La UNNOBA ante la pandemia

Por Lorena Berro

La irrupción del coronavirus modificó la dinámica de la vida social en todas sus dimensiones y la actividad universitaria no fue la excepción. El 20 de marzo de 2020, cuando el Gobierno nacional impuso el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio como medida para evitar la propagación del virus, las aulas quedaron vacías. Lejos de significar el cese de la actividad de la UNNOBA, la nueva coyuntura dio lugar a la puesta en marcha de un proceso de adaptación que migró la presencialidad al entorno virtual.

Facilitada por el recurso tecnológico, una nueva forma de relación entre la UNNOBA y su comunidad comenzó a gestarse en la emergencia. Con el imperativo de respetar el calendario académico establecido y asegurar el cumplimiento de sus funciones esenciales en lo formativo, la Universidad también ofreció una serie de respuestas al sistema sanitario de la región, poniendo a disposición desde espacios físicos hasta recursos humanos, en una dimensión que recién podrá sopesarse en su verdadero alcance cuando la pandemia haya terminado. Transcurrida la primera etapa de la contingencia, y mientras la institución se dispone a iniciar un nuevo camino que posibilite el paulatino regreso a las actividades presenciales, la voz de referentes de distintas áreas de la Universidad pone en perspectiva la tarea desarrollada para tomar insumos que quedarán como aprendizaje para construir  lo que se ha dado en llamar “la nueva normalidad”.

En lo académico, un nuevo modelo

Pilar Traverso, secretaria Académica de la UNNOBA, planteó que en lo académico la principal adaptación fue “mudar un modelo presencial a uno enteramente virtual con curvas de aprendizaje muy pronunciadas tanto para docentes como para estudiantes”.

Apenas se dispusieron las medidas de confinamiento estaban las aulas virtuales creadas y de inmediato se puso a disposición de los docentes una oferta de capacitación para que pudieran dictar sus clases a través de la plataforma de la Universidad”, recalcó.

El objetivo fue sostener el calendario académico con adecuaciones mínimas, lo que dio lugar a que se pudieran tomar exámenes e, incluso, contar con egresados en este sistema.

En relación al “regreso a la “presencialidad” consideró que “deberá ser organizado” y mencionó que para ello, la UNNOBA ha avanzado en el diseño de “un modelo híbrido” para que la actividad pueda desarrollarse con apego a las medidas sanitarias.

 

En este plano sostuvo: “Estamos llamados a tomar las mejores lecciones de esta experiencia, llevar adelante reformas académicas que ya estaban planificadas y avanzar hacia un modelo curricular más flexible”.

“Lo que vivimos nos mostró que nadie aprende ni enseña solo”, expresó, y consideró que la particularidad de la UNNOBA de ser una “universidad joven” de algún modo facilitó la posibilidad de brindar respuestas.

Fortalecer el vínculo en el posgrado

Las actividades de posgrado también debieron adecuarse a la virtualidad. “Todas las carreras se dictaron sin inconvenientes, con un marcado compromiso tanto de sus directores como de docentes y estudiantes”, expresó Adriana Andrés, directora del Instituto de Posgrado de la UNNOBA.

El comienzo del Doctorado en Mejoramiento Genético fue quizás el hecho más significativo en materia de formación de posgrado, ya que se trataba del primer doctorado dictado por  la Universidad , el cual se vio obligado a iniciar su primera cohorte en entorno virtual. “Teníamos muchas expectativas en torno a esta carrera y la pandemia nos obligó a reorganizar la actividad”, reconoció Andrés evaluando positivamente la experiencia. “Lo mismo sucedió con las especializaciones y maestrías”, agregó.

Asimismo comentó que se realizaron en entorno virtual varias defensas de tesis, lo que permitió a estudiantes de posgrado finalizar su formación. “Esto supuso la participación en algunos casos de evaluadores de otras universidades, incluso de países vecinos”, remarcó Andrés.

 

En todo momento se promovió que los estudiantes que estaban realizando sus tesis pudieran seguir con su plan de actividades y en el terreno institucional se avanzó en la consolidación del Consejo Académico del Instituto de Posgrado y la conformación de los comités ad hoc de las distintas carreras. “También se presentó una nueva carrera para su evaluación por parte de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria”, confió.

De cara al futuro se está trabajando en la formulación de protocolos para permitir el desarrollo de algunas actividades presenciales y el dictado de cursos no estructurados. “Apostamos fuertemente a un modelo híbrido entre presencialidad y virtualidad”, dijo.

Diagnosticar y construir conocimiento

La UNNOBA integra la Red de Laboratorios de Diagnóstico de COVID-19 en la Provincia de Buenos Aires. El Centro de Investigaciones Básicas y Aplicadas (CIBA) realiza las pruebas en su laboratorio a partir de los hisopados, en una tarea articulada con el Hospital “Abraham Piñeyro” de Junín y la Región Sanitaria III. En tanto, el Centro de Bioinvestigaciones (CeBio) en Pergamino presta colaboración al Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas “Doctor Julio Maiztegui” en la misma tarea. Respecto de esta función asignada en la contingencia, la secretaria de Investigación, Desarrollo y Transferencia de la UNNOBA, Carolina Cristina, expresó: “La posibilidad de integrarnos a la red de laboratorios para el diagnóstico de la COVID-19 fue una respuesta muy contundente de la Universidad en la emergencia sanitaria y nuestros centros de investigación pudieron hacerlo muy eficientemente”.

“Esto planteó muchos desafíos, tanto en el armado de los equipos como en el trabajo con instituciones de salud de la región”, señaló.

A la par de ello, distintos grupos de investigación de la Universidad trabajaron muy fuertemente presentándose a las convocatorias que se lanzaron desde el Gobierno para llevar adelante proyectos de investigación sobre coronavirus, un aspecto que consideró “clave” porque “se requiere de la búsqueda de resultados de rápida aplicación en la pandemia”.

La secretaria de Investigación, Desarrollo y Transferencia precisó que fueron varios los proyectos presentados y dos de ellos quedaron seleccionados en el marco de la Convocatoria COVID Federal. “Una de las iniciativas contempla el estudio del efecto a nivel social de la pandemia y la otra es sobre test serológicos que determinan la respuesta de los individuos que estuvieron expuestos al virus”, especificó. También se presentaron proyectos de aplicación en el campo del diseño y el desarrollo de software.

Lo que quedó en evidencia es que contamos con una masa de investigadores muy dispuestos a ir encontrando soluciones a problemas específicos que genera esta pandemia”, resaltó. En ese sentido, valoró el trabajo realizado por el área de Vinculación Tecnológica de la Secretaría en el acompañamiento brindado a los investigadores para la presentación de sus proyectos en convocatorias extraordinarias.

“La emergencia ha volcado la mirada de los investigadores hacia otros temas que no son los específicos de su campo de trabajo”, recalcó. Y abundó: “Los investigadores han puesto lo mejor de sí y esto va a quedar como un legado en la sociedad en relación a las necesidades que pudo cubrir la universidad pública y el apoyo que supo brindar en una situación tan inusual”.

Capacitar a quienes cuidan

En el abanico de las múltiples respuestas brindadas por la UNNOBA en la pandemia, aparece la capacitación a profesionales de la salud de distintas localidades de la región, una tarea coordinada por el Instituto Académico de Desarrollo Humano. Fruto de esta experiencia, se abrieron las puertas del Laboratorio de Experiencias Clínicas Simuladas de Enfermería y se pusieron a disposición docentes de las carreras de Enfermería de la UNNOBA para entrenar a personal que trabaja en la primera línea de atención de pacientes, en procura de reforzar sus conocimientos.

 

María Lázzaro, directora del Instituto Académico de Desarrollo Humano, comentó que las actividades de educación permanente y capacitación en servicio estuvieron dirigidas a médicos y enfermeros. “Con este entrenamiento quisimos facilitar la participación activa e integrar conocimientos teóricos y prácticos para que pudieran enfrentar la realidad con mayor seguridad en cuanto al uso correcto, colocación y retiro de equipos de protección personal y al manejo eficaz de vía área de pacientes con diagnóstico o sospecha de infección por coronavirus”, describió, valorando los beneficios de la metodología implementada. “La simulación clínica se ha convertido en una pieza clave a la hora de pensar programas de formación porque ofrece la oportunidad de adquirir conocimientos en un ambiente de aprendizaje positivo, de alto realismo, sin correr el riesgo de resultados negativos”.

Personal de salud de localidades de la región participaron de capacitaciones brindadas por la Universidad.

Estar cerca en la virtualidad

Una de las dimensiones de la actividad universitaria más tangibles para la comunidad son los cursos y talleres que se promueven desde el área de Extensión. Juan Pablo Itoiz, secretario de Extensión de la UNNOBA, explicó: “Planteada la emergencia sanitaria pusimos en marcha una nueva modalidad de trabajo y la adaptación fue paulatina, progresiva y con muy buenos resultados”.

El primer objetivo fue desarrollar el programa de adultos mayores para ofrecer una oferta de cursos a través de la plataforma virtual de la Universidad y así acompañar a uno de los sectores de la población más vulnerables en la pandemia. “Hoy tenemos más de mil adultos mayores inscriptos que semanalmente toman clases en quince propuestas temáticas”, precisó el funcionario.

En una segunda instancia se lanzaron los cursos de idioma, capacitación y cultura general dirigidos a personas de todas las edades. La recepción, en este caso, también fue muy buena. “La virtualidad abrió las posibilidades de participación. La propuesta es universal y hemos tenido inscriptos de distintos lugares, como Comodoro Rivadavia, Gualeguaychú y La Plata”, comentó, confirmando la apertura de una nueva instancia de inscripción.

En paralelo, el área de Extensión trabaja para “tener lista la actividad presencial con los protocolos correspondientes” y se están buscando alternativas para que los proyectos de Extensión aprobados, y que requieren de la presencia de estudiantes y docentes en el territorio, puedan comenzar a ejecutarse.

Itoiz consideró que muchas de las alternativas ideadas en tiempos de pandemia llegaron para quedarse. “El uso de las plataformas digitales no solo se transformó en una realidad sino que abrió las puertas a una nueva manera de entender la educación”.

El uso de la plataforma virtual amplió la participación en los cursos abiertos a la comunidad.

Desde ya que nada reemplaza el vínculo directo entre el docente y el estudiante, pero el uso de la tecnología puede enriquecer el proceso”, enfatizó.

Una institución abierta

En cualquier plano de la actividad universitaria, varias de las iniciativas implementadas requirieron del recurso tecnológico para llevarse adelante. En este punto, los funcionarios coincidieron en destacar el papel del área de Educación Digital y la Secretaría Tics que “no solo facilitaron el acceso sino que anticiparon demandas de formación y normativas en un proceso valioso”.

Con una mirada integral de la institución marcaron que la situación planteada en torno al coronavirus expresó claramente el valor de la universidad pública.  “En esta emergencia, la UNNOBA demostró el valor de la investigación, del acompañamiento a los adultos mayores, de los servicios que puede brindar a terceros sin soslayar sus funciones centrales, y sin traicionar el proyecto educativo de jóvenes que decidieron estudiar en la universidad pública”, opinó Pilar Traverso.

En el mismo sentido, Carolina Cristina planteó que las respuestas brindadas por la UNNOBA quedarán como la muestra de las necesidades que pudo cubrir la universidad pública, gracias a su principal capital que es su infraestructura y recursos humanos puestos al servicio de la sociedad”.

Se idearon soluciones para suplir necesidades del sistema sanitario.

Con el desafío de capitalizar las fortalezas construidas en este tiempo, Adriana Andrés consideró que “esta situación nos mostró una nueva forma de hacer docencia y fortaleció el vínculo de la Universidad con la comunidad, lo que claramente habla de una sensibilidad y un compromiso que va más allá de la emergencia”.

De igual modo, Juan Pablo Itoiz enfatizó: “La frase que dice que la UNNOBA es una universidad de puertas abiertas ha quedado demostrada en estos meses de manera muy concreta, en la virtualidad que nos impuso la cuarentena, pero también a partir de la disposición a buscar soluciones a problemas que surgieron en esta situación tan excepcional”.

Todos acordaron que, una vez más, ante el conjunto de la sociedad, la UNNOBA demostró su vocación de ser una institución abierta, comprometida con su territorio.

 

Diseño: Laura Caturla