Local, regional, nacional: las tres dimensiones del desarrollo
¿Por qué las crisis económicas son recurrentes en países como Argentina? Si se habla tanto sobre creación de empleo o desarrollo, ¿por qué no se llega a acuerdos de largo plazo? El escenario económico requiere de datos, análisis y decisiones políticas. Durante el VI Encuentro Internacional de Políticas Académicas y Científico Tecnológicas, la Mesa sobre “Economía y desarrollo regional” abordó estas problemáticas.
Agustín Lodola (subsecretario de Coordinación Económica del Ministerio de Economía provincial de la administración saliente) reflexionó sobre la planificación territorial en la provincia de Buenos Aires. El funcionario tiene larga experiencia como docente de finanzas públicas, por eso partió desde ahí para criticar a quienes piensan que la variable fiscal (impuestos) es la solución a todo: “Vengo de trabajar y enseñar sobre lo fiscal, y critico cada vez más esa idea de que las finanzas públicas son la vía más importante para solucionar muchos de los problemas del desarrollo territorial”.
Previamente a esta charla, se había presentado públicamente la Especialización en Planificación y Política Pública Territorial”, que se dictará en 2016 en la UNNOBA y en la que los integrantes de este panel participarán. La idea del territorio, por lo tanto, atravesó todo el debate de la Mesa.
Para Lodola, los temas fiscales (o impositivos) “han ocupado demasiado espacio en el diseño de política, y se ha esperado de lo fiscal demasiado. La discusión sobre impuestos, gastos y coparticipación han ocupado innumerable espacio”. Y luego preguntó: “¿En qué medida lo fiscal es causa o consecuencia de cosas más profundas que cualquier política de desarrollo territorial?”.
Las respuestas están en otra parte, por lo tanto. “Se deben atacar los problemas estructurales que tiene una economía”, indicó Lodola. Para eso es necesario pensar de otra manera los territorios y no utilizar variables que ocultan más de lo que develan: “En la provincia de Buenos Aires hemos realizado una regionalización para agrupar a los iguales, si no es imposible atacar todo a la vez mediante promedios insuficientes. Con cualquier variable económica que se tome, el promedio no sirve en esta provincia”.
Mediante el agrupamiento de los municipios parecidos entre sí, el Ministerio de Economía de la provincia armó dieciseis regiones mediante parecidos en actividad económica, cuestión fiscal y demografía. “De las dieciséis áreas tenemos once en el interior de la provincia y cinco en el conurbano, ya que dentro del conurbano también hay mucha heterogeneidad”.
Lodola señaló que a partir de esta regionalización se puede pensar de otra manera el desarrollo territorial, y no sólo el tradicional “financiamiento público del Estado”. Y es el Estado el que puede dinamizar de otra manera los territorios porque Lodola plantea pensarlo como un “Estado emprendedor”, esto es, “que vaya mucho más allá de la corrección de las fallas del mercado, que pueda crear mercados o los descubra, debido a que puede asumir otro tipo de riesgos desde el sector público”. Expandir el Estado, más allá de las fronteras de la distribución recaudativa, es la idea fuerza que dejó el especialista en temas fiscales.
Patricio Narodowski (asesor del Ministerio de Economía provncial de la administración saliente) preguntó al público asistente del Salón de la Democracia Argentina, “¿cómo podemos plantear una política para solucionar los problemas de empleo y producción?”. Como si fuera una caja de pandora, abrió una presentación en la que lejos de dar soluciones mágicas, brindó un recorrido con una advertencia: “Para salir del subdesarrollo no hay políticas garantizadas, ni siquiera las de largo plazo, lo vemos desde hace treinta años”.
Narodowski planteó las diferencias entre la micro y la macroeconomía, los desarrollos a nivel global, nacional y local, y las tensiones que genera cada nivel. Fue escéptico en la posibilidad de plantear un desarrollo local aisladamente, y por eso hizo especial énfasis en un tipo de análisis: la controversia teórica entre “regiones” y “redes de ciudades”.
“Las regiones se suelen definir con variables determinadas por los recursos naturales, casi exclusivamente. En cambio en la teoría de redes de ciudades cuenta el lugar en el que vive la gente: lo que importa es la ciudad dentro de una red más amplia. El análisis se enfoca en ver qué lugar ocupa cada nodo en esa red de ciudades. Interesan los círculos virtuosos regionales y se busca que cada ciudad aproveche y se integre con sus zonas aledañas”, explicó. Y advirtió que “aunque se viva en una ciudad de fuerte contenido agropecuario, como Junín, la gente tiene una vida urbana, más vinculada a los servicios que a la explotación de los recursos naturales”.
“Intentamos entender a la ciudad como el lugar del proceso de desarrollo”, dijo. Pero no de modo aislado, sino “en relación con su periurbano, con sus recursos naturales, con sus barrios, para que todos esos esfuerzos no se vayan a otra ciudad o a otro país”. Además esa ciudad no puede pensarse por separado de la red de la que forma parte, ni tampoco en competencia con sus nodos cercanos.
“¿De quién es la responsabilidad de la planificación en este esquema?”, se preguntó Narodowski. “Yo dudo que el gobierno local sea el responsable; probablemente lo sea al final del camino, porque son quienes reciben las presiones inmediatas de las pugnas”, sentenció y dejó flotando la respuesta apuntando a instancias mayores del Estado.