivo que les permite a los adultos mayores, no sólo mantenerse integrados e incluidos en diferentes ámbitos y adquirir saberes especializados, sino también resignificar su identidad personal y social, mediante la apropiación de nuevas herramientas culturales, nuevos recursos intelectuales y nuevas relaciones”.

Por su parte, Alejandra Chumillo, coordinadora del PEPSAM, entiende al programa como promotor de nuevas relaciones sociales. “El vínculo trasciende las aulas y genera nuevos grupos de pertenencia en las personas mayores“, sostuvo.  Así es como Dora Magro, alumna desde el año 2013 en Pergamino, confesó: “Todas las mañanas espero ansiosa mi horario para ese maravilloso encuentro con la familia del PEPSAM. Después de mi núcleo principal, es todo para mí.”

“Quiero expresar mi más profundo agradecimiento a este programa—dice Carlos Martínez, alumno de Junín—,  tanto a directivos, como profesores, alumnos y compañeros, por todo el apoyo y compromiso, los cuales han sido fundamentales para mi camino entre mis sesenta y setenta años. Han contribuido al crecimiento y desarrollo personal. No es solo un lugar de aprendizaje sino también un espacio donde he encontrado apoyo, inspiración y motivación. Me siento muy honrado de formar parte de esta familia”. Carlos cursó distintos talleres desde 2013, entre ellos: dibujo, pintura, arte, memoria, computación, tablet y celulares, mosaiquismo, yoga y turismo.

Raquel Magrassi, una de las primeras alumnas de transitar el PEPSAM en Junín, relató: “Después de haber sido madre y docente, con el PEPSAM volví a ser alumna. Cuando me jubilé sentí la necesidad de una vida nueva, con el deseo de seguir aprendiendo. La Universidad me ha dado la oportunidad de cumplir sueños postergados y de socializar, sin las obligaciones y presiones familiares, justamente en otra etapa de nuestra vida”.

La Secretaría de Extensión Universitaria es el espacio institucional que “alberga” al PEPSAM, dentro de la Universidad. Su máxima autoridad, Juan Pablo Itoiz, brindó una visión abarcativa del sentido del programa en el ámbito universitario: “Desde la UNNOBA entendemos a la extensión universitaria como un proceso continuo, en sintonía con el compromiso social universitario que fundamenta la idea de una Universidad que trabaje en la construcción de una sociedad más libre, más justa y más igualitaria”.

“El crecimiento y la permanencia se debe a todo el trabajo realizado por los docentes del programa, del personal no docente, de los alumnos y de todas las autoridades que creyeron e hicieron su aporte para llegar a esta fecha, pero, fundamentalmente, al compromiso y a la apropiación por parte de sus alumnos”, expresó Itoiz para quien “el PEPSAM es un ejemplo de cómo la Universidad, desde su compromiso social y a través de la construcción de relaciones humanas, puede generar un espacio de vínculos comunitarios y sociales”.

Fotos: Lautaro Chiesa