Reciclar, achicar la brecha digital y aprender

nodocomunitario

La cifra es contundente. En promedio, cada argentino genera 3 kilogramos de basura electrónica por año, lo que representa 120 mil toneladas en todo el país. ¿Qué se hace con toda esa cantidad de chatarra informática? El nivel de consumo y el ritmo de descarte se aceleran, por lo tanto los números se agrandan año tras año, con el agravante de los recambios tecnológicos que se suceden con regularidad.

Desde la sociedad emergen propuestas enfocadas por la estrategia de las 3 R: Reducir - Reciclar - Reutilizar. ¿Cómo ayudar a resolver esta problemática?

La UNNOBA y el desafío digital

Desde el 2010 la Universidad viene impulsando proyectos de voluntariado para reducir la "brecha digital". Este concepto es relativamente nuevo y apunta a caracterizar las desigualdades socioeconómicas que hay para acceder a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs).

En el voluntariado participan estudiantes de los primeros años de la Escuela de Tecnología. Asisten a un Nodo Comunitario (ubicado en la sede de Pergamino) en el que desarman, limpian y arman computadoras. Los restos de viejas y olvidadas PCs son donados por vecinos e instituciones. Los estudiantes se encargan de aplicar lo aprendido en las primeras materias de cursada, asignaturas que tratan sobre redes, sistemas operativos, comunicación de datos. Y a eso le suman el plus de la investigación e implementación de una tarea concreta y solidaria.

Este proyecto de reciclado de viejas computadoras no sólo permite aumentar la vida útil de los equipos informáticos mediante su reutilización. Sobre todo posibilita que niños y jóvenes en estado de vulnerabilidad social adquieran acceso a herramientas fundamentales en la sociedad del conocimiento.

El ingeniero Adrián Jaszczyszyn, docente de la Escuela de Tecnología, informa que "el primer voluntariado fue realizado entre 2010 y 2012 junto con Bienestar Universitario, se denominó 'Intervención para reducir la brecha digital y la basura electrónica', y contó con la dirección de Hugo Ramón, prosecretario de Tecnología de la Información y la Comunicación de la Universidad".

"A partir de ese proyecto se consiguió asignar un lugar físico para que los voluntarios trabajen en la sede de Pergamino, -continúa Jaszczyszyn- un espacio al que se llamó 'Nodo Comunitario'. El resultado de ese trabajo fue el armado de dos salas de computación en dos escuelas: una primaria de Pergamino y un jardín de infantes de Saforcada (partido de Junín). Se instalaron programas para los niños y se dio una capacitación para su uso".

Entrevistados por El Universitario, los voluntarios contaron su experiencia: "Juntamos máquinas que están en desuso, que ya no sirven o no funcionan, las reparamos y armamos una red con aplicaciones para que usen los chicos. Surge así del proyecto una vía alternativa para canalizar algo de la 'chatarra informática' que hay. La gente no sabe qué hacer con su computadora y entonces la dona".

Los voluntarios sintetizan los objetivos de su tarea en tres ejes concretos: "Reciclar la basura informática, lo que ya no se usa más; eliminar la brecha digital llevando material informático a lugares donde los chicos no tienen acceso a internet o a computadoras; y por último es una manera de aplicar lo que se aprende en las materias".

Herramientas libres

Desde la Universidad se gestiona la compra de una máquina potente denominada "servidor", que atiende las demandas de todas las computadoras reparadas y que se conectan a ella mediante una red. “El servidor es el corazón de toda la sala”, afirma un estudiante.

"Instalamos un sistema operativo GNU/Linux en la máquina central y usamos un programa que se llama TCOS (Thin Client Operating System) que es el encargado de relacionar las terminales con el servidor. Esa PC central tiene dos placas de red, una para comunicarse con la red de terminales locales y otra placa para salir a Internet", detallan. Tanto GNU/Linux como TCOS son software libre. Y Jaszczyszyn agrega que "las terminales, que son máquinas viejas, tienen instalado solamente un programa pequeño que les sirve para comunicarse con el servidor desde el momento mismo en que se encienden".

"Aunque conocíamos GNU/Linux, no lo usábamos. Fue en la Universidad que comenzamos a tomar contacto y aunque no es un sistema muy difundido es muy fácil de usar", cuentan los voluntarios.
Jaszczyszyn indica que "el programa TCOS no tiene demasiadas complicaciones y además permite a los docentes hacer clases interactivas, compartir su pantalla con las terminales de los alumnos, y otras grandes potencialidades educativas ya que es un sistema operativo basado en software libre".

Para que esa implementación sea factible, se realizaron charlas con los responsables de las salas de computación y los ayudaron con una instrucción básica. "En el futuro la idea es dar también talleres a los docentes que usarán la sala", afirman.

Muchos desafíos por delante

El proyecto inicial ya culminó y el renovado grupo ya se encuentra en una segunda etapa: "Se trata de un voluntariado para el armado de videojuegos con niños de la escuela primaria, en el que puedan crear personajes y plataformas propias. Así pueden aprender jugando y se genera la inquietud por la investigación".

"Estamos por recibir dos servidores nuevos. Entonces -agregan- el proyecto es implementar y poner en funcionamiento las salitas y, mediante el voluntariado, impulsar el taller de programación de videojuegos".

"A futuro vamos a impulsar una campaña fuerte, en conjunto con la municipalidad de Pergamino, para recolectar residuos electrónicos y destinarlos al reciclado. La idea implica instalar puntos de recepción en distintos lugares de la ciudad para que la gente pueda dejar su chatarra allí. Sacaríamos en primer lugar todo lo que pueda ser reutilizado para armar terminales y dejarlas en funcionamiento; luego llevaríamos los restos electrónicos y de chatarra a donde se los pueda reciclar y hacer una correcta deposición final", sostienen los voluntarios informáticos de la UNNOBA.


Residuos electrónicos en cifras
La basura electrónica es la porción más tóxica de los residuos sólidos urbanos y es la que más rápido está creciendo, según informan las organizaciones ambientales. Actualmente no existe una ley que regule su tratamiento diferenciado pese a que desde el 2008 existen proyectos parlamentarios y se multiplican los debates en Argentina.

Un informe que publicó la organización Greenpeace indica que menos del 2% de los artefactos electrónicos se recicla. Sin embargo, indican que el 25% de los residuos de "Aparatos Eléctricos y Electrónicos" son reutilizables y el 72% es reciclable. Al no haber una correcta deposición final, la valiosa chatarra electrónica es enterrada en basurales a cielo abierto junto al resto de los residuos sólidos urbanos.

Brecha digital
Una investigación de los autores mexicanos Arturo Serrano Santoyo y Evelio Martínez, denominada "La brecha digital. Mitos y Realidades", estableció una definición ampliamente aceptada acerca de la problemática del acceso a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación: "La brecha digital se define como la separación que existe entre las personas (comunidades, estados, países) que utilizan las tecnologías de la información y comunicación como una parte rutinaria de su vida diaria y aquellas personas que no tienen acceso, y que aunque lo tengan no saben cómo utilizarlas”.

La brecha digital "puede ser definida en términos de la desigualdad de posibilidades que existen para acceder a la información, al conocimiento y a la educación mediante las TICs. La brecha digital no se relaciona solamente con aspectos exclusivamente de carácter tecnológico, es un reflejo de una combinación de factores socioeconómicos y en particular de limitaciones y falta de infraestructura en telecomunicaciones e informática".

Por último, afirman que "la reducción de la brecha digital impactará en el desarrollo humano siempre y cuando se incorporen a los proyectos iniciativas de educación material, intelectual y moral que aseguren su continuidad y sostenibilidad".


Plan Estratégico: la Universidad define su futuro

Florencia Castro

Las funciones propias de la Universidad están establecidas: enseñanza, investigación y extensión. Pero cada institución de nivel superior debe responder preguntas de fondo. ¿Cómo hacerlo?, ¿qué se aspira a ser?, ¿qué se busca de la enseñanza?, ¿qué perfil profesional y humano tendrán los graduados?, ¿cómo se da la integración con la comunidad y qué relación se concibe con el medio ambiente? El Universitario dialogó con Florencia Castro, secretaria Académica de la UNNOBA, para conocer el modo en que el Plan Estratégico 2013-2019 da respuesta a estos planteos.

El punto de partida fue la autoevaluación, que permitió constatar el proyecto institucional de la universidad con su realidad: "En ese proyecto participó parte de la comunidad local y toda la comunidad universitaria, con encuestas, comisiones de trabajo o con la modalidad que cada área estableció. A partir de ese análisis surgieron fortalezas y debilidades. El Plan Estratégico partió de ese diagnóstico".

- ¿Qué propuesta de organización hicieron para garantizar la participación y el debate en un proyecto tan amplio como el del Plan Estratégico?
- Armamos subcomisiones de trabajo integradas por todos los claustros y una comisión central encargada de recopilar la información que se fue generando. Las comisiones trabajaron sobre cada uno de los ejes estratégicos (ver Cinco Ejes) y con el aporte de la comunidad. Se invitó a organismos de ciencia y técnica, colegios profesionales, organizaciones comunitarias, actores del sistema educativo. Cada institución participó en función de sus intereses y especificidades. Por ejemplo, la gente vinculada a la educación participó en la comisión de “Formación Integral”, y el INTA en la comisión de Investigación. Una vez que trabajamos en todas las líneas estratégicas se hizo una puesta en común, antes de que el texto del Plan Estratégico fuera aprobado por el Consejo Superior.

- La universidad es una organización compleja en la que cada una de sus partes cuenta con iniciativas propias, ¿de qué manera es posible pensar y efectuar acciones estratégicas en una institución de este tipo?
- Aunque es una institución compleja tiene una particularidad que no tiene ninguna otra: es cogobernada. Los órganos colegiados, de los que participa toda la comunidad universitaria, son los que deciden las políticas generales. Al margen de la impronta que puedan dar quienes conducen los órganos unipersonales, son las instancias colegiadas las que llevan a cabo la política de la institución. Van a ser los estudiantes, los docentes, los no docentes, los directores de las escuelas, los que tomen las decisiones generales. Es una particularidad que se da sólo en la universidad: podés armar una visión estratégica porque todos participan mediante la representación. Cuando se modifica un plan de estudio no lo decide el rector, lo decide la comunidad académica, que es la que establece por consenso las normas generales de la institución mediante sus representantes.

- ¿Cómo se puede pensar estratégicamente la demanda laboral y profesional de los estudiantes frente a algo tan dinámico como el mercado?
- Es un tema que se abordó desde distintos lugares. Por un lado se trabajó y discutió la pertinencia de la oferta académica. Esto implica trascender la pregunta por la calidad de los docentes o los laboratorios; es poder preguntarse si la carrera que se está dictando ayuda al crecimiento regional y nacional. ¿Qué necesita la comunidad para desarrollarse? es la pregunta a realizar. Y esto no implica sólo prestar atención a las demandas explícitas de la comunidad: hay que ir más allá. Así fue que, con participación de toda la comunidad, una comisión trabajó directamente sobre la pregunta '¿cuál es la oferta académica pertinente?'. No es algo tan simple, porque también hay que tener en cuenta que los recursos con los que se cuenta siempre son limitados, por más generosos que sean. Entonces hay que encauzarlos dentro de una oferta pertinente. Y los recursos no son sólo económicos, muchas veces la dificultad está en contar con los recursos humanos adecuados.

- Después de diez años de vida, ¿qué tipo de opinión tiene la comunidad académica y la región acerca de la Universidad?
- Eso se trabajó sobre todo en la Autoevaluación. Se consultó a representantes de distintos sectores de la región y el resultado fue muy bueno. La gente manifiesta en líneas generales que el impacto de la Universidad ha sido muy importante y marcan que ha generado un punto de inflexión. Cuando consultamos a la comunidad académica sobre el presente y el futuro de la universidad resultó que la percepción es muy buena en relación al presente y depositan gran expectativa en el camino que tiene por delante.


La dimensión académica
El gran desafío para toda institución educativa es responder a las demandas y problemáticas que plantea la dimensión académica. La dinámica social, laboral y de investigación científica hacen que la atención deba ser permanente.

Florencia Castro desarrolla algunos ejes considerados durante los debates y el armado del Plan Estratégico: "Hay una decisión de trabajar con otros niveles educativos y articular con sus docentes para permitir el tránsito hacia la universidad. Se debe fortalecer todo el sistema para que lleguen más estudiantes al nivel superior".

"En ese sentido, una de las líneas de la articulación es brindar capacitación a los docentes del nivel medio mediante cursos con puntaje. Además se plantean articulaciones con los institutos de formación docente o de formación técnica, con los que hemos avanzado bastante con los ciclos de complementación curricular. Ya hicimos un ciclo de matemática, estamos haciendo uno de letras, y vamos a hacer uno para los técnicos radiólogos", detalla.

Otra línea de acción que resalta la secretaria Académica es la que tiene que ver con el ingreso, permanencia y egreso del estudiante: "En relación al ingreso aparece como fundamental la articulación con el nivel medio, e incluso avanzar más allá del ingreso mediante la oferta de tutorías y el seguimiento de los estudiantes, sobre todo en el primer año de su cursada".

En relación al egreso indica una realidad que fue tratada en las últimas reuniones: "En algunas carreras sucede que hay estudiantes a los que les quedan pocas materias para graduarse, o sólo les falta un trabajo final, pero ingresan al mercado laboral y les resulta difícil terminar sus estudios. La idea es trabajar en esto con programas focalizados en la finalización de las carreras que iniciaron".

La formación de los docentes en actividad en la Universidad es un aspecto nodal. Sobre este tópico señala: "En relación a la capacitación docente de nuestros profesores, tanto en las técnicas pedagógicas como en lo disciplinar, se definieron líneas de capacitación. Y estos espacios para la formación de nuestro cuerpo docente pueden ser aprovechados también por cualquier profesional de la comunidad".


Cinco ejes estratégicos:
- Inserción regional, nacional, latinoamericana e internacional;
- Fortalecimiento institucional;
- Formación integral;
- Generación y transferencia del conocimiento;
- Promoción de la cultura y el conocimiento.

"Una guía para la acción"
Castro: "Se trata de un plan que no es estático y que plantea líneas de acción generales para la toma de decisión de todos los órganos de gobierno, tanto de los unipersonales como de los colegiados.
La base metodológica que utilizamos es la de la Unión de Universidades Latinoamericanas, de la cual formamos parte. Al tener una guía para la acción podemos trabajar en conjunto para lograr el fin".

Consulta a graduados
Castro: "La universidad hace un seguimiento de sus graduados. Qué inserción tienen en el mercado laboral, qué tareas están haciendo, si están conformes, qué opinión tienen sobre el plan de estudio, si les ha aportado las herramientas necesarias, etc. Esa información se trabaja en las comisiones de seguimiento de los planes de estudio. Son opiniones importantes a considerar".


El médico que hizo surgir la ciencia en medio del maizal

ENRIA

El doctor Julio Maiztegui llegó a Pergamino 1965 cuando un grupo de investigadores y técnicos del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (CEMIC) y del Instituto Nacional de Microbiología "Dr. Carlos G. Malbrán", con el apoyo de la Fundación Emilio Ocampo, se instaló para realizar estudios sobre la Fiebre Hemorrágica Argentina (FHA), una enfermedad causada por el Virus Junín que por aquel entonces ocasionaba un importante número de muertes.

Rápidamente se integró a la comunidad y su labor científica de marcado compromiso lo colocó entre las personalidades “pergaminenses” más reconocidas. Nació en Bahía Blanca, se graduó en la Facultad de Medicina de la UBA y perfeccionó sus estudios en el Boston City Hospital, dependiente de las Universidades de Boston y Harvard.

En 1978, fruto de su tarea, se creó el Instituto Nacional de Virosis Hemorrágicas, actualmente Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas (INEVH). Falleció el 29 de agosto de 1993, a los 62 años. Desde 1994 esa institución lleva su nombre.

Utopía y pragmatismo

La doctora Delia Enría, directora del INEVH y codirectora de la Maestría en la Prevención y el Control de las Zoonosis que se dicta en la UNNOBA, trazó una semblanza de Julio Maiztegui: “Don Julio era un visionario, una persona que trabajaba con una utopía pero construía sobre la base de un profundo pragmatismo. Logró controlar una enfermedad que devastaba una región. Establecerse en Pergamino fue para él una enorme oportunidad, aquí desarrolló su vocación de médico, en un viejo hospital de llanura”.

Delia Enría definió a Julio Maiztegui como un profesional que siempre estaba en la primera trinchera de la atención sanitaria: “Trabajaba activamente en los casos, y eso le permitió adquirir el conocimiento que posibilitó el adecuado control de la FHA”.

“Llevó adelante el ensayo clínico que probó la eficacia del plasma inmune para el tratamiento de la enfermedad; también puso en marcha el laboratorio y el resto de los proyectos que dieron forma al instituto. Si no hubiera estado su inteligencia pragmática y su sólida formación, todavía se estaría discutiendo si el plasma inmune sirve o no. El demostró que servía, era un brillante gestor”, sentenció la codirectora de la Maestría en Zoonosis.

También sentó las bases para que el proyecto de desarrollo de la vacuna pudiera concretarse: “El minucioso estudio epidemiológico que él había hecho permitió que se gestara el conocimiento suficiente para avanzar hacia la vacuna”.

Respecto de la Candid I, que previene la Fiebre Hemorrágica Argentina, Enría recordó que había un antecedente de trabajo en el país y con la anuencia de varios organismos se decidió considerar esa experiencia: “A través de un convenio entre el gobierno argentino, la Oficina Sanitaria Panamericana, el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas y el United Army Medical Research Institute of Infectiuos Diseases de los Estados Unidos, comenzaron las investigaciones dirigidas a la obtención de la vacuna, que concluyeron en 1985 cuando el equipo del doctor Julio Barrera Oro logró obtener un clon atenuado de virus Junín, denominado Candid I, dando comienzo a las fases clínicas de investigación que culminaron en 1990, cuando se estableció que la vacuna era eficaz para prevenir la FHA y se abrió la perspectiva del control definitivo de esta endemia”, explicó Enría.

“Por su liderazgo, don Julio Maiztegui fue una pieza clave en aquel proceso que era como un rompecabezas”, añadió la titular del INEVH.

Crear científicos

Delia Enría destacó la generosidad de Maiztegui: “Sabía que existían otros desarrollos y nos impulsó a que, sin sacar los pies de este lugar, pudiéramos capacitarnos en el exterior, en un tiempo en el que no era tan fácil hacerlo”, destacó.

“Era un hombre de carácter fuerte, siempre dispuesto a trabajar en equipo. El trabajo colaborativo fue el principal legado que dejó a quienes lo sucedieron”.

“Cuando se lo homenajeó en la Academia Nacional de Medicina alguien dijo: ‘El hizo surgir en el medio del maizal a la ciencia’. Creo que ese fue su aporte; este Instituto es el fruto y su perseverancia nuestro mejor ejemplo, la constancia como virtud de aquel que sabe que está en el camino correcto”, concluyó.


Apuntes: la trascendencia de su labor

La FHA es una enfermedad causada por el Virus Junín que puede afectar a la población del área endémica de las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y La Pampa. Es transmitida por el contacto directo con roedores o inhalación de excretas de roedores infectados.

El INEVH
El Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas “Julio Maiztegui” funciona en Pergamino y depende de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Carlos Malbrán” (ANLIS). Coordina el Programa Nacional de Control de la Fiebre Hemorrágica Argentina y la Red Nacional de Diagnóstico de Dengue y otros Arbovirus.

La Candid I
La vacuna Candid I, que previene la FHA, se produce en los laboratorios del INEVH. Fue incorporada al Calendario Nacional de Inmunizaciones e indicada en mayores de 15 años que vivan o trabajen en el área endémica.

El plasma inmune
El tratamiento de la FHA se realiza mediante la administración de plasma inmune de personas que tuvieron la enfermedad y se curaron. Este insumo se obtiene de la donación que se hace en forma voluntaria.


Pensar la Universidad desde los estudiantes

Inauguración Plazoleta Estudiantes Reformistas
Por el doctor Guillermo Tamarit, rector de la UNNOBA

El pasado día del estudiante se inauguró en la sede de Pergamino la Plazoleta “Estudiantes Reformistas”, respondiendo así a una inquietud del Centro de Estudiantes de la UNNOBA. Aprovechamos la ocasión para reflexionar en torno a qué significa ser un estudiante reformista hoy y por qué la Reforma Universitaria puso en el centro de la escena a los estudiantes.

Aquella Reforma que se gestó en Córdoba en 1918, cuyos postulados se extendieron por toda Latinoamérica, ha sido sin lugar a dudas el mayor debate que la educación argentina le propuso al mundo. Se trata de una construcción original que piensa a la Universidad no ya desde la institución ni sus docentes, sino desde sus estudiantes. Entonces ¿por qué cambiar el eje de lo que tradicionalmente ha sucedido y pensar a la institución desde sus estudiantes? Porque precisamente, en el estudiante radica el sentido que tiene la Universidad. El estudiante y su contexto social es lo que justifica la existencia de la Universidad pública.

Cuando afirmamos que el estudiante es central en la Universidad pública, no lo hacemos solo por las oportunidades personales que se les brinda como futuros profesionales de mejorar la propia vida a partir del esfuerzo de estudiar. En verdad resulta primordial lo que se espera que desarrollen en tanto profesionales al servicio de mejorar al conjunto de la sociedad. Ciertamente, el estudiante debe devolver a la sociedad el esfuerzo que hace para sostener a estas instituciones.

En este sentido, el debate entre los diferentes actores que forman parte de la vida universitaria se vincula con el siguiente interrogante: ¿el estudiante reformista puede ser un estudiante más?

Por nuestra parte, creemos que debe ser el mejor y hacer un esfuerzo superior al del promedio.

En primer término, porque la educación pública universitaria es pagada por el conjunto del pueblo: y esto genera una deuda de honor de quienes resultamos, como universitarios, beneficiados por los aportes que realiza el conjunto de la sociedad.

En segundo término, porque quienes menos recursos tienen son aquellos que circunstancialmente pueden demandar los servicios de un profesional de la Universidad pública. Para ejemplificar esta afirmación: cuando una multinacional litiga contra un obrero, a este obrero seguramente lo defiende un abogado de la Universidad pública. Si este abogado no es el mejor, no va a hacer prevalecer los derechos del trabajador y el obrero perderá su reclamo laboral.

Por este simple motivo nuestros profesionales deben ser los mejores: no sólo por las cuestiones personales o por las vanidades universitarias, sino porque hay una expectativa de la comunidad puesta en quienes obtienen certificados de conocimientos, por lo tanto deben ser capaces de resolver cuestiones cruciales de la vida cotidiana.

Consecuentemente, creemos que todos los integrantes de la comunidad universitaria deben realizar un esfuerzo sostenido para mejorar diariamente la calidad institucional: no solo autoridades, docentes y no docentes, sino también los estudiantes. La posibilidad de estar organizados en Centros de Estudiantes y en la Federación Universitaria y participar del cogobierno universitario, demanda compromiso para resolver los problemas e inquietudes de hombres y mujeres del común, contribuyendo así en el sentido más profundo que tiene la Universidad Pública, mejorar las condiciones de vida de nuestra sociedad.


Juegos y demostraciones con tecnología

Mónica Sarobe

Antes de ingresar en las vacaciones de invierno, los estudiantes del nivel secundario tuvieron la oportunidad de asistir a una muestra interactiva organizada por la Universidad. Cientos de jóvenes se acercaron a las sedes de Junín y Pergamino para experimentar con tecnología y conocer los resultados a los que puede llegar la investigación en el marco de una carrera.

Mónica Sarobe, secretaria Académica de la Escuela de Tecnología, abordó los alcances estratégicos de esta primer experiencia de Tec-UNNOBA: “Para la Universidad siempre ha sido un eje prioritario la articulación entre niveles educativos. Esta muestra se preparó junto a los responsables de las regiones educativas XIII y XIV. Fue una buena oportunidad de llegar a los colegios secundarios, y sobre todo a quienes están en los últimos años, para que los estudiantes tengan la posibilidad de ver proyectos realizados por nuestros propios alumnos y por compañeros de otras escuelas”.

- Al ver esa multitud de estudiantes del nivel medio recorrer las aulas y pasillos de la universidad se puede pensar que las barreras entre los niveles educativos no son algo rígido y que el diálogo puede sorprender.
- Es que este proyecto tiene un sentido más de articulación que de hacer simplemente una muestra de nuestra oferta académica. Mostrar lo que los propios alumnos producen en vez de dar una charla acerca de cuáles son las carreras y su duración. Apunta a generar y motivar preguntas que por ahí ya tienen, como “¿qué voy a hacer luego si estudio esta carrera?”, o “¿qué puedo hacer en la UNNOBA si me involucro en un proyecto de investigación?”. Este es el sentido de la articulación y de este tipo de actividades. Tec-UNNOBA no es la única y ya tenemos más propuestas pensadas.

Los proyectos que se expusieron implican a un abanico de áreas y tareas de la Universidad: “El hexápodo, un robot de seis patas hecho con Arduino, pertenece a un proyecto de investigación y de extensión. La parte de realidad aumentada tiene que ver con algunas asignaturas que trabajan esas tecnologías. Los videos en tres dimensiones son una muestra del trabajo de nuestra productora audiovisual AURA. Hay un sistema solar que se puede recorrer mediante una aplicación y otro proyecto para hacer música mediante un teclado de computadora, programas realizados con software libre”, indicó Sarobe.

“Todos son proyectos derivados de nuestra actividad universitaria, ya sea en materias o en proyectos de investigación o extensión. Nuestro desafío es que los graduados salgan preparados tanto para hacer desarrollos como para insertarse en el mundo del trabajo”, agregó.

Imaginación y libertad

Uno de los datos significativos de la muestra fue la presencia del hardware y del software libre. Arduino es una plataforma de hardware que se está utilizando en instituciones educativas de todo el mundo, y la UNNOBA no es una excepción. Además una de las escuelas secundarias que presentaron sus proyectos también lo utiliza. Como si fuera una combinación dinámica para potenciar la creatividad, los proyectos educativos se nutren de estas plataformas libres.

“Nosotros trabajamos muchísimo en la concientización y difusión del software libre -destaca Sarobe-. De hecho la universidad tiene una política de su aplicación no sólo en las asignaturas sino también en las distintas oficinas de la institución. Estamos participando en el armado de una red internacional de universidades para el desarrollo de software libre y lo promovemos más allá de las carreras relacionadas con la informática, como por ejemplo en las carreras de Diseño”.

Las escuelas técnicas de Junín (EEST Nº 1 y EEST Nº 2) también hicieron su aporte a la muestra. A pedido de las autoridades escolares, que manifestaron su interés por mostrar los desarrollos de sus alumnos y docentes, la Universidad brindó el espacio y la posibilidad del intercambio. “Es una manera de interactuar desde otro punto de vista, no sólo con la visita de los alumnos sino que puedan ver lo que otras escuelas están haciendo”, apuntó Sarobe.

Desafíos venideros

Tecunnoba
"En la apertura de esta muestra, el Rector decía que la tecnología es usada por todos pero sin embargo son muy pocos los que la desarrollan. Nuestro desafío es contribuir desde las distintas áreas de la universidad -extensión, investigación, las carreras, los egresados- a ese desarrollo respetando la sustentabilidad y con compromiso social", resaltó.

Sarobe explicó los alcances de los desarrollos tecnológicos que impulsa la universidad: "Nuestra tarea en este momento no es hacer producción en escala o masiva. Por ejemplo, el proyecto del robot, aunque tiene pensada una cantidad destinada a las escuelas, implica un segmento chico de producción. En esta instancia estamos pensando más en un desarrollo que promueva la sinergia entre distintas instituciones donde se pueda interactuar y compartir recursos".

El robot que menciona Sarobe, que se destinará a las escuelas secundarias, está diseñado para la enseñanza de la programación. "En el marco de esta interacción, la idea es que junto a los chicos de las escuelas terminemos de desarrollar un robot que después se pueda utilizar como recurso en el proceso de enseñanza y aprendizaje", informó.


Huella hídrica, nuevo concepto para entender la problemática del agua

huella

“No se aprecia el valor del agua hasta que se seca el pozo”, reza un proverbio inglés. Tal es así que si se toman algunos indicadores mundiales se verá que ese pozo llamado planeta Tierra no puede saciar la sed de un mundo cada día más poblado.

Las Naciones Unidas afirman que una de cada tres personas vive en un país con escasez de agua entre moderada y alta, y que es posible que para 2030 la escasez afecte a casi la mitad de la población mundial, ya que la demanda podría superar en un 40 por ciento a la oferta.

Diversos estudios sostienen que a este ritmo serán necesarios 3,5 planetas para cubrir las necesidades de una población mundial con un estilo de vida similar al de Europa o Estados Unidos. Esto conlleva a que la disponibilidad de agua disminuirá en numerosas regiones y que, sin embargo, el consumo mundial de agua para fines agrícolas aumentará un 19% de aquí a 2050.

Desde hace unos diez años se viene trabajando bajo un nuevo concepto denominado “huella hídrica”, una especie de indicador de uso de agua que tiene en cuenta tanto el uso directo como indirecto por parte de un consumidor o productor.

“El concepto viene de un momento en el que se entendió que a partir de la exportación de alimentos se exportaba agua. Pero no sólo la que contenía el alimento sino el agua que había sido utilizada durante todo el proceso de producción de ese alimento”, sintetizó el ingeniero agrónomo Raúl Rosa, profesor de la Universidad Nacional de La Plata y estudioso de esta nueva categoría.

Al explicar que el concepto no sólo estudia la cantidad sino el tipo del agua utilizada, Rosa enumeró tres clases diferentes de huella hídrica: “La verde, que es la cae de la lluvia, queda retenida en el suelo y se va evaporada por las plantas; la huella hídrica azul, que es agua de fuente superficial o subterránea, también transpirada por las plantas pero cuya fuente es otra, como ríos, arroyos o el agua subterránea; y la gris, que es la cantidad de agua que uno tiene que echar al suelo para diluir los contaminantes y que hace referencia al impacto que tiene, por ejemplo, la fertilización en un determinado suelo y en el agua”.

Con esta nueva medida de valor, hoy en día se sabe, por ejemplo, que detrás de un kilo de carne de ternera hay 16 mil litros de agua, que un kilo de arroz equivale a 2.500 litros y que la taza de café del desayuno contiene otros 140 litros de agua.

“Así, la evaluación de la huella hídrica puede ayudar a comprender cómo las actividades y productos se relacionan con la escasez de agua y su contaminación y los impactos asociados; y qué se puede hacer para asegurarse que las actividades y productos no contribuyan a un uso insostenible del agua dulce“, subrayó Rosa, magister en Economía Agroalimentaria.

Buenas prácticas vs. fines comerciales

Con estos indicadores, muchos países adoptaron como política pública la exportación de aquellos productos que más huella hídrica poseen, por lo que la incógnita es si este concepto definirá un nuevo valor económico en los productos que requieren mayor cantidad de agua. Al respecto, Rosa sostiene que “en esto siempre hay dos vertientes: una tiene que ver con prácticas sustentables, que es cuando uno quiere saber cuánta agua utilizó, si la utilizó bien o si la puede utilizar mejor en función de los valores que está obteniendo; y la otra vertiente tiene un fin comercial. Ambas deberían ser congruentes, pero muchas veces no lo son“.

Otro dato relevante que destaca la ONU es que el riego y la producción de alimentos son las actividades que más agua precisan, y que “la agricultura consume casi el 70% del agua, una cantidad que en las economías emergentes alcanza el 90%". En un país agroexportador como la Argentina, el desarrollo y difusión del concepto de huella hídrica resulta fundamental al momento de explicar las transferencias de agua entre países y regiones.

La “balanza hídrica” en el comercio internacional de las tierras argentinas está en rojo: "Vendemos casi 46 mil millones de metros cúbicos de agua en granos e importamos sólo 3.100 millones". Este déficit es uno de los motivos principales que explican la necesidad de entender, difundir y aplicar el concepto de huella hídrica, ya que puede servir para usar de modo sustentable los recursos hídricos y el suelo, a la vez que brinda elementos para un uso más racional del agua y ofrece una idea de las magnitudes de agua que se está manejando en la producción.

Por todo ello, frente un pozo que se seca día tras día, Rosa hace hincapié en la sinergia que debe haber entre el nuevo concepto y las universidades: “Huella hídrica es un concepto importante, y las universidades tienen un rol esencial en la difusión y buena comunicación de la categoría, ayudando a dar información científica acorde a lo que ese instrumento puede llegar a explicar".


China, cada vez más cerca

Carlos Moneta

Carlos Moneta, especialista en relaciones internacionales, presentó en la UNNOBA un libro sobre la inserción de China en Latinoamérica. Se trata del trabajo de un grupo de investigadores que durante dos años estudiaron ocho casos latinoamericanos con el objetivo de explorar y profundizar el conocimiento que se tiene en la región sobre las empresas transnacionales asiáticas, con enfoque en las de origen chino.

Moneta fue invitado por el Instituto de Posgrado de la Universidad para dictar un seminario intensivo en la Maestría en Gestión de la Cadena Agroindustrial.

¿Cómo ver a las empresas asiáticas en el contexto latinoamericano? Según Moneta, se trata de un fenómeno relativamente nuevo que tiene como mucho veinte años: “En un plazo relativamente corto estas empresas han adquirido una dimensión muy grande por la magnitud de las inversiones que manejan en sectores como el de alimentos, minería, energía y servicios”. El investigador da un ejemplo muy concreto: en Argentina el sector de energía tuvo inversiones chinas por más de 8 mil millones de dólares entre 2010 y 2011.

Para Moneta, se trata de comprender la verdadera transformación que hay en el sistema productivo internacional con la aparición de una nueva camada de empresas transnacionales.

“Si tenemos en cuenta la relevancia de China como segunda potencia económica mundial, y tal vez primera en pocos años, nos parece totalmente insuficiente el conocimiento que hay sobre ese país y su región. El nuestro es el primer trabajo en su tipo que se hace desde América Latina”, informa el docente.

Hacia un conocimiento mutuo

Las variables para analizar son muchas, pero Moneta hace énfasis en dos: las inversiones que vienen desde Asia y el flujo comercial que se da con los países asiáticos: “Se ha observado una tendencia a la inversión en recursos naturales y energía como canasta principal; y si se tiene en cuenta la brutal expansión del comercio mutuo se concluye que fue Asia la que sostuvo el crecimiento de nuestra región y la ha salvado del impacto negativo de la crisis financiera del 2008”.

Pero, por otra parte, surgen efectos negativos o preocupaciones: “Cuando se analiza el comercio con China, o con el Sudeste Asiático en general, lo que se observa es una primarización de las exportaciones, incluso en países como Brasil. Excepto México, que sí exporta manufacturas, todos han reducido su sector manufacturero en las exportaciones. Esta preocupación es compartida por toda la región”, señala Moneta.

El especialista y ex funcionario de organismos regionales opina que frente a este hecho el debate está abierto y recién empieza: “¿Qué vamos a hacer en el futuro? El efecto positivo está ahí porque Asia va a necesitar alimentos y por lo tanto es un ingreso asegurado de divisas pero, ¿en qué condiciones?”.

Por un marco legal común

“El mundo no está cerrado, menos ahora, y cada país tiene opciones abiertas -opina el profesor-. El Mercosur hizo en Europa un muy buen ejercicio de generación de marca, pero en Asia jamás apareció como bloque. Van los países cada uno por su lado y esto implica disminuir la capacidad de negociación”.

Y como las inversiones vienen por el lado de la energía y los recursos naturales, se generan problemas por esta falta de acuerdo. “Es necesario que a nivel latinoamericano se establezcan criterios comunes en materia de inversiones en recursos naturales para que no exista una competencia salvaje entre países. ¿Sobre qué criterios compartidos se va a aceptar la explotación de los recursos naturales?”, se pregunta Moneta.

La cuestión es asumir que América Latina “está constituida por un grupo de países con diferentes orientaciones ideológicas, formas de inserción internacional, objetivos y percepciones de cómo debería ser la integración”. Y aunque se están logrando acuerdos a nivel político, para el especialista “las diferencias son muy importantes aún”.

Pero el problema es muy evidente: “Cuando estamos frente a un país que es un continente, y que está cada vez más imbricado con el resto de Asia, las respuestas de tipo nacional son insuficientes. Una cosa es el discurso político de la integración y otra es la realidad. No digo que no se pueda, pero el voluntarismo retórico no lleva a nada”, finaliza Moneta.

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libro
“Tejiendo redes. Estrategias de las empresas transnacionales asiáticas en América Latina” es un libro editado por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF). Carlos Moneta y Sergio Cesarín estuvieron a cargo de un grupo de investigadores que analizaron los casos de Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela, Chile, Perú, Colombia y México. Además se sumó un capítulo sobre España.

Las relaciones comerciales entre Argentina y China fueron analizadas especialmente, por lo que presentan una doble perspectiva: “Visiones desde la República Popular China”, realizada por investigadores chinos, y “Visiones desde Argentina”, a cargo de profesionales de la UNTREF.

“Las empresas transnacionales chinas constituyen un fenómeno mundial, son uno de los componentes esenciales de la globalización y han transformado el sistema productivo mundial. En ese sentido, nuestra intención fue hacer un análisis comparativo para saber qué es lo que está pasando, de modo simultáneo, en los diversos países de la región en la relación económica con Asia”, explica Carlos Moneta.


Recursos genéticos: conservar hoy lo que se precisará mañana

banco

Los profesores Marcelo Ferrer, docente de Recursos Genéticos en la Licenciatura en Genética que se dicta en la UNNOBA, y Raquel Defacio, ayudante de esa asignatura, señalaron la conveniencia de invertir en la conservación y uso responsable de los recursos genéticos.

“Cuando hablamos de recursos genéticos estamos encuadrando las especies vegetales que usamos para alimentarnos en forma directa o indirecta como las forrajeras, además de otros usos como textiles (algodón), y esta fracción de la biodiversidad está en riesgo porque a medida que crece la población mundial también crece el espacio que se necesita para vivir y para producir. Esto genera un desplazamiento que a su vez provoca que muchas especies se vayan perdiendo”, explicaron.

“Esta misma situación presentan los recursos zoogenéticos y los recursos genéticos microbianos”, advirtió Ferrer.
“A través del mejoramiento genético y las herramientas biotecnológicas se da lugar a híbridos de alta productividad que van reemplazando a las variedades poco productivas de los agricultores”, agregó el docente.

La ingeniera agrónoma Raquel Defacio señaló que, debido al aumento de la demanda y a las exigencias del mercado, las especies se vuelven más uniformes y se terminan utilizando especies mejoradas que desplazan a las poblaciones locales.

Reservas de calidad

Los docentes de la UNNOBA explicaron que los bancos de germoplasma se ocupan de la conservación de los recursos genéticos de especies de importancia: “Allí se hace reserva de genes ante la inminencia de la pérdida genética que producen los cambios en los sistemas productivos”.

Marcelo Ferrer señaló que Argentina es pionera en esta materia y mencionó que el Banco de Germoplasma de la Estación Experimental de INTA Pergamino, responsable del cultivo de maíz y especies forrajeras de la región pampeana, hace este trabajo hace 44 años.

“A nivel institucional, el INTA formó una Red de Bancos de Germoplasma, pensados como reserva para afrontar cambios a nivel climático y de adaptación de ciertos cultivos, donde la genética juega un papel central para el mejoramiento”, apuntó el docente.
Con respecto a cómo funcionan, la ingeniera Defacio explicó: “En el Banco de Germoplasma de INTA Pergamino se conservan materiales de maíz que a lo largo de la historia han cultivado los productores del país y que a medida que avanzaron la genética y los híbridos fueron dejando de cultivarse. Los materiales se mantienen, evalúan y si se detectan características superiores, cómo de hecho ha ocurrido, salen líneas para la formación de híbridos comerciales”.

“Esta es una de las formas en que el material de los bancos se transfiere al sistema productivo”, señaló la docente y planteó que “la genética juega un rol importante al volver los recursos genéticos a la comunidad”.

“También hay formas de transferencia más directa, algo que no es tan común en esta región, pero en otras zonas donde se hace agricultura de subsistencia determinados materiales se piden directamente al banco, cumpliendo con una serie de requisitos”, añadió.

“Los bancos de germoplasma son reservas que aportan seguridad alimentaria, ya sea para devolver el material al agricultor como para asegurar que genes con determinadas características no se pierdan. Pero de ningún modo son ‘kioscos’ a los que los productores van a buscar semillas”, aclaró Ferrer.

El docente indicó que el material que se almacena es limitado: el máximo es un kilo y medio de semillas de maíz (entre 5 y 12 mil semillas) y los intercambios que se hacen cumpliendo estrictos requisitos no superan las 500 semillas.
“El material es de libre disponibilidad. El INTA conserva el 96 por ciento de los recursos genéticos, esa es una garantía de que es un patrimonio de todos y no es un almacén en el que cualquiera pide genes”, insistió Ferrer.

Invertir en futuro

Los docentes de Licenciatura en Genética alertaron que en el país “no hay fondos especiales para recursos genéticos”.
Como contrapunto pusieron el ejemplo de Estados Unidos, donde los recursos genéticos y la seguridad armamentística tienen el mismo estatus debido a que ambos se consideran estratégicos para la seguridad nacional. “Esto en Argentina no pasa”, marcaron.
“Se habla de la importancia de los recursos genéticos, pero en la realidad no hay fondos suficientes para la conservación. No tenemos la concepción que tienen los grupos más ancestrales en el uso de los recursos naturales”, planteó Ferrer.

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Cambiar la mirada

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Marcelo Ferrer y Raquel Defacio plantearon la necesidad de revertir “la visión cortoplacista que se impone en Argentina”.
“Si bien se habla de sustentabilidad todavía es difícil aplicar este concepto en la práctica”, apuntó Ferrer y puso el ejemplo del arrendamiento de la tierra para señalar que “hay un desinterés por el cuidado del suelo y otros recursos involucrados si se considera que actualmente los campos son ‘alquilados’ por una sola temporada”.
“Los grandes tomadores de decisiones tienen una visión productivista, falta una mirada de largo plazo”, apuntaron los docentes.
Por último, coincidieron en la esperanza de que los nuevos profesionales adquieran mayor conciencia. En este punto celebraron que la UNNOBA sea la única universidad del país que tiene al tema de los recursos genéticos como asignatura obligatoria en la formación de grado en la Licenciatura en Genética.


Garantizar la biodiversidad, crucial para la supervivencia

merino

La conservación y aprovechamiento del patrimonio genético del planeta será crucial para la supervivencia de la humanidad, que necesitará producir alimentos para una creciente población. Así lo declaró la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en su última reunión de la Comisión de Recursos Genéticos, en la cual afirmó que para el sector agrícola la adaptación al cambio climático no es una opción sino un imperativo para garantizar biodiversidad y seguridad alimentaria.

La mirada del mundo está puesta en cómo producir más cantidad en condiciones sustentables para el ambiente. La investigación, la transferencia de conocimiento y la adopción de nuevas prácticas resultan claves para enfrentar con menos sobresaltos escenarios futuros.

El doctor Mariano Merino, docente de Ecología General y Evolutiva en la carrera Licenciatura en Genética que se dicta en la UNNOBA, planteó: “La advertencia de la FAO revela que es necesario producir más, pero atendiendo los efectos colaterales sobre la biodiversidad que conllevan ciertas prácticas”.

El docente definió la biodiversidad como “el conjunto de seres vivos, sus relaciones entre ellos y con el medio” y explicó su estado en Argentina: “Este es un país agroindustrial y para producir cualquier cereal se afecta la biodiversidad, que es como una ‘bolsita’ donde se va a meter la mano en el futuro para obtener un nuevo cultivo. Por eso hay que ser muy cuidadosos en la sustentabilidad ambiental de las actividades agropecuarias”.

Con respecto a cómo alcanzar este objetivo, planteó que "se necesitan equipos interdisciplinarios para generar análisis a gran escala y promover una conciencia que vaya más allá del alambrado”.

Arcas de Noé

Merino remarcó la importancia de que los bancos genéticos funcionen como reservorios: “Son como pequeñas Arcas de Noé donde se guardan muestras de cultivos que en el futuro se podrán replicar”.

El docente consideró que es fundamental el rol del Estado en el fortalecimiento de los sistemas de investigación dedicados a “obtener soluciones para futuros problemas”.
También refirió que a nivel estatal hay organismos encargados de la custodia de los recursos naturales, aunque remarcó que “casi siempre son varias jurisdicciones las que se solapan sobre esta temática”.

“Hay muchos interrogantes que se plantean en torno a la explotación agropecuaria tal cual está: cómo manejamos el agua, el transporte de cereales, la fauna asociada, cómo se controlan las plagas. Para resolver los problemas hay que generar acuerdos, algo que no es fácil en Argentina”, sintetizó.

Merino se mostró confiado en el impulso que actualmente se da a la investigación y visualizó a la Universidad como “un ámbito que fomenta los consensos, porque lo que está faltando es balancear las ganancias y no sólo producir más sino plantear nuevos esquemas de producción”.
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Riesgos del monocultivo de soja
El profesor Mariano Merino alertó los riesgos para la biodiversidad que supone el monocultivo: “Hay que prestar atención a los efectos colaterales de la alta producción de soja, las zonas donde se siembra casi exclusivamente este cultivo están siendo modificadas. Hay muchos temas ecológicos sobre los que se puede trabajar. El escenario agroproductivo es como un dominó”, advirtió Merino.
“Lo importante es observar los cambios y anticipar posibles soluciones. Para ello es necesario que los investigadores salgan de la burbuja científica y transfieran conocimientos al medio”, aseveró.


El renovado atractivo de los jardines

jardines

La jardinería se va convirtiendo en un tema de estudio y atención. Cada vez son más las personas interesadas en dominar las técnicas para atender un jardín o incluso una huerta. De este despertar da cuenta el crecimiento del taller de Diseño de Parques y Jardines que ofrece la Secretaría de Extensión Universitaria y que dicta el instructor Alfredo Platone.

¿Quiénes se acercan a un taller de este tipo y qué inquietudes tienen? Platone explica que se encuentra con gente de lo más variada, “desde quienes están cursando una carrera de agronomía hasta amas de casa y jubilados que gustan de las plantas, aunque también hay personas que ya están trabajando y lo ven desde lo laboral, como los que se dedican a la poda y al mantenimiento de parques y jardines”.

Los conocimientos necesarios para atender un jardín son variados: “No sólo hay que saber podar, se trata de entender la siembra, atacar las plagas y enfermedades de las plantas, practicar todos los tipos de reproducción (por hojas, esquejes, división de matas, por injerto), y también el riego”. En la práctica, el taller aprovecha todo tipo de espacios, como los jardines de los propios alumnos, las escuelas y hasta parques de la ciudad.

Vida vegetal

Frente a los diseños urbanísticos que se empeñan en atesorar cemento debido al creciente valor del metro cuadrado, el jardín aparece como un reservorio de calidad de vida. “Un jardín cumple muchas funciones. Una casa sin flores es como una casa sin luz y oscura, es decir una casa triste. Hace tiempo una alumna escribió en su carpeta una frase que siempre recuerdo, 'tocar la tierra con las manos es regar la vida'. Y esto es reconocer que una planta es un ser vivo”, observa Platone.

¿Cómo se llega a este auge de los cursos presenciales y de las guías prácticas como las del programa Pro Huerta del INTA? Para el instructor existen cambios generacionales importantes: “El abuelo tenía en la casa gallinero, huerta y jardín. Murió el abuelo y pusimos quincho, pileta y baldosas”. Platone asegura que se trata de “un proceso reciente que corta algo que era hereditario y ahora se debe retomar mediante cursos”.

Pero el impacto de la tierra trabajada no es sólo paisajístico: una porción bien cuidada puede brindar alimentos frescos, sanos y baratos. “De un modo simple se pueden obtener productos básicos como lechuga, perejil, acelga, tomate y morrón. ¿Cuánto dinero se ahorra? Además se come algo que es orgánico, sin contaminantes, y con el sabor de lo recién cortado”. Según Platone, “es posible combinar la huerta y el jardín, ya que se sabe que hay plantas que alejan a los insectos, como son las aromáticas -romero, tomillo, laurel- y por lo tanto resultan benéficas para todo el terreno”.

Variables para atender el jardín

El diseño de un parque es una tarea que requiere tener en cuenta muchas variables. “Hay que hacer estudios sobre el drenaje del suelo, qué tipo de clima soportan las plantas que vamos a poner, y recién después viene la creatividad que podamos tener. Hay personas que no tienen noción y quieren ver un parque terminado rápidamente”, opina el instructor.

“Sin embargo -continúa Platone- el problema viene por no tener en cuenta que las plantas se tienen que desarrollar, entonces con el tiempo obtienen una suerte de 'bosque' muy amontonado por no considerar el tamaño que tendrá la planta al llegar a adulta. Incluso ese crecimiento termina afectando -o tapando- zonas de tránsito de la propia casa, como senderos o salidas”.

También está la cuestión de la luz y la diferencia entre las plantas de hoja caduca y las de hoja perenne. “Hay gente que pide hoja perenne sin dudar, pero uno le pregunta si en el invierno no va a necesitar sol en esa parte de la casa. Entonces te das cuenta que la persona nunca pensó en ese pequeño detalle”.

El manejo del agua para los jardines parece algo sencillo, pero puede convertirse en un problema si no se tienen algunos cuidados. “Cuando en los cursos pido que controlen la humedad de las plantas, me suelo encontrar con que la tierra está pasada o le falta agua, y eso es porque no es tan fácil como parece. El exceso de agua produce hongos, y la sequía es algo mortal”, destaca el especialista.

Platone indica que una forma simple de conocer el estado de la humedad de la tierra es “enterrando los dedos en la tierra”. “Si sale con tierra pegoteada al dedo es porque hay exceso de agua; si no se lo puede clavar es porque está seco; la opción correcta -informa el docente- es cuando el dedo se entierra y sale limpio”.

Las plagas son otro tema para prestar atención. ¿Cómo se las puede controlar? “Es muy efectivo realizar purines, con ortiga o bolillas de paraíso, por ejemplo. Pero lo más recomendable es dejar un espacio de terreno sin trabajar, un lugar para que crezca el pasto y los insectos tengan donde ir”. De todos modos, es necesario el seguimiento constante y preventivo, es decir que el cuidado de la salud de las plantas deber ser diario.

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Semillas y plantines

platoneAl momento de crear un jardín o una huerta se puede optar por comprar plantines o semillas. Dependiendo de la cantidad necesaria, del dinero con que se cuenta y del tiempo disponible, se podrá optar por unos u otras. “Los plantines de temporada se compran por unidad en macetas. Si se opta por la compra de semillas el costo será mucho menor, pero para desarrollar la planta desde una semilla se necesitará un lugar apropiado para almacenar los almácigos, y no todos lo tienen”.

Una buena opción es directamente almacenar las propias semillas de las plantas que ya se tienen. El instructor Platone explica el procedimiento: “Para poder cosechar semillas hay que dejar una planta para que dé la flor, de donde después se recolectará la semilla. Luego se deben guardar en un frasco, en un lugar seco, hasta la temporada de siembra”.

Pero, ¿cuánto dura una semilla? “Toda semilla tiene un poder germinativo, y a medida que pasa el tiempo será menor el porcentaje de plantas que germinen. Por eso hay que fechar los frascos en los que se las guarda. Incluso es recomendable hacer pruebas de germinación antes de hacer el trabajo sobre la tierra, para así no perder tiempo y esfuerzo”.