Jóvenes, el sector más vulnerable

Harper“Aunque tienen más información sobre el VIH, los jóvenes son reacios a tomar conductas de cuidado. Tampoco hay un alto porcentaje de testeo de esta enfermedad en la población juvenil”. Con esta apreciación, María Elena Harper, docente de la Licenciatura en Genética de la UNNOBA y referente del Programa de Infecciones de Transmisión Sexual en la Región Sanitaria IV, describió cómo se plantea en la actualidad la relación de los jóvenes con esta enfermedad. Lo hizo en el Día Internacional de la Lucha contra el Sida, que se conmemora el 1º de diciembre.

– ¿Los jóvenes están informados respecto del VIH-SIDA?

– Hace diez años, cuando se les preguntaba a los chicos sobre el HIV no sabían qué contestar. Hoy hay respuestas más o menos informadas porque en las escuelas se habla del tema. Pero no hemos logrado que haya un cambio en la conducta del cuidado. Nos falta algo más para que esa información se traduzca en un cambio de conducta.

– ¿Qué tipo de estrategias considera necesarias para promover conductas de cuidado?

– Para que un joven adopte conductas saludables debe tener pertenencia a un grupo, valoración de sí mismo y un proyecto de vida. Es muy difícil decirle al joven que cuide su cuerpo cuando él no siente que tiene un proyecto de futuro.

Jóvenes
– Que logren configurar un proyecto de vida, ¿es una tarea que recae sobre las instituciones educativas?

– En parte sí. Pero no sólo es tarea de la escuela. El rol de la familia es fundamental para que el chico tenga un proyecto de vida. La conducta del cuidado debe plantearse desde el núcleo familiar. La función de la escuela es complementaria. Lo que sí sabemos es que los adultos no han tenido una buena información con respecto a este tema y por eso la escuela tiene que ayudar, tiene que informar a los jóvenes para que estén en mejores condiciones de tomar decisiones más acertadas. Pero hacen falta otras cosas: para que el joven consiga armar un proyecto de vida y tener una valoración de sí mismo no alcanza con brindar una charla. El trabajo debe ser integral.

– ¿El joven es reticente a realizarse el análisis de HIV?

– El chico va poco al sistema de salud y no hay un buen testeo en la población juvenil. Este es un aspecto sobre el que estamos trabajando, insistiendo en la comunidad médica para que pidan el análisis en el chequeo de rutina, no sólo de pacientes jóvenes. Hoy observamos detección en estadios terminales en personas que han estado infectadas durante años sin que el sistema de salud lo detectara. Lo que tenemos es un alto testeo en embarazadas, y les estamos pidiendo a los obstetras que el análisis de diagnóstico se haga extensivo al varón, ya que si está enfermo puede transmitir muchas infecciones a la mujer y al bebé.


Un riesgo en la comunidad universitaria

La docente de la UNNOBA se refirió a la paradoja que se da entre el uso de métodos anticonceptivos y prevención del HIV poniendo el ejemplo de las mujeres universitarias. Por tener un proyecto de vida, ellas no suelen embarazarse sin desearlo, aunque como optan por métodos anticonceptivos que no las protegen del HIV son propensas a infectarse. “Sabemos que la mujer que toma pastillas anticonceptivas difícilmente le exija a su pareja usar preservativo en sus relaciones. Este es un problema serio que observamos en el ámbito universitario ya que los anticonceptivos no la protegen contra otras infecciones de transmisión sexual. Es muy frecuente que se detecten enfermedades durante ese período en el que están en la Universidad. El HIV es la enfermedad más visible, pero hay muchas otras”.