Primera promoción de la Secundaria UNNOBA
Por Ligia Nicolai
Llega diciembre y para la comunidad educativa de la UNNOBA no es cualquier fin de año. Este final de ciclo lectivo nos brinda la primera cohorte de graduadas y graduados de la Escuela Secundaria Presidente Domingo Faustino Sarmiento, conocida como la “Escuela de la UNNOBA” y aclamada por muchas familias de Junín y la región.
Sin dudas, desde sus inicios, pero sobre todo por lo que ha logrado, esta institución es símbolo y ejemplo de la educación pública del país.
Una escuela que supo ganarse un lugar destacado en su territorio y que fue distinguida en el certamen “Mejores Escuelas del Mundo” en la categoría acción ambiental, con tan solo 6 años de recorrido. Ver más, aquí.
Ofrece una educación pública, inclusiva y de calidad como pilar fundamental, brinda una doble jornada y cumple con 200 días de clases a lo largo de todos sus ciclos lectivos.
Se trata de una institución con una visión integral de la formación y donde el acompañamiento de los tutores y el trabajo conjunto con los docentes hacen su esencia. “Hay mucho apoyo y acompañamiento de los tutores, sobre todo en los primeros años que éramos poquitos. Se daban cuenta de que me costaba relacionarme y se trabajó para lograr la integración”, contó Lucrecia Córdoba Scarafia, egresada de la primera promoción. Mauricio Ciarrochi, otro de los egresados, también destaca el apoyo que sintió: “Lo que más recuerdo es el acompañamiento que ofrece la escuela. Por ejemplo, a mí matemática me cuesta, y le buscaron la vuelta para ayudarme con eso a través de los tutores”.
A lo largo de estos años, la escuela ha ido trabajando en uno de sus principales objetivos, el de despertar vocaciones científicas tempranamente y fortalecer la enseñanza de las ciencias básicas.
También es una cualidad que sus estudiantes resaltan: “Aprecio la importancia de contar con docentes formados que son profesionales e investigadores, nos aportan una mirada más amplia. El laboratorio es de gran utilidad, tener prácticas, meter mano, experimentar en todas las áreas es muy bueno”, explicó Emir Asam.
Lucrecia también se refirió a la experiencia de la práctica y al modo de enseñar y de aprender con el que forma la secundaria de la UNNOBA: “Los contenidos son completos, la manera en que se los da es muy bueno, las clases no son monótonas, hacen presentaciones, pasan videos, hacemos juegos. Lo plantean de manera didáctica y es más fácil aprender y retener los contenidos. En naturales, en laboratorio hacemos demostraciones y experimentos y, por ejemplo, en inglés hicimos proyectos re interesantes como juguetes para un comedor y para un jardín”.
Es una secundaria que, desde el inicio, se encuentra con una diversidad de estudiantes. Entonces, tanto la escuela como el alumnado deben aceptar la propuesta y adaptarse. “Esta escuela me brindó muchas cosas, demasiadas. Sufro de ansiedad, muchas veces solté acá mis sentimientos y supieron los directivos y tutores escucharme y entenderme. En la primaria sufrí bullying y me costó mucho sobrellevarlo. Acá no lo sufrí y fue una carga menos en mi vida. Los directivos supieron enseñar la necesidad de respetar al otro, saber que el otro tiene sentimientos”, explicó Angelina Brillante.
Como siempre lo resalta el rector de la UNNOBA, Guillermo Tamarit, la secundaria de la UNNOBA ha sido un gran desafío para toda la comunidad y no se trata de una escuela elitista que educa a los mejores, sino una escuela inclusiva, que educa en la pluralidad y diversidad. “Esta escuela es un magnífico ejemplo de la educación pública”, sostiene Tamarit.
Es así que, desde hace seis años, con cada posibilidad de ingreso, el sorteo despierta lágrimas de alegría y de tristeza. “Estaba cursando cuarto grado en la escuela 12 (Escuela Primaria Nº12 Juan Bautista Alberdi) cuando me enteré de la posibilidad de la creación de la Secundaria de la UNNOBA, le dije a mi mamá que quería ir. Entonces, en el 2017, me anoté y cuando salí sorteada fue una emoción tremenda. Entré con cinco compañeros de mi escuela, a los demás no los conocía”, contó emocionada Martina Andriola.
En ese momento se mezclaba la emoción de quienes conseguían ingresar, en muchos casos con la incertidumbre de comenzar en una institución que daba sus primeros pasos. Hoy también esas lágrimas son de alegría, por hacer historia en la educación pública, en la UNNOBA y en esta ciudad del noroeste de la provincia de Buenos Aires. “Sabemos que vamos a hacer historia porque somos los primeros graduados. Estoy contenta, pero a la vez triste. En primero nos queríamos ir, ahora no queremos que se termine. Se está terminando un sueño para empezar otro, ya que voy a seguir la Licenciatura en Sistemas en la UNNOBA. Me gustaría en algún momento ser programadora de videojuegos”, expresó Angelina.
Esta institución, desde su inicio, fue pensada para aportar una mejora al proceso educativo de nuestro país. De hecho, la organización de la enseñanza se plantea en brindar competencias y habilidades que les sirvan a los estudiantes tanto dentro del aula, como fuera.
La dinámica de trabajo, según describe el equipo docente, comienza con la definición y discusión de lo que van a dar en el aula. A la vez se arman grupos de estudio para estudiantes y el espacio áulico es organizado por materia, lo que permite que las y los estudiantes roten de espacios.
Además, en el plan de estudio, ocupan un lugar importante las competencias básicas y transversales, desde una mirada moderna de la pedagogía, pensando que los contenidos sirvan para dentro y fuera del aula, lo que permite planificar proyectos interdisciplinarios.
“Me llevo muchas herramientas. Desde primero ya nos incentivaban a participar en concursos literarios y ferias de ciencias. Me han sabido acompañar no solo desde lo académico, sino también desde lo personal”, dice de manera emotiva Sofía Meoni Burgos.
Los estudiantes son evaluados por equipos, conformados por docentes y tutores. No se pone a prueba la memoria y la repetición sino el pensamiento crítico, la resolución de problemas, el aprendizaje autónomo, la comunicación y expresión, el trabajo colaborativo y la ciudadanía democrática.
“Nos han enseñado a construir a partir del error, me han sabido acompañar y la experiencia extracurricular también ha sido muy gratificante. Estoy muy agradecido”, reflexiona Emir, mientras que Mauricio expresa: “La escuela me ayudó a crecer mucho, siempre acompañándome. Fue determinante para hoy estar terminando. Esta escuela fue una motivación para poder seguir”.
En estos años, la Escuela Secundaria Presidente Domingo Faustino Sarmiento trabajó para construir una institución colectiva, con el compromiso de volver a las mejores tradiciones de nuestra educación, pensando y atravesando los cambios. Es decir, aplicando metodologías y contenidos innovadores, sin descuidar las habilidades básicas. Fue un proyecto que se pensó para incluir y formar a todas y todos, y hoy su fruto es esta primera cohorte de egresadas y egresados y la convivencia de más de 300 personas de diversas condiciones sociales, culturales, religiosas y económicas, focalizadas en un mismo objetivo: la educación pública, inclusiva y de calidad.
En esta línea, el rector, Guillermo Tamarit recordó en su discurso, dirigido a jóvenes, la definición que se le atribuye a Hesíodo y que, aproximadamente, tiene 2700 años: “Educar a una persona es ayudarla a aprender a ser lo que es capaz de ser”. Y, en este sentido agregó: “La enseñanza es una tarea humanística que nos constituye como humanos y desde esta concepción es que abordamos la posibilidad de desarrollar nuestra propuesta, que como Universidad nos comprometía no sólo a debatir sobre educación, sino traducir ideas en acción educativa”.
El proyecto de creación de la Escuela Secundaria de la Universidad y estos primeros 6 años de vida forman parte de un programa sostenido de articulación entre la UNNOBA y el nivel secundario, en el que se destacan las acciones de articulación académica en las áreas de Química y Matemática, la Muestra TECUNNOBA, el Programa de Becas Primer Estudiante Universitario de la Familia y el Programa NEXOS de la Secretaría de Políticas Universitarias, por medio del cual se trabajó en diversos proyectos de articulación entre la Universidad y la escuela secundaria diseñados con la Dirección de Educación Secundaria de la Provincia de Buenos Aires. “Todas esas acciones también permitieron diseñar y poner en marcha esta escuela en la que hoy nos encontramos”, sostuvo Tamarit.