Buen provecho

Por Luciano Toledo

25 de diciembre y 1 de enero. Después de dos noches de festejos, podemos amanecer bajo los efectos del exceso de comida y bebida, que pueden llevarnos a una eventual intoxicación. Pero, ¿la culpa es de la cantidad? La licenciada en Tecnología de los Alimentos Rita Casella y la ingeniera en Alimentos Valentina Crosetti se preguntan: ¿qué cocinamos y cómo lo hacemos? En la charla sobre Seguridad Alimentaria que llevaron adelante en la Universidad, brindaron diferentes tips y herramientas necesarias para evitar la contaminación de alimentos y atender al cuidado preventivo, que tiene impacto directo en la salud y en la sociedad.

En los últimos años hubo un cambio considerable en lo que respecta a los alimentos. Mientras antiguamente las producciones eran menores y estacionales y permitían un mejor control, en la actualidad, gracias a las nuevas tecnologías, fue posible triplicar la cantidad que se produce. Esto podría dar como resultado una producción sin calidad, que además afecte a la inocuidad de los alimentos. Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) además de hacer foco en el cuidado y el consumo buscan generar una mayor  seguridad alimentaria a través de la prevención.

Rita Casella, docente de "Introducción a la Tecnología de los Alimentos" y "Desarrollo de nuevos productos" en la carreras Ingeniería de Alimentos de la UNNOBA.

Alimentos seguros

Los alimentos seguros son aquellos que están libres de contaminantes. En ese sentido, existen 3 tipos de contaminantes: biológicos (bacterias, virusparásitos…) físicos (vidrios, plásticos, pelos) y químicos (productos de limpieza, fertilizantes). Hay bacterias presentes en todas las superficies, pero no las vemos. Resulta difícil reconocer si un alimento está contaminado por organismos invisibles, cuando se ve saludable en sus características sensoriales y no presenta alteraciones. Pero después del consumo, dentro del organismo, se desencadena el ciclo de infección e intoxicación. Entonces, la única forma de trabajar es en la prevención.

De acuerdo a las especialistas, como consumidores dentro de la cadena podemos exigir, decidir y reeducar. Pero al momento de producir en el hogar debemos tener en cuenta que la contaminación se  puede producir de forma directa (alimento contaminado + alimento sin contaminar), y de forma indirecta (alimentos sin contaminar + utensilios sucios). Crosetti y Casella nos ofrecen diferentes recomendaciones (sobre almacenamiento, elaboración, conservación y distribución) para evitar intoxicaciones y enfermedades.

A tener en cuenta

Lavado de manos: las manos tienen millones de bacterias en ellas. Las especialistas recomiendan que el tiempo que dure el lavado sea igual a lo que tarda uno en cantar el feliz cumpleaños. Debe lavarse palma con palma, entre los dedos, detrás de las manos, pulgares, detrás de los dedos, uñas y muñecas. Posteriormente enjuagar y secar. Recién después de que la mano esté limpia, se debe aplicar el desinfectante (alcohol en gel).

Limpieza de superficies: de la misma manera que se indicó para las manos, el principio es primero limpiar y luego desinfectar. La limpieza quita la suciedad y los restos orgánicos visibles, en tanto, el desinfectado disminuye la carga microbiana. No desinfectar, sin antes haber limpiado. También es importante aclarar que, para evitar reacciones químicas, no se deben mezclar cloro y detergente.

Esponja y repasadores: la esponja suele contar con una gran cantidad de carga microbiana, lo mismo que los repasadores. Por lo tanto, se recomienda cambiar la esponja con frecuencia. Es preferible, además, dejar secar la vajilla al aire y no usar repasadores, ya que el arrastramiento favorece la proliferación bacteriana.

Contaminación cruzada: evitar la contaminación entre los alimentos crudos y los listos para consumo, lo cual puede darse por usar las mismas tablas o utensilios. Por ejemplo, si usamos la misma tabla o cuchilla para cortar la carne cruda y verduras de la ensalada, ésta última recibirá todas las bacterias de la primera. Es recomendable, entonces, el uso diferencial de tablas y lavar frecuentemente las cuchillas. Tener en cuenta que las tablas plásticas son más fáciles de higienizar, ya que la madera es un material absorbente. También estar atentos a las grietas que se generan durante el uso de las tablas, ya que las bacterias se pueden alojar en su interior.

El orden en la heladera: privilegiar el orden de productos.  En la parte superior acomodar lo que está listo para el consumo (por ejemplo, comida cocida). En tanto, lo crudo (por ejemplo, carne fresca) debe ubicarse en la parte inferior ya que los jugos que se liberan son potenciales contaminantes. Las verduras, en tanto, deben ubicarse en el compartimiento aparte. Se recomienda lavarlas previamente, luego escurrir el agua y  guardar.

Valentina Crosetti, Ingeniería en Alimentos de la UNNOBA e integrante de un grupo de investigación como becaria.

Almacenamiento: consumir primeramente aquello que presenta un vencimiento cercano y ubicar los productos de manera tal que lo más accesible sea lo más cercano a vencerse.  Chequear las fechas de vencimiento de los alimentos antes de su compra y revisarlas con frecuencia.

Zonas de peligro y seguras: el principal factor que contribuye a las Enfermedades Trasmitidas por Alimentos (ETA) es la temperatura de conservación incorrecta. Por eso, es importante respetar las zonas de temperatura segura, en las que es menor el riesgo que ocurra la multiplicación de las bacterias. Los alimentos fríos se deben mantener a una temperatura de 5º ó menor, mientras que los congelados se deben mantener totalmente congelados hasta su cocción. En general, la zona de peligro es  de 4 a 65°C, cuyo promedio es de 37°C (máximo peligro). Esto indica que respetar la cadena de frío es tan importante como respetar la cadena de calor. Los alimentos recalentados deben mantenerse a una temperatura mínima de 57º (durante el menor tiempo posible), hasta su utilización. Durante la conservación en caliente, nunca debe añadirse producto fresco al producto existente y preferentemente se debe trabajar con porciones pequeñas. A su vez, durante la producción y elaboración de alimentos, también es importante respetar las temperaturas adecuadas de cocción, enfriamiento y recalentamiento. Las temperaturas antes expuestas sólo hacen referencia a las temperaturas  de conservación. Por lo general la temperatura es el factor más importante para controlar los microbios, sin embargo en algunas ocasiones es posible utilizar el control del tiempo. Por esta razón se recomienda, en el supermercado, recoger por último los productos refrigerados y acudir inmediatamente al hogar.

Lavarse las manos con agua jabonosa permite arrastrar la suciedad y disminuir las intoxicaciones por alimentos. Es una práctica fundamental para la salud que debe ser llevada adelante por quienes cocinan y  por los comensales.

Carnes: se recomienda descongelar, en la heladera (4°C), para evitar la proliferación de bacterias que tiene lugar a temperatura ambiente. No se recomienda descongelar con agua caliente. De hacerlo, se debe prevenir que no existan grandes diferencias de temperatura entre el agua y la carne. Tener en cuenta que por la presión que se genera podemos contaminar el lugar de trabajo, al salpicar. Se recomienda congelar en porciones pequeñas.

Pescados: ¿tiene olor a mar o rancio? ¿La carne es firme o no? ¿La piel es firme o se desescama? Estos son los indicios para reconocer si el pescado es saludable o no.

Bajo ningún punto de vista se recomienda consumir comidas que tengan como ingrediente huevo crudo (como mayonesa casera o mousse de chocolate), ya que  el huevo puede tener bacterias, como la salmonela, que recién mueren a los 63ºC.

Huevos: seleccionar huevos que no presenten grietas, rajaduras o restos de excremento, al momento de la compra. No se recomienda lavar el huevo antes de guardar, ya que la cáscara tiene una cutícula que lo protege y que se pierde con el lavado, por ser soluble en agua. Al perder la protección, los poros del huevo quedan expuestos al ingreso de bacterias y la contaminación exterior. Si se desea lavar la cáscara, hacerlo únicamente antes de usar el huevo (y no antes de almacenar). Una práctica eficaz es sumergir al huevo en una solución de vinagre y agua durante diez minutos. Por otra parte, una técnica para reconocer la calidad del huevo es sumergirlo en agua: si flota, está podrido. Cuando se almacena se recomienda ubicarlo en un compartimento separado en la heladera, sin contacto con alimentos listos para consumo. Bajo ningún punto de vista se recomienda realizar recetas con huevo crudo (por ejemplo, mayonesa). La salmonella es una bacteria que puede estar presente en el huevo y recién muere a una temperatura mayor de 63ºC.

Frutas y verduras: pueden resultar más peligrosas que la carne ya que se consumen crudas y vienen de campo o huertas, donde pueden estar en contacto con los animales. Además, se trasladan en camiones y están expuestas al rayo del sol. Por lo tanto, es necesario estar atentos a los modos de manipulación, por los microorganismos y restos de agroquímicos que puedan tener.  Se recomienda lavar con agua y, para desinfectar, agregar vinagre o cloro de grado alimenticio (no en exceso para evitar intoxicación química).

Plagas: evitar la presencia de moscas, ratones, palomas que puedan infectar nuestra cocina. No verter productos químicos como insecticidas o productos para fumigar en las zonas de elaboración de comida, ya que también nos podremos intoxicar. Evitar el exceso de residuos en la cocina. Sacar diariamente la basura para no generar el desarrollo de plagas. No realizar la quema de los residuos, ya que esto genera un impacto al medioambiente. Ventilar, ya que la oscuridad y el encierro favorecen al desarrollo de plagas. El “orden y la limpieza” son los mejores mecanismos de prevención.

En las Fiestas

Es muy habitual que en Navidad y Año Nuevo haya más comida de la cuenta. Casella ilustra: "Como la heladera no da a basto y se pretende que la bebida esté fría, solemos sacar los alimentos que vamos a consumir".  El problema es que muchos de estas comidas tradicionales suelen tener mayonesa (vitel toné, ensalada rusa, pionono) y en un ambiente cálido las bacterias proliferan rápidamente y otras pueden generar toxinas, capaces de intoxicarnos. "A las bacterias les gusta la mayonesa tanto como a nosotros", bromea Crosetti y añade: "Ellas proliferan a temperatura ambiente, a mucha velocidad". Por eso, la profesional recomienda "mantener y respetar las temperaturas de refrigeración".

Como consumidores debemos estar activos y atentos, y de ser necesario reclamar sobre nuestros derechos, porque tenemos el poder y el deber de exigir. Pero al momento de producir debemos llevar adelante el cuidado y las recomendaciones adecuadas, y ser responsables en nuestro espacio de trabajo con la manipulación segura de los alimentos. "Nunca ha habido un caso de Enfermedad Transmitida por Alimentos (ETA) que no hubiera podido evitarse", enfatiza Rita Casella.

Diseño: Laura Caturla


Ellas cuidan tu salud

Por Luciano Toledo

Ella sabe que la parte humana es fundamental. Que hay que tener compromiso, no esperar nada a cambio. Y ante todo aportar en la suma de voluntades. Ella se llama Sol, que en lengua Wichi, se escribe Hwalá. Así la llamaban en la Comunidad del Paraje Santa Rosa, en el corazón del Chaco salteño, cuando junto a un grupo de seis mujeres, llevaron adelante trabajos de Educación para la salud (EPS), por medio de un proyecto de extensión que surgió desde la Universidad.

Una necesidad permanente

María Sol Addante, estudiante de la carrera de Licenciatura en Enfermería, es la impulsora del proyecto y autora de un trabajo final de grado que permitió conocer el diagnóstico cualitativo y etnográfico, además de la situación sociosanitaria de la comunidad, para generar las propuestas de EPS y la selección de los temas a abordar, con el fin de promover actitudes y hábitos de autocuidado y de promoción de la salud. El desafío final era el viaje a Salta.

Con actividades solidarias extrauniversitarias de participación en diferentes ONG que trabajan con comunidades vulnerables, Addante se había involucrado en tareas que permitían visualizar necesidades básicas insatisfechas. Aprendió lo que es esencial: la mirada humana para ver la realidad ajena, y dice: “El interés siempre está por conocer el adentro, la experiencia, el pensamiento, pero apuntado desde el lado de la salud”. Y así el trabajo de tesis se volvió un sueño concreto que contó con el interés de docentes, no docentes y otras instituciones. “De esa suma de voluntades coincidentes, surge este proyecto”.

Se gestó a partir de la convocatoria del año 2017, comenzó a aplicarse en merenderos de la ciudad de Junín, y luego de la experiencia piloto y junto al marco de referencia previa, la docente en Enfermería María Mónica Lázzaro asumió la dirección y le pusieron nombre al proyecto de extensión: Yo cuido mi salud II, Comunidad Wichi, Impenetrable Chaqueño, Salta.

María Belén Addante (izq.), junto a enfermeras del Centro de Salud del Paraje "La Unión".

Rifas, comidas y donaciones se sumaron al presupuesto otorgado por la Universidad.  Formaron redes cooperativas y junto a organizaciones copartícipes, viajaron a Salta. “No nos encontramos con una realidad triste, sino diferente”, dice la estudiante de Enfermería y remarca los modos de aceptar su realidad lejos de una postura resignada, sino ligada a otro tipo de disfrute y valores de vida, desde otras condiciones sociales y culturales. “Nos llevamos la sorpresa de ver que no hay sufrimiento de base, saben disfrutar y viven felices”, agrega.

Los destinatarios directos del proyecto fueron niños de edad preescolar y escolar que residen en el Paraje, y sus familias. Los conceptos básicos de cuidado se adaptaron a las creencias autóctonas, para estar al alcance de la realidad y las posibilidades de la comunidad. Fue esencial la convivencia de ambos saberes y prácticas: “La experiencia consistió en convivir con la comunidad durante tres días, lo que permitió comprender y valorar su cultura. Conocer sus problemáticas relacionadas con la salud, la satisfacción de las necesidades básicas, el trabajo, la vivienda, el ambiente. Y así pensamos juntos las posibles soluciones”, agrega Addante.

Cuando la llamaron por su nombre, Hwalá, en lengua Wichi, Sol sintió que de cierto modo ya formaba parte de la comunidad. Se sintió revitalizada, feliz. Sabe que el objetivo se cumplió pero que nacieron nuevas metas, a corto y largo plazo. Porque para ella el compromiso es una necesidad permanente.

Niño de la comunidad Wichi con el kit de cuidado bucal.

Características socioculturales

El Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010 arrojó la cifra total de 50.419 wichís en las provincias de Chaco, Formosa y Salta. Y según los números publicados por el INDEC, el 49,1% de los hogares del departamento de la Comunidad Santa Rosa poseen necesidades básicas insatisfechas. El 88% de la población es rural y habita en viviendas con pisos de tierra y techos de paja, sin acceso a agua segura. No poseen red de cloacas ni gas natural, y presentan elevados índices de analfabetismo y trabajo infantil, a lo que se le suman situaciones de desnutrición y enfermedades asociadas a la pobreza.

Pero antes de viajar, Marcela Durán, trabajadora administrativa del Instituto Académico de Desarrollo Humano (IADH), imaginaba una cosa, y encontró otra.  Ver el día a día del trabajo de Addante y Lázzaro, le hizo vivir el "efecto contagio", y se sumó al equipo de trabajo que viajó a Salta.  “No viajé como no docente, viajé como persona”, dice.

La Comunidad se sostiene con una infraestructura endeble, de casas de barro y paja, y la iglesia es el espacio en común que tienen y respetan como influencia externa. “Lo que para nosotros eran residuos, es alimento para ellos”, dice Marcela Durán y explica que como invitados de su Comunidad debían comer en primer turno, y lo que quedara en los platos sería la comida de los originarios.

El orden patriarcal refleja su construcción dentro de la Comunidad y la mujer se caracteriza por su sumisión. “Es algo que está bien instalado, aunque evitamos abordar demasiado en cuestiones de género, ante un posible choque que impida actividades a futuro”, agrega la representante del IADH.

Marcela Durán, trabajadora no docente del Instituto Académico de Desarrollo Humano

Dentro de las problemáticas sociosanitarias que presenta la Comunidad Santa Rosa, se observan el inicio sexual precoz, muchas veces consumado por familiares cercanos (aceptado según creencias culturales), el embarazo adolescente relacionado con la falta educación sexual y reproductiva, y las mujeres multíparas  (con, al menos, cinco partos), sin planificación familiar ni conocimientos de métodos anticonceptivos.

Marcela Durán entendió que el modo de acercamiento en la Comunidad debía ser gradual, “milímetro a milímetro, para ganar de a poco la confianza y la aceptación. "Es difícil, por el descreimiento hacia los políticos y los sistemas formales de gobierno”, agrega.

Conocimiento científico, conocimiento ancestral

“Siempre tuvimos claro en tener la mente y el corazón abierto, para poder aceptar al otro como es y no querer cambiarlo”, plantea María Mónica Lázzaro, docente en Enfermería y secretaria Académica del IADH. Para la directora del proyecto, dentro de la Enfermería es fundamental la atención primaria de la salud, es decir el cuidado a las personas sanas. “Además de hacer docencia en atención primaria desde la teoría, a la Enfermería comunitaria hay que llevarla a la práctica, y el viaje fue una oportunidad única para sumar desde la experiencia propia, y transmitir cuidados transculturales”, agrega.

Entre las actividades realizadas por el equipo se llevaron adelante mediciones antropométricas, evaluación del estado de salud general, examen oftalmológico y examen bucodental. Las acciones de Educación se enfocaron en la higiene del cuerpo, cuidado de la intimidad, higiene bucal, concientización sobre inmunizaciones, prevención del embarazo adolescente y cuidados del recién nacido.

La licenciada Lázzaro destaca el protagonismo de la Enfermería en el centro de salud más cercano a la Comunidad y su toma de decisiones como promotores de la salud de la población. Reconoce, también, que existen políticas o programas impulsados desde el Estado e implementados a través de los diferentes Centros que incluyen, por ejemplo, métodos anticonceptivos, aunque sin el acompañamiento necesario que se ajuste a la realidad de la comunidad particular . “Hay que llevar la educación al medio cultural que te dirigís con las respectivas características y pensar estrategias integradoras”, sostiene.

María Mónica Lázzaro junto a integrantes de la comunidad Wichi

La Comunidad mantiene una alimentación basada en harinas, carne de cerdo y carne vacuna, ya que las condiciones del clima y la aridez del suelo no favorecen el desarrollo de huerta. Consecuentemente, la ingesta de frutas y verduras es limitada. Estas son las causas que llevan a un diagnóstico que presenta variaciones en el crecimiento y desarrollo, presencias de caries, alteraciones de la piel (por el ambiente), diarreas y parasitosis  (por la ausencia de agua potable), así como alteraciones hepáticas (por la alta ingesta de grasas).

Para realizar las evaluaciones y el diagnóstico se trabajó desde el vínculo y el diálogo entre pares. Y en cada una de las actividades no solo dejaron un saber, sino también los elementos para poder llevar adelante el cuidado correspondiente. “Nuestro conocimiento científico debió consensuar con la sabiduría ancestral”, añade Lázzaro.

Kits entregados a la Comunidad Wichi por las representantes del Proyecto "Yo cuido mi salud". Infografía: Laura Caturla.

La ciencia de comunicar

Por Luciano Toledo

Apelar a la creatividad, ser originales y contar con las herramientas necesarias. Hoy se ha vuelto indispensable acortar las distancias entre la comunicación y los destinatarios de aquellos mensajes que buscan transmitir los avances del mundo de la ciencia y la tecnología. La docente universitaria y periodista científica Claudia Mazzeo brindó, en un taller de la UNNOBA, un número de herramientas para que la información que se genera en los centros de investigación o en las universidades no quede solamente en los laboratorios.

Si tomamos como ejemplo a los economistas, cuando en diferentes medios los especialistas se expresan sobre el tema, presentan tecnicismos que dan por sentado un conocimiento colectivo. Esto es un error común: el lenguaje se carga de palabras herméticas que maneja sólo la comunidad de las finanzas, es decir, los que están dentro de la misma actividad. En ese sentido, la periodista especializada en ciencia, tecnología y ambiente, sostiene: “A veces pareciera que el periodismo científico está centrado en lo que solemos llamar las ciencias duras, es decir, aquellas que tienen que ver con la biología, la salud y otras, cuando en verdad las ciencias sociales también son objetos del periodismo científico, o deberían serlo. Muchos temas, y no solo de Economía, necesitan que sean bajados al llano para que podamos entender a qué aluden y qué significan esos términos que los expertos manejan con tanta fluidez”.

Claudia Mazzeo, periodista especializada en Ciencia, Tecnología y Ambiente.

El mecanismo que utiliza el periodista científico, a diferencia de lo que mucha gente piensa, no es el de traducir al experto, ni al paper (documento en que presenta los hallazgos de una investigación), sino seguir un proceso más complejo que se conoce como recontextualización de la ciencia. “Es probable que en un paper no encontremos contenido de interés para la sociedad. Veo qué se desarrolló, pero no obtengo la información de por qué, a qué población va a impactar, a quién le va a cambiar la vida, en cuánto tiempo, cuánto va a salir cuando se venda. Esas son respuestas que no están en un paper", sostuvo Mazzeo en una entrevista en UNNOBA Radio.

Los comunicadores, entonces, no deben circunscribirse a la búsqueda de los investigadores, porque no habría una respuesta a la pregunta que tal vez sea la que más peso tenga en la comunicación de la ciencia: para qué. “Y es ahí donde debemos poner el énfasis”, agrega la especialista y magíster de la UBA en Gestión del Agua.

Anteriormente, la comunicación de la ciencia estaba basada en un modelo teórico que se conoce como modelo del déficit, “de lo que hace falta”.  Claudia Mazzeo plantea: “Se partía de la base de una información que partía del experto al vulgo, del que sabía al que no. Hoy ha quedado superado por visiones más ricas que buscan incluir diferentes saberes ya que cada uno de nosotros podemos ser expertos en un tema y no saber nada de otro”.

Para que la información no quede reducida solamente a centros de conocimiento, pueda salir y  alcanzar a la sociedad, se necesita de un desafío doble: científicos que tengan la capacidad de comunicar y periodistas que cuenten con las herramientas para dar a conocer los avances científicos. “En ambos casos se busca complementar aquello que falta: un periodista va a tratar de adquirir más herramientas que vengan de la metodología científica, tratará de aprender cómo avanza la ciencia, cuáles son sus códigos. Un investigador, lo que va a hacer es adquirir herramientas de la comunicación: cómo se hace una síntesis o qué significa que ponga un título a mi trabajo de investigación”, agrega Mazzeo.

Pero ante el afán de poder comunicar la ciencia y hacerla entretenida o fácil, a veces los medios sacrifican el verdadero trasfondo de la investigación científica y lo simplifican a un punto tal que priorizan el espectáculo, el show. De esta manera la comunicación de un tema de investigación puede transformarse en, por ejemplo, un stand up, en donde lo prioritario pasa a ser divertir y entretener. “Es por eso que el debate está en el límite entre ser entretenido, novedoso, ameno o provocador, o convertirse en un clown de la ciencia”, sugiere.

Por la terminología, el enfoque o la jerga, la ciencia se vuelve difícil de comprender para quienes no son parte de ella. En esa línea, la UNNOBA, gracias al impulso de la Dirección de Comunicación (a través del proyecto Com.ciencia) y la Secretaría de Investigación, Desarrollo y Transferencia, está siendo pionera en poder reflexionar sobre qué herramientas les faltan a los investigadores al momento de comunicar y cómo hacerlo apropiadamente. Mazzeo destaca: “Creo que la UNNOBA está adelantándose a otros espacios académicos para deliberar y poder encontrar soluciones que lleven a lo que esperamos todos: que la sociedad esté más informada, que toda esa masa de conocimiento que se genera pueda ser alcanzada”.

Claudia Mazzeo dictó un taller  para periodistas (en Junín) y un taller para investigadores (en Pergamino).

Pero el desafío no se presenta solamente en el terreno del lenguaje, porque también existe una serie de conflictos que se desarrollan entre los propios investigadores. Mazzeo comenta que no siempre es bien recibido por sus pares el investigador que aparece en un medio, porque su propia comunidad le hace pagar esa postura. “Incluso, algunos que han comunicado la ciencia en los medios en forma fluida y continua, pareciera que los han hasta desclasado, les cambiaron su profesión, ya no los consideran más investigadores porque están en la televisión contando ciencia.  Eso influye muchas veces de manera negativa en el modo de comunicar del investigador. Cuando habla en los medios, lo hace para sus colegas. ¡Pero para eso están los journals!”.

Y destaca el modelo Adrián Paenza (periodista y doctor en Matemática) como un ejemplo a seguir: “Él volcó a sus conocimientos sobre la Matemática con resultados fantásticos. Me parece que es un modelo que serviría, pero es algo que le sirvió a él, y habría que ver si es trasladable a otras personas que tienen esa misma vocación”.

Argentina lleva más de treinta años en la formación de periodistas científicos. A fines de los años ochenta, el químico Enrique Belocopitow emprendió la tarea de formar profesionales que pudieran actuar como interlocutores entre los investigadores y la sociedad.  Asimismo, en 2007 se fundó la Red Argentina de Periodismo Científico,  que apela a diferentes estrategias para asumir el desafío de fomentar la capacitación profesional y la reflexión crítica sobre la relación entre ciencia, medios y sociedad. Claudia Mazzeo sostiene que en un país donde el sistema científico-tecnológico ha sido ampliamente favorecido en el contexto de América Latina, aunque más no sea a intervalos, “el periodista científico, además de acercar al investigador con los potenciales beneficiarios del conocimiento, se plantea otros objetivos, como poder indagar sobre los múltiples aspectos que hacen al conocimiento, alertando también sobre las posibles incongruencias del sistema, abordando conflictos de interés y controversias”.

En palabras de Albert Einsten, no basta con que los resultados de las investigaciones sean conocidos, elaborados y aplicados por unos cuantos especialistas. “Si los conocimientos científicos se limitan a un pequeño grupo, se debilita la mentalidad filosófica de un pueblo, que camina así a su empobrecimiento espiritual”.

Fotos: Adrián Gilardoni
Infografías: Laura Caturla


Testimonio inclusivo

Por Luciano Toledo

Egresades”, se lee en grandes letras sobre buzos y camperas. Página 12 publica notas con la “X”, sube notas con la “E”. La Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, permitió su uso en cualquier práctica académica. A fines de 2018 se aprobó la primera tesina en la Universidad Nacional de Río Cuarto. Y  La facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) aceptó el uso del lenguaje inclusivo en todas sus modalidades como recurso válido en producciones de grado y posgrado. Fue una investigadora argentina, Delia Suardíaz, quien analizó por primera vez en 1973, los usos sexistas de la lengua castellana. Pero ya no se habla de condición dicotómica. Se rompió el binomio hombre/mujer. El lenguaje deja afuera identidades y disidencias, ahora… ¿estamos todes de acuerdo?

Del genérico a la inclusión

Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer, se titula el documento que en 2012 presentó la Real Academia Española (RAE), redactado por Ignacio Bosque, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid. Además de sentar una posición que defiende un “masculino genérico extensivo que incluye a las mujeres”, es una declaración disconforme hacia quien pretende evitar la homogenización de las voces autorizadas. Ese mismo año, la Traductora Pública de Inglés (Universidad del Salvador) Sylvia Falchuk, le propuso al director de la Escuela de Lenguas de la Universidad de Belgrano organizar conjuntamente una jornada sobre traducción, análisis del discurso y género. Y anticipando su futura irrupción social, presentó junto a especialistas en el tema, una mesa denominada: Hacia un lenguaje inclusivo, ¿es posible?

"...la humanidad está entrando en una era pospatriarcal"

En un congreso de intérpretes y traductores en Los Ángeles, EE.UU, en 2017, presentó el taller: ¿Por qué no considerar el uso del lenguaje inclusivo en nuestro quehacer profesional cuando corresponde? La especialista en políticas lingüísticas sostiene que las profesionales del lenguaje tienen las herramientas para resignificar sus roles y superar la representación de ser meras traductoras, redactoras o intérpretes. “Necesitamos ubicarnos en un lugar más proactivo de asesoras o consultoras lingüísticas y aceptar, rechazar o sugerir modificaciones cuando los trabajos lo requieren. En ese nuevo andar, las más convencidas del uso del lenguaje inclusivo y con espíritu activista, defenderán aquello en lo que creen”, agrega.

Sylvia Falchuk, Traductora Pública de Inglés. Consultora de servicios lingüísticos.

Las mujeres son amplia mayoría en la profesión, pero la formación purista, lleva a que muchas defiendan la postura del masculino genérico. Falchuk considera necesario conocer los procedimientos lingüísticos para acceder a un tratamiento igualitario del lenguaje. Y sugiere estrategias, recursos y pautas de comunicación inclusiva como desdoblamientos y alternativas gráficas, “porque hay organismos, editoriales, instituciones o empresas que piden que los textos contemplen este tipo de lenguaje”.

En la 23ª edición de 2014 del Diccionario de la Lengua Española se eliminaron significados como débil, endeble asociados a femenino. Y hoy existen en países hispanohablantes distintas guías sobre lenguaje inclusivo no sexista: “Esto implica mostrar a las mujeres como ciudadanas, con todos sus derechos. Es incluir lo excluido, y contribuir a la transformación y a la construcción de una sociedad con igualdad de oportunidades para mujeres y varones”.

La Traductora Pública Falchuk sostiene que atravesamos un proceso y un movimiento que ya está en marcha, porque la humanidad está entrando en una era pospatriarcal, y agrega: “Cuando un número importante de personas cambia su modo de pensar y de comportarse, la cultura lo hace también, y una nueva era comienza. Si extrapolamos esto al lenguaje, de a poco se van a ir dando cambios, porque las generaciones más jóvenes se animan más; algo que quizá no sucede con mi generación de profesionales, ya que no nos hemos formado para pensarnos como agentes sociales de política lingüística”.

Hacia un derecho lingüístico

Existe una conciencia del lenguaje arraigada a los procesos socioculturales que viene a señalar lo que existió desde sus comienzos. Para la doctora en Semiótica Laura Abratte, hay una insistencia histórica en naturalizar los usos lingüísticos y evitar la reflexión. Para asentar un cambio primero hay que dar el debate, y enfrentarse a la gran resistencia que genera el movimiento que enarbola la RAE como voz de autoridad. “Porque no solo implica la cuestión de género y patriarcado, además se presentan condiciones de colonialismo explícito en el lenguaje. Es apostar contra la dominación, la relación de desigualdad y la imposición violenta”, agrega.

Laura Abratte, doctora en Semiótica y licenciada en Letras Modernas.

Es imposible pensar a la lengua fuera de las relaciones de poder. Desde las bases y los fundamentos, y desde la concepción disciplinar, el pensamiento es dicotómico (todo es binario). Para Abratte las instituciones y academias que se consideran el resguardo lingüístico sólo son capaces de pensar en términos de dicotomía, y hay expresiones que no entran ni en lo femenino ni lo masculino. “Por eso buscamos otros términos y representaciones, porque no tenemos forma de nombrar ni conceptualizarlos, porque la lengua no los representa”, sostiene.

Si tomamos al lenguaje inclusivo como un proceso que inició hace años, notamos que se dieron diferentes alternativas: x @ e, como marca de género. Pero además del pensamiento dicotómico, se presentan los tecnicismos, la morfología y la gramática como barrera. La RAE manifiesta en su documento que la lengua tiene otros recursos para que no se invisibilice el género, como la utilización de un pseudónimo sin marca, por ejemplo: “gente” o “personas”. Pero Abratte sostiene que buscar alternativas para evitar la utilización de un término marcado en condición de sexismo, sin la necesidad de modificar la lengua, es ir en contra de lo que viene a evidenciar. “Es borrar el sexismo de la lengua. O sea, busco un sinónimo, pero no soluciono el tema de fondo. La e en cuestiones gramaticales puede generar ambigüedad en ciertas construcciones, pero lo más importantes es mantener el debate abierto en todos sus frentes”, agrega.

"El territorio ya no es geográfico sino humano, hoy hay que poner el ojo en las mujeres y los géneros no binarios"

Si pensamos al lenguaje inclusivo en pos de reconocerse como el estándar, implica mucho más que hablarlo y escribirlo. Implica un sistema educativo, de leyes. Y la resistencia no se da solamente en términos lingüísticos, sino sociales. Abratte agrega: “Hay gente que no acuerda con el principal problema de la cuestión que es el patriarcado y la lucha de los movimientos feministas, ante todo por el posicionamiento político ideológico sobre el que hay que mantener la resistencia y el debate”.

El género logró poner en relieve cierta problemática en relación a la conciencia lingüística. Y aunque se siga tomando como referencia la opinión de autoridades sobre la lengua, y no a los hablantes, y se subestime la discusión con políticas diseñadas para homogenizar, la doctora en Semiótica sostiene que hay que estimular fuertemente las reflexiones con respecto a la conciencia. “Hoy es fundamental hablar y pensar en función de lo que debe garantizarse en términos de derechos lingüísticos”, afirma.

La lengua es movimiento

La RAE, fundada en 1713, resolvió no aceptar mujeres como académicas de número hasta fines del siglo XX. La escritora argentina Claudia Piñeiro participó del VIII Congreso Internacional de la Lengua Española 2019 que se desarrolló en Córdoba, el foro de reflexión sobre el idioma, donde se discutió la situación, problemática y retos de la lengua. La novelista presentó el debate en contraposición con el discurso de quienes revindican al español como lengua unitaria, y comparó a los detractores del lenguaje con perspectiva de género con los viejos conquistadores. “El territorio ya no es geográfico sino humano, hoy hay que poner el ojo en las mujeres y los géneros no binarios”, dice.

"La lengua es movimiento, lo que no se habla produce malestar, y los silencios son volcanes a punto de explotar”

El español es, después del chino mandarín, la segunda lengua más hablada en el mundo. Piñeiro sostiene que dentro del idioma hay un claro negocio y que no existe una presión social para que se acepte el lenguaje inclusivo en la academia. Además, se pregunta: “¿Quién es el dueño del español?”.

Si el inclusivo va terminar siendo lenguaje oficial o no, se determinará con el tiempo y con el uso. Si se establece será parte de la lengua y tendrá que ser aceptado, “pero no podemos prohibirlo, y tampoco imponerlo”, sostiene.

Claudia Piñeiro, escritora.

Desde los años setenta se debate si el genérico masculino es universal, si incluye o no. Según José Luis Moure, director de la Academia Argentina de Letras, ningún grupo minoritario se puede arrogar el derecho de cambiar unilateralmente una lengua. Para la novelista Piñeiro no se trata de una mera moda del movimiento feminista: “Políticamente hay un reflejo del patriarcado, y no podemos negar que el masculino a partir del hombre opera en la realidad. Sería claudicar una zona de poder, una lucha de poder. La lengua es movimiento, lo que no se habla produce malestar, y los silencios son volcanes a punto de explotar”.


Buscadoras incansables

 Por Luciano Toledo

 

La primera vez que Alejandra Ise oyó hablar de biocombustibles y energía solar, le restó importancia: “¿qué tiene que ver con mi formación?”, pensó la egresada en Relaciones Internacionales de la USAL (Universidad del Salvador). Después comprendió que la energía era un recurso estratégico para los Estados, un tema trasversal que abarcaba múltiples disciplinas. Ya estaba en su base formativa, pero ahora se presentaba como un recurso fundamental, no solo en la historia universal, sino en su propia vida.

Primero fueron los idiomas, en el contexto de primaria y secundaria, la actual Licenciada se capacitó en todos los niveles, rindió exámenes internacionales y capacitaciones para docencia en inglés, francés y alemán. Esa relación intercultural, al finalizar la secundaria, la impulsó a seguir por el mismo camino, había que decidir: “traductorado o relaciones internacionales” pensó, y se volcó por la última.

Alejandra Ise, becaria doctoral Conicet, área energía y ambiente

Alejandra dedicó más de la mitad de su vida a la formación, y después de cinco años en Buenos Aires, volvió a su ciudad. Con el título de Licenciada enfrentó con inquietud la incertidumbre de su futuro, y realizó diferentes estudios de posgrado. Pero al anotarse en el Seminario de contexto político local y global, que se dictaba en la UNNOBA, algo comenzaría a cambiar.

El seminario lo dictaba el doctor Carlos Moneta. Y ese hombre del que tanto había leído mientras estudiaba, ahora estaba frente a ella hablando de energías renovables. “En la carrera lo había pasado por alto. Pero ahí empecé a comprender que las Relaciones Internacionales no solo abarcan temas de integración y cooperación, de conflicto, problemas globales y más, también me cautivó el medioambiente, la sostenibilidad, la conservación de los recursos, y el aprovisionamiento de la energía, que es un recurso de poder para los Estados”, recuerda Alejandra.

"Desde megaproyectos a instalaciones más chicas generalmente el resultado impacta de forma positiva en la sociedad"

El "mundo UNNOBA" la acercó a Silvina Carrizo, directora del TEAM (Centro de Estudios sobre Territorio, Energía y Ambiente), y ya no quedaban dudas: había que poner en práctica el conocimiento, y la Universidad le brindaba el espacio para hacerlo. Comenzó a informarse y a estudiar sobre la integración regional en temas de energía y se sumó al TEAM. “¿Y si te postulás para una beca doctoral del Conicet?” le sugirió Silvina. Y seis meses después, “que parecieron seis años”, un 29 de diciembre, cuando se apagaban las últimas luces del año, la cara de Alejandra se iluminó con la respuesta tan esperada: “Me otorgaron la beca para realizar un doctorado de cinco años, para estudiar el desarrollo de la energía solar en la zona centro de la República Argentina, y su transformación territorial”, agrega.

La becaria del Conicet por el CITNOBA (Centro de Investigaciones y Transferencia del Noroeste de la provincia de Buenos Aires UNNOBA-UNSADA-CONICET, ) a medida que se adentra en el tema comienza a comprender que la energía solar es la que más visibilidad tiene en cuanto a las repercusiones sociales: “Desde megaproyectos a instalaciones más chicas. Generalmente el resultado impacta de forma positiva en la sociedad donde funciona cada recurso… para quien no tiene cómo cocinar, o calentar el agua, cosas básicas que se pueden ver y medir, el impacto social es más amplio”, agrega. Hoy se encuentra transitando el segundo año de la beca y a la par realiza la Maestría en Energías Renovables, que también se dicta en la Universidad.

Alejandra desarrolla proyectos de investigación junto al grupo del TEAM y otras Universidades sobre transiciones energéticas, sostenibilidad e inclusión. En su incansable labor hoy visualiza el futuro ya sin incertidumbres, con el firme deseo de seguir formándose y desarrollando conocimiento, ante todo para profundizar en los temas que está investigando y que, en sus propias palabras, “le dieron un sentido a todo lo que estudié… sirve, sirvió y está funcionando.”

La egresada número 12

Fue el 19 de diciembre de 2013. Imposible olvidar el día, y la fecha. Agustina Pascual acababa de egresar como Licenciada en Genética en la UNNOBA, y aún no había secado las lágrimas de emoción, cuando recibió un llamado. Un amigo le avisaba que le habían otorgado la beca del Conicet. El festejo por partida doble no llegó porque sí, detrás hay una historia de esfuerzo y formación.

Cuando Agustina terminó la secundaria en Pergamino, la UNNOBA llevaba los primeros años en la ciudad: “Al momento de decidir qué estudiar, a esa edad me gustaba todo y no me gustaba nada”, recuerda con una sonrisa a la adolescencia. Y ante la difícil posibilidad de estudiar afuera se presentaba una alternativa para la chica que de a poquito soñaba con investigar, con aprender de salud. Pero no había referencias, la Licenciatura en Genética recién se abría y el desafío era mayor, entrar a un mundo desconocido y sin saber al menos de qué se iba a tratar.

La indecisión no fue un obstáculo y dentro de la formación académica descubrió un campo de estudio amplio, y entre los diferentes enfoques se sintió atraída por el estudio de la genética del desarrollo embrionario, enfocado en el desarrollo de la vinchuca (Rhodnius prolixus), uno de los vectores del mal de Chagas.

Agustina Pascual, becaria en el CeBio, docente en Genética del desarrollo

En el CeBio (Centro de Bioinvestigaciones) de la UNNOBA pudo realizar el trabajo de su tesis doctoral, y la licenciada agregó a su currículum el título de Doctora de la facultad de ciencias exactas de la Universidad de La Plata, Área Biológica, gracias a la beca del Conicet. Esa beca que le avisaron que había obtenido, el mismo día en que rendía la última materia de la licenciatura.

Durante su tesis doctoral realizó cursos propios y externos a la UNNOBA, pero apenas finalizó la carrera, comenzó a perfilarse en la docencia. “Pude concursar un cargo de ayudante diplomada cuando me recibí, y desde el 2014 soy docente de la Universidad en las materias Bioinformática y Genética del desarrollo”, agrega. Además, es investigadora del laboratorio del Centro de Bioinvesigaciones, y está en la etapa de transición por recomenzar el postdoctorado, período en el que espera presentar los resultados del doctorado y publicarlo en alguna revista científica.

“Fueron horas invertidas para que la investigación tome su rumbo, pero fue un esfuerzo que contó siempre con el respaldo de la Universidad”

La investigación que lleva adelante la doctora Pascual se centra en el desarrollo embrionario del Rhodnius prolixus tanto a nivel informático como molecular en el laboratorio: evalúan qué genes se expresan analizando su función para ver con qué otros pueden interactuar durante el desarrollo, principalmente genes tempranos de la formación del huevo y la ovogénesis.

Vinchucas en el laboratorio

Cuando mira hacia atrás Agustina destaca la importancia de la UNNOBA en su vida, y agrega: “Mientras estudiaba no magnificaba lo que era la Universidad en el noroeste bonaerense, viéndolo desde afuera, como docente, o formando parte hoy veo el gran impacto territorial que tiene en la zona, al momento de brindar posibilidades que hace apenas años atrás no existían”. La egresada número doce de la carrera de Genética destaca que para los primeros graduados no había nada establecido, no había un campo claro con enfoque de trabajo, y recuerda que junto a sus compañeros arrancaron de cero. El CeBio nació en 2013 y creció a la par de sus investigadores. Hoy está formado por dos grupos, uno dedicado a la investigación de insectos y otro a la de mamíferos. “Fueron horas invertidas para que la investigación tome su rumbo, pero fue un esfuerzo que contó siempre con el respaldo de la Universidad”, agrega.

La mamá de los becarios

“El día que te cures, no entrás a una clínica nunca más”, le dijo el psicólogo. Natalia Menite tenía dieciséis años y le habían detectado linfoma no Hodgkin (células cancerosas en el sistema linfático). Comenzó el tratamiento, viajaba de Alem a Junín, y después a La Plata hasta llegar a Gonnet.  Al Centro Oncológico Mainetti, “institución a la que le debo la vida”. Quimioterapia, rayos y trasplante de médula ósea. Cuando se curó, Natalia, quiso estudiar bioquímica.

Con los últimos meses del tratamiento se cerraba la etapa escolar, y la enfermedad no le impidió finalizar con uno de los mejores promedios del curso. Había que perfilar al futuro, las ganas eran muchas y las posibilidades pocas. En Junín recién se abría el Centro Universitario Regional, y una de las propuestas era la carrera QBF (química, bioquímica y farmacia). Con una previa tecnicatura en un instituto privado, realizó las dos carreras en paralelo, lavó copas, fue moza y niñera. Hasta radicarse en Junín, viajó a dedo desde Alem, cada día que tenía que cursar.

Natalia Menite. Técnica en Laboratorio, CIBA

Con la tecnicatura finalizada, Natalia decidió enfocarse plenamente en la carrera de Bioquímica. “La idea original cambió, conocí a mi marido, tuve mi primer hijo y la carrera quedó postergada”, dice la Técnica en laboratorio que después de dieciocho años en el Sanatorio, una tarde, leyó un anuncio en el diario, que cambiaría su destino. “Se buscan profesionales para el armado de laboratorio” decía. Y no lo dudó, sin esperanza, pero con seguridad, mandó el currículum.

Buscaban técnicos en laboratorio y licenciados en Genética. “Era un llamado amplio, pero lo vi como una búsqueda de aprendizaje, sentí que había llegado a cierto techo, la rutina, lo mecánico, automático me estaba absorbiendo”, recuerda Menite. Y a los dos meses llegó el llamado. Carolina Cristina (secretaria de Investigación Desarrollo y Transferencia de la UNNOBA) y Virginia Pasquinelli (actual Directora de la Escuela de Ciencias Agrarias, Naturales y ambientales) le contaron la propuesta, y en diciembre de 2013 comenzó a trabajar en la Universidad. “Acá no vas a tener techo” le dijeron, y se convenció.

Investigadores y becarios necesitaban un técnico en laboratorio: “Dejé un trabajo de dieciocho años para darle privilegio no solo a mi formación en investigación sino a otras cosas, como la calidad de vida. Para las clínicas todo es urgente, en cambio un proyecto de investigación lleva otros tiempos”, sostiene.

"El laboratorio no es mi vida, pero es una parte fundamental"

Natalia se entregaba a un universo nuevo, y así conoce al CIBA (Centro de Investigaciones Básicas y Aplicadas) desde los planos, los cimientos. “Tuve el privilegio de ser consultada en algunas decisiones del armado. Por eso es tan grande el sentido de apropiación, al elegir pequeños detalles que enriquecen y hacen mejor aún al lugar de trabajo, donde vas a pasar gran parte de tu vida.” agrega.

Cuando comenzaron eran seis, pero en la actualidad el CIBA está conformado por veinte personas. Y desde la limpieza del material, la esterilización, la preparación de una solución, la inyección a un animal cuando es necesario, el análisis de soluciones en el citómetro de flujo, “que en forma criolla es un contador de células”, dice, y que para su manejó realizó diferentes cursos de capacitación, Natalia cubre los frentes necesarios para que los investigadores puedan trabajar todas las técnicas: “Después de seis años estoy llena de información y conocimiento. El laboratorio no es mi vida, la vida está afuera, en mi familia, mi esposo y mis dos hijos, pero claro que es una parte fundamental. No solo al aprender, sino al colaborar de forma directa y con fines de transformación social”.


La fuerza del libro

Por Luciano Toledo

Hace más de 500 años, desde el taller de un orfebre alemán, salía el primer libro impreso con tipos móviles. Ni la aparición de los grandes medios de comunicación, la crisis de la industria editorial, y la actual multiplicidad de los dispositivos y contenidos digitales, han logrado detener su permanencia. El libro aprendió a convivir con la tecnología y atraviesa la narrativa transmedia, para adaptarse a las nuevas formas de practicar la lectura.

El acceso a los textos no solo se masificó con la aparición de internet, sino que reconfiguró su estética lineal y tradicional, para complementarse con la voz, los sonidos, las imágenes. Desde esta diversidad de lenguajes y, en la combinación del formato papel con el soporte digital, surgen los booktubers. Porque no solo se lee, ahora también se navega a través de los libros.

Booktubers, el arte de combinar

Ana Laura García Luna integra el equipo de investigación que trabaja sobre las producciones de los booktubers como extensiones narrativas transmedia y los presenta como "lectores motivados que realizan reseñas literarias a través de canales de Youtube". Este fenómeno es en sí mismo una práctica de extensión transmedia porque las reseñas se comparten a través de diversas plataformas y son objeto de participación activa por parte de los fans, “quienes producen nuevas extensiones narrativas y las comparten en red”.

"El libro como dispositivo se resignifica y se reinventa en el nuevo ecosistema mediático”

Los textos ya no son solo letras: el abanico multimedia los modificó y hoy se habla de una lectura/navegación. Los dispositivos facilitan el acceso a los libros y los contenidos están al alcance de un público masivo. Para García Luna las nuevas tecnologías permiten prácticas de lecturas más cercanas, que no están vinculadas solamente a los materiales que se utilizan en la educación formal, sino también a lo relacionado con el entretenimiento y el ocio, y agrega: “Hoy en día los usuarios de tecnología pasan más tiempo leyendo e incluso expuestos a contenidos que antes. Quizás cambian los soportes y los contextos, pero no el hábito de leer”.

García Luna, directora de la carrera de Periodismo y Ciencias de la Comunicación (Universidad del Salvador),  reconoce el sentido inverso que presentan estos nuevos desafíos, porque la educación formal se potencia por las propuestas de contenidos que generan actores sociales como los booktubers, que luego son replicados y se aplican en las escuelas para enseñar literatura. “En muchos colegios se invita a sus estudiantes a editar videos y comentar textos literarios como parte de la propuesta pedagógica. El libro como dispositivo se resignifica y se reinventa en el nuevo ecosistema mediático”, sostiene.

El panorama editorial

Según el último informe emitido por la Cámara Argentina del Libro (CAL), formada por pequeñas y medianas editoriales, en el primer semestre de 2016 se publicaron más de 10,6 millones de libros, en la primera mitad de 2018 la cifra bajó a 6 millones de ejemplares, y en enero y febrero de 2019 se produjo un 35% menos de libros que en 2018. Ante el escenario que evidencia la crisis del sector, el libro resiste, y las editoriales e instituciones deben adaptarse.

LA UNNOBA cuenta desde el año 2006 con el Centro de Ediciones y Diseño (CEDI), que además de llevar adelante las comunicaciones institucionales a través del diseño, desarrolla el Programa Editar, que impulsa publicaciones de calidad y diversidad (académicas, testimoniales y literarias).  Para su directora, Mercedes Filpe, existe una línea tradicional direccionada a la asistencia de los equipos docentes y la investigación, y otra que se enfrenta al desafío de incorporar y actualizarse a las nuevas tendencias y tecnologías.

Al momento de pensar el futuro del libro en formato digital, Filpe considera que como estrategia se requiere desarrollar otra perspectiva de trabajo: “No se trata simplemente de colgar un archivo en formato PDF en el espacio virtual. Un e-book implica un proyecto nuevo y repensado, y uno de los desafíos de este año es ofrecer para el 2020 una plataforma que tenga que ver con la lectura y lo digital”.

"Los avances tecnológicos hacen que los estadios anteriores no desaparezcan, sino que tomen diferentes perfiles”

El libro Indiecito Dormido (2017), editado por el CEDI, es un ejemplo de esta interacción y convivencia, y forma parte de la colección infantil GLIPTODONTE, que propone divulgar obras de la cultura local y regional a través de diversos medios y soportes. Incluye un código QR que al escanearlo permite acompañar la lectura con la versión musical interpretada por el Coro Municipal de Niños y Jóvenes de la ciudad de Pergamino.

Indiecito dormido: https://www.youtube.com/watch?v=LUg81Ghhbt4

La directora del CEDI reconoce, sin embargo, la falta de formación de estudiantes que llegan a la universidad con una comprensión lectora deficiente y afirma que no tiene relación directa con la lectura o los dispositivos que la condicionan: “Siempre ha habido analogías similares, con el surgimiento de la fotografía se decía que la pintura iba a desaparecer, y se fortalecieron las dos disciplinas en paralelo. Los avances tecnológicos hacen que los estadios anteriores no desaparezcan, sino que tomen diferentes perfiles”.

En la Feria del libro de Bologna 2019, la feria infantil y juvenil más importante y famosa del mundo, fue premiada la Editorial Limonero (Argentina) como la mejor de Latinoamérica. Según Manuel Rud, uno de sus fundadores, la lectura no está en riesgo y, si bien es evidente el avance de la tecnología en ciertos rubros o secciones editoriales, no hay que ser apocalípticos ante el e-book o las plataformas digitales, y considerarlos también como avances "ecológicamente necesarios".

Limonero apuesta al papel desde el formato libro álbum, o libro ilustrado, y consideran esencial la materialidad de la experiencia en la lectura: “No digitalizamos los títulos, y lo vemos difícil de proyectar como hábito de leer en la pantalla”. Ante la crisis de la industria editorial apelan a estrategias de grandes tiradas y distribución en el exterior, para abaratar costos, y además de ser competitivos, ofrecer precios accesibles.

El desafío docente

El doctor en Lingüística Aplicada, Carlos Scolari, afirma que en la historia de la humanidad nunca se habían escrito ni leído tantos textos. En este nuevo ecosistema de convivencia los libros se adaptan, y se transforman. La educación juega un rol fundamental y se enfrenta al desafío de estar a la altura de la demanda cultural que exigen los alumnos. Cinthia Bringas y María Silvia Biancardi, docentes de Lengua y Literatura en la Escuela Secundaria de la UNNOBA, reconocen la vigencia de la lectura y señalan un claro aumento en la extensa propuesta de literatura infantil y juvenil, que no existía veinte años atrás. “El ejemplo de las sagas como Harry Potter contribuye a enriquecer este nuevo fenómeno”, sostienen.

"Es necesario que el docente sea un buen lector y no tenga prejuicios"

Según la experiencia docente el interés por la literatura de jóvenes y niños se refleja en nuevos formatos y soportes. Los adolescentes eligen autores reconocidos y textos desconocidos, especialmente a través de plataformas como Wattpad, “pero si bien algunos de los alumnos que ya son lectores continúan eligiendo textos más tradicionales, otros que recién inician su recorrido literario leen novelas gráficas (ilustradas) y mangas (Naruto, La vida con perros, One punch man)”, complementan.

Biancardi y Bringas coinciden en que el rol de los docentes es permitir el encuentro con los libros generando espacios como talleres de lectura, en los cuales sean los alumnos quienes decidan qué leer, cómo, en qué soporte y también que puedan realizar sugerencias: “Esto es fundamental ya que permite abrir el canon e incorporar los intereses de los alumnos. Para ello es necesario que el docente sea un buen lector y no tenga prejuicios con respecto a qué es buena o mala literatura, para así aceptar las recomendaciones de los chicos”.

Alumnos de la Escuela Secundaria Presidente Domingo F. Sarmiento (UNNOBA)

¿Mentira, la verdad?

Por Luciano Toledo

Una década atrás, el periodista Ignacio Ramonet decía que pretender informarse sin esfuerzo era una ilusión que tenía que ver con el mito publicitario, más que con la movilización cívica. Pero en años de sobreinformación, la novedad y la actualidad están a un clic de distancia.  Ya no vamos hacia las noticias, porque las noticias vienen a nosotros. ¿Pero qué es verdad y qué no? ¿Cómo reconocer la veracidad de los enlaces que atraviesan las redes sociales y los dispositivos móviles? Las audiencias se modificaron y la responsabilidad de una información confiable depende de todos.

El Diccionario Cambridge define a las fake news (noticias falsas) como «historias falsas que parecen ser noticias, difundidas en Internet o usando otros medios, generalmente creadas para influir en las opiniones políticas, o como una broma». Según la doctora en Ciencias Sociales Adriana Amado, las fake news, en esta forma de circulación extendida que tiene una noticia, facilitan al instante la verificación o la desmentida, y generalmente están concentradas en el grupo de los fanáticos, que es minoritario: "El fanático no necesariamente cree en lo que comparte, pero aun así hace circular información falsa, mitos y rumores que reafirman su forma de pensar. Pero los fanáticos son los que menos cambian la opinión pública, con lo cual el impacto es relativo".

Uno de los problemas que generan las fake news es que intoxican el sistema de información y, cuando un medio sale a desmentir, lo que hace es contribuir a la pérdida de confianza.

Según estudios experimentales que miden el impacto de la publicidad y las campañas en las redes sociales, 2 de cada 10 mil personas se sienten interpeladas y, según Amado, si se aplica a la noticia falsa se puede suponer que va a tener menos incidencia, pero agrega: "Tampoco hay que minimizarlo, porque el volumen de circulación de los avisos y las fake news es por millones, cuando antes se acotaba a lo que era la audiencia o el rating y, en el mejor de los casos, llegaba a 2 millones. Hoy se llega al mismo número [2 millones] apenas se dispara el aviso".

Uno de los problemas que generan las fake news es que intoxican el sistema de información. Así, surge lo que Amado llama efecto boomerang: cuando un medio sale a desmentir, lo que hace es contribuir a la pérdida de confianza: “Si los medios dedican parte de su agenda a la desmentida, es poco probable que logren un cambio de opinión. Y un punto interesante para empezar a reflexionar y a incorporar  es la limpieza o el rechazo a las fake news, es decir, sacarlas de la agenda, porque los medios al desmentirlas no hacen más que ratificarlas.”

Adriana Amado (Fuente: UNICEN)

 ¿La audiencia es el medio?

Los cambios comunicacionales impactaron tanto en el emisor como el receptor de la información y ya no hay grandes masas atendiendo a grandes medios. Según Amado, lo que está funcionando es la comunicación de comunidad, que es lo que facilita las redes sociales, y se genera de abajo hacia arriba. “El gran problema que tienen los medios tradicionales, no necesariamente hegemónicos, es la pérdida de audiencia y credibilidad. Es un fenómeno de los últimos 25 años: los grandes medios están en crisis para retener las audiencias. Esta caída de credibilidad en los medios impacta directamente en la caída de credibilidad de la política”.

Para la docente de la UBA, uno de los ejemplos más resonantes del impacto del nuevo modelo comunicacional frente a la política, es el caso de Jair Bolsonaro en Brasil: “Las entrevistas más vistas del candidato no fueron de ninguno de los medios hegemónicos, fueron de blogueros o charlas con artistas populares en redes sociales, y mayormente acotadas a lo regional. Por eso las campañas diseñadas de forma tradicional demostraron que no estaban funcionando, debido a la pérdida de influencia de los grandes medios en la opinión pública”.

En busca del impacto perdido

De acuerdo a Amado, magíster en Comunicación Institucional,  el debate es uno de los pocos eventos políticos que captan la atención simultáneamente,  y es una de las formas que propicia la comunicación en redes, y dice:  “Vos podés verlo mediante las redes o los canales habituales y te da la excusa para conversar en tu propia comunidad y generar una comunicación personalizada que es la que tiene más impacto en las elecciones. Y ya es un puntapié  para que el usuario o el periodismo, más allá del interés personal, investigue, indague, contraste o tome alguna de las cosas que aparecieron en el debate para debatir en su propia familia, o en su propia red”.

"Twitter da de baja 400 mil cuentas por semestre, falsas o con actividad mecánica"

El debate de candidatos suele tener más estímulo que un aviso publicitario de 12 segundos, que es lo que marca la ley, y Amado sostiene: “En este contexto donde las herramientas tradicionales de la comunicación política no tienen efectividad y la prensa obsesionada hace eco de las operaciones mediáticas, se genera un cambio en la composición de fuerza del sistema. Porque hoy es muy fácil cambiar de canal o poner Netflix, y el debate es uno de los únicos eventos que logran capturar la atención de una gran cantidad de gente en simultáneo”.

¿Cómo sanear el sistema informativo?

Un estudio  realizado entre 2006 y 2017 por una consultora especializada en comunicación, estima que existen unos 48 millones de bots (programas que replican de forma mecánica los tuit) en Twitter y 60 millones en Facebook. Y según la analista en medios, paradójicamente los perjudicados por las fake news son las mismas plataformas que pierden audiencia, y propone: “Como medida que podemos tomar todos, y es una acción política interesante es la utilización de los sistemas de denuncias activos y efectivos. Cuando tenés una dirección falsa o una suplantación de identidad, la red actúa rápidamente porque el troll no tiene seguidores: busca el enojo de terceros para que la respuesta tenga visibilidad, y puedan llegar con el mensaje de odio. Pero si denunciamos rápidamente se puede obtener una respuesta, y el usuario es bloqueado si su discurso es falso, de odio o agresivo”.

Para Adriana Amado la denuncia es la herramienta más práctica para tener un ambiente saneado y libre de trolls y fake news, y agrega: “Hay que aprovechar los mecanismos de autorregulación sabiendo que las plataformas están siendo observadas por organismos globales como el parlamento de la Unión Europea. Sabemos que Twitter da de baja 400 mil cuentas por semestre, falsas o con actividad mecánica, es decir, que el panorama va a ser más limpio. Por eso los ciudadanos tenemos mucha responsabilidad en sanear nuestras propias redes, porque eso contribuye a sanear el sistema informativo en general”.


Fuente: Entrevista realizada en La Mañana de UNNOBA Radio