Una mirada integral de la Educación Física
La Licenciatura en Educación Física que se dicta desde el Instituto Académico de Desarrollo Humano se creó con el objetivo de articular esta disciplina con la promoción y rehabilitación de la salud, contemplando a las poblaciones vulnerables, es decir, personas con discapacidades permanentes y mayores de 65 años. “En los últimos tiempos ha cambiado la pirámide poblacional. Al aumentar la sobrevida y calidad de vida hubo un incremento de la ancianidad y de las personas con enfermedades crónicas. Justamente, en esta dirección se pensó la Licenciatura”, fundamentó a El Universitario Marcos Jaureguizar, coordinador de la carrera que se dicta como ciclo de complementación para los profesores de Educación Física.
“Este cambio de paradigma implica que la sociedad requiera rehabilitaciones y apoyo en la cotidianeidad más que cuidado médico, por eso la capacitación de los profesores apunta a formarse interdisciplinariamente y con una mirada integral”, expresó.
Jaureguizar reveló que la Licenciatura en Educación Física de la UNNOBA apunta a formar profesores que puedan trabajar con jóvenes con capacidades disminuidas en el patio o aula, así como también con personas con discapacidades que deseen insertarse en la vida diaria, además de adultos mayores. Así y todo esto no implica desatender la población que tiene a la actividad física como meta de desarrollo.
Según el coordinador, esta licenciatura tiene una clara orientación biologicista. “No es que dentro del contenido curricular no trabajemos ‘alto rendimiento’, pero nos enfocamos a que el profesional que curse esta carrera pueda formar parte de un equipo de médico”, subrayó Jaureguizar, quien dicta la materia Salud Pública en la Licenciatura. “Es una propuesta curricular distinta. Es única en la Argentina con esta orientación y tuvo una excelente aceptación por parte de los cursantes”, resaltó.
El contenido curricular de la licenciatura se basa en 3 pilares fundamentales: aumentar el conocimiento, en este caso de la Educación Física, pero con una mirada integral; brindar herramientas para la gestión; y finalmente, fomentar las vocaciones científicas promoviendo la investigación en el área.
Jaureguizar comentó que sólo en Junín y Pergamino existen 7 mil personas con discapacidad motora. En esa línea, planteó: “¿Cuántos pueden estar en una clínica de rehabilitación, cuántos en un hospital de día? Doscientos, si sumamos. ¿Y el resto de las personas con capacidades disminuidas? Es desde esta problemática que se pensó a la orientación de la carrera. Se lleva adelante la capacitación de docentes de Educación Física para que chicos y mayores tengan la posibilidad de acceder a una rehabilitación desde el deporte”.
En esta dirección, uno de los docentes de la Licenciatura es el kinesiólogo, fisiatra y profesor de Educación Física Andrés Buey, quien además es integrante del Comité Paraolímpico Argentino. “La realidad es que actualmente en el país hay un déficit en la formación de los docentes orientados al deporte y la discapacidad. Desde el comité hace años venimos observando la necesidad de capacitar y empezar a formar a mayor cantidad de profesores y docentes en el área del deporte adaptado”, contó Buey.
“Tengo la posibilidad de tener la mirada del profesor y también la del profesional médico. Si bien el proceso de aprendizaje es largo, también es positivo y quedó demostrado en la participación de Argentina en los Juegos Paraolímpicos que se hicieron en Brasil”, resumió.
El médico y miembro del Comité Paraolímpico consideró al deporte como una “herramienta terapéutica fundamental en la rehabilitación del paciente”, por lo que asegura que en la actualidad es necesario ampliar la base de docentes y profesores que estén abocados al área de discapacidad. “Es necesario tener docentes formados y con conocimiento del deporte, adaptado para poder enseñar a chicos con discapacidades. Porque el deporte en sí es terapéutico y muchas veces no alcanza con el trabajo realizado en el consultorio”, explicó Buey.